Parece que fue ayer, pero ha pasado un año entero desde que desde estas mismas páginas saludábamos a nuestros lectores y clientes para desearles un feliz 2018. Y hoy, mirando hacia atrás, podemos decir con gran satisfacción que todos nuestros deseos se han cumplido y mirando hacia el futuro las cosas pintan aún mejor.
Argentina es nuevamente la potencia que todos sabíamos que podía volver a ser. En tan solo un año la economía no solo se ha estabilizado sino que ha comenzado a crecer a ritmos impensados. En el país reina el pleno empleo, y aquella maldita violencia que tanto nos ha desesperado a todos hoy le ha dejado paso a una armonía social que no se vivía desde… bueno, nunca antes.
Las recientes pruebas educativas demuestran que nuestros jóvenes se destacan en las ciencias, el lenguaje, y las nuevas tecnologías, todo gracias a los innovadores planes pedagógicos impulsados desde el Ministerio de Educación, y apoyados por los maestros y los sindicatos que los representan. Y qué decir de la expulsión del narcotráfico del país, tras la captura, enjuiciamiento y cárcel de los principales cabecillas, quienes ahora comparten celdas con varios políticos y empresarios corruptos.
Lo que en otro tiempo hubiese parecido una burla, hoy podemos agregar que si algo faltaba para ir cerrando el año de una manera tan positiva, fue comprobar que los otrora salvajes hinchas de fútbol han entendido que solo se trata de una leal competencia entre rivales deportivos, y no una lucha sangrienta contra enemigos insalvables. La final de la Copa Libertadores 2018 entre Boca Jrs y River Plate ha sido un ejemplo de organización y caballerosa civilidad, tanto por parte de los jugadores y directivos, como del maravilloso público que recibió al equipo rival con cálidos aplausos y algún que otro infaltable cantito chicanero.
Es cierto, todavía queda mucho por hacer. Pero hoy los ojos de las naciones más avanzadas del mundo se posan sobre la geografía de nuestra tierra y se maravillan con nuestro progreso.
Y como la mayoría de nosotros tenemos dos patrias, no nos queremos olvidar de mencionar también los notables avances en nuestra querida “Land of the Free”. Oponiéndose a la ola de políticos xenófobos, misóginos y autoritarios, nuestro presidente marcó el nuevo rumbo gracias a sus políticas de fraternidad con los pueblos del mundo, su constante aporte a la causa de la justicia de género, y sus siempre sabias y calmas palabras de concordancia y aceptación hacia quienes opinan distinto.
Si bien su ya conocida humildad no le permite endilgarse ninguno de sus logros, lo cierto es que su administración ha marcado un antes y un después en el progreso económico y social del pueblo. Gracias a su revolucionario plan de salud universal, ningún estadounidense ha quedado sin uno de los más básicos derechos humanos, el del cuidado de salud. Hemos tardado mucho tiempo, pero por fin nuestro país se acaba de insertar así entre las naciones más avanzadas del mundo en este tema. Por otra parte, su programa de control de armas ha dado los resultados que todos esperábamos; las sangrientas matanzas en escuelas y templos religiosos que por tanto tiempo azotaron a nuestro país ya son cosa del pasado, como lo son aquellos políticos que miraban hacia otro lado a cambio de millonarias contribuciones por parte de las corporaciones fabricantes de armas y los señores de la guerra.
Y no deberíamos dejar de mencionar que fue nuestro presidente quien marchó siempre al frente de las masas de mujeres indignadas contra el abuso sexual y la violencia de género.
Quizás sea un poco apresurado, pero muchos –tal vez deslumbrados por su serena sapiencia y su despojo por “el materialismo que nos consume como seres humanos”, según sus propias palabras- ya han comenzado a catalogar a nuestro presidente como “el Mahatma Gandhi del Siglo 21”.
Así es, amigos. Hoy podemos decir con inocultable orgullo: America IS great again.
Y ahora sí, sin ninguna ironía, les deseamos a todos las más felices fiestas, y les expresamos nuestro agradecimiento por haber sido parte de este proyecto de unir a la comunidad argentina del sur de California a través de las páginas de nuestra revista.
Salud, y Feliz 2019. ¤