Este es un post especial de Navidad para El Suplemento.
Con las fiestas casi encima, con poco tiempo para organizar y mucha nostalgia en el corazón, me pareció una buena idea traer a la mesa un plato muy típico argentino, que se suele comer durante todo el año. Cualquier ocasión es la excusa para reunirse y compartir unas ricas Empanadas.
Hoy les dejo mi receta de Empanadas de Carne al horno que nunca fallan y dejan con ganas de más a todos.
Esta receta sí que viene de generación en generación... Me la pasó mi tía Cata apenas me casé. Mientras vivíamos en París y cuando me agarraba la nostalgia hacía estas empanadas y me volvía el alma al cuerpo.
Con todos los ingredientes a mano, primero cortar muy chiquita las cebollas de verdeo y ponerlas a dorar con dos cucharadas de grasa de cerdo o vacuna en una olla o sartén.
Una vez que la cebolla está transparente, agregar la carne picada y seguir la cocción revolviendo de vez en cuando con un fuego medio alto para evitar que hierva la carne.
Los discos de empanadas para horno podemos encontrarlos en cualquier mercado argentino, o incluso en algunos internacionales.
Una vez que la cebolla y la carne picada están cocidas, retirar del fuego y agregarle los condimentos:
una cucharada rasa de sal, una cucharada sopera de pimentón dulce o paprika, una cucharita de té de ají molido o pimienta, tres cucharadas soperas de azúcar, y una cucharada grande de comino.
Dejar reposar y enfriar.
Con el relleno frío, agregar las aceitunas cortadas pequeñitas y las pasas de uva.
El huevo duro también va a ir junto al relleno.
Separamos los discos de empanadas para después poder rellenar.
Vamos a necesitar dos recipientes, uno con agua para poder cerrar las empanadas, y otro con yema para poder pintar las empanadas al final, antes de que vayan al horno.
En cada disco de empanada ponemos una cucharada abundante de relleno y un pedacito de huevo duro. Para poder cerrarlas, para que la masa se pegue, hay que humedecer los bordes con apenas una pasada con los dedos, ya que si ponemos mucha agua la masa se ablanda mucho.
El repulgue sí que es algo complicado; hay muchos que saben hacerlo con los dedos; los que no, usarán directamente un tenedor.
La pintada con yema es más un detalle de terminación, (quedan más doradas y mejor presentadas), pero no es necesario para el gusto.
Una rica entrada para la reunion familiar de estas próximas navidades, para llevar como plato a casa de amigos, para dejar hechas para el 25 cuando nadie tiene ganas de volver a cocinar... y para recordar qué sabrosa es nuestra cocina argentina. ¤