Las piedras negras apresan el alma de un brujo
En la provincia de Neuquén, en el sur argentino, se cree que hay un tipo de piedras negras (conocidas como melimilla) que tienen en su interior apresada el alma de un brujo.
Estas piedras están en los caminos que parten desde San Martín de los Andes hacia Chile, y los que van desde el Lago Lacar hacia el paso fronterizo de Hua Hum.
Para evitar la naturaleza perversa de este ser, quien se choque con estas rocas debe rezar: “Piedra melimilla, déjame pasar, te lo ruego, y te tengo esta luz encendida, para ti la tengo, déjame pasar, soy amigo sincero, no mato, no robo animales, vengo de buen padre y bien sabe la machi quien soy, déjame pasar que te traeré un regalo de Chile”. ¤