En todos lados de cuecen habas
Sr. Director:
Soy un lector de El Suplemento por muchos años y mayormente aprecio los editoriales y el material en general. En los últimos ejemplares he notado un mayor escrutinio de la situación en Argentina con un gran esfuerzo en puntualizar lo que está mal en el país con un tono de satisfacción por haber descubierto o puntualizado fracasos de la política Argentina.
No hay manera de negar que la Argentina enfrenta serios desafíos y que tiene grandes problemas, pero también sería bueno puntualizar que en algunos aspectos gran parte de nuestros compatriotas se las ingenian para mantener una respetable calidad de vida y que también han conseguido significantes logros en los últimos años. Hablando de la Capital, que es lo que yo conozco, se terminaron muchos kilómetros de subtes, se hicieron muchas mejoras en la infraestructura y el tránsito, y se modernizaron barrios enteros. Gran cantidad de gente ha viajado al exterior y muchos jóvenes tuvieron la oportunidad de estudiar en el exterior. Los lugares de veraneo se llenan para cada uno de los aproximadamente 20 feriados que tienen, más las vacaciones. Mientras tanto, nosotros en esta querida tierra, tenemos la mayor cantidad de pobres en los Estados Unidos, tenemos la peor calidad del aire, muchas de las peores escuelas públicas, el peor tráfico del país, pésimos servicios y decadente infraestructura, la mayor invasión de vagabundos que yo recuerde, los impuestos más altos y uno de los costos de vida más elevados del país. No creo que comparar una realidad con la otra tenga sentido. Cada uno vive en su mundo y con sus circunstancias. Lo único que yo quiero expresar, como decía la abuela, es que “En todos lados se cuecen habas”. Por favor no me manden de vuelta a la Argentina. Yo estoy muy feliz aquí.
Carlos Vargas
ES: Estimado Carlos, El Suplemento no hace otra cosa que reflejar lo que pasa en Argentina, Estados Unidos y el mundo, de acuerdo a la variada visión de nuestros redactores. Tratamos de destacar las cosas que están bien, y de no esconder las que están mal. Y si a pesar de todos los problemas locales que usted mismo señala se encuentra “muy feliz de vivir aquí”, lo mismo le pasa a millones de argentinos en su país. Nadie se va a exiliar por una nota de El Suplemento, ¿no? Un abrazo y gracias por escribir.