El mayor parque de diversiones de la historia argentina
Alguno podría hoy agarrar Avenida Callao hacia el lado del río, cruzar Avenida Libertador, caminar por los senderos del Parque Thays, y entre el ruido del tránsito, los bicho feos en los árboles, y las animadas conversaciones de los transeúntes, si afina bien los oídos tal vez pueda escuchar además los ecos de innumerables carcajadas y gritos excitados entre música y sonidos mecánicos que vienen de más allá. Y es que en ese lugar que hoy ocupan árboles, pasto, bancos y faroles, alguna vez se levantó el parque de diversiones más grande de Argentina y Sudamérica.
Había sido inaugurado en 1960 por inmigrantes italianos, la familia Zanon, quienes, en homenaje a la tierra que los vio nacer, lo llamaron Italpark.
Los juegos mecánicos habían sido importados en su mayoría desde Italia, aunque también llego a tener la montaña rusa llamada Corkscrew (la más alta de Sudamérica en ese entonces), que había llegado desde Holanda. Imposible no recordar además los Autitos Chocadores de la pista Super Monza, el Tren fantasma, o el Laberinto del terror.
Fueron tres décadas de esplendor por el que pasaron miles y miles de chicos y no tan chicos entre su apertura y su cierre definitivo en 1990. Un siniestro ocurrido en el juego Matter Horn, en el que perdió la vida una chica y otra resultó herida, detonó el cierre de este inolvidable parque que aún vive en la memoria de quienes por entonces vestíamos pantalones cortos.¤