San Martín fue recordado en el día de su tránsito a la inmortalidad

Mensaje de Hugo Rodríguez, presidente de la Sociedad Sanmartiniana del Valle de San Fernando
El pasado miércoles 17 de agosto la Sociedad Sanmartiniana del Valle de San Fernando realizó un sencillo pero emotivo homenaje frente al Monumento al prócer don José de San Martín, emplazado en la intersección de San Vicente, Burton Way, y Le Doux Rd., en la ciudad de Los Angeles.

A esa reunión asistieron conocidos Sanmartinianos como Guillermo Assaf, en representación del Consulado Argentino de Los Angeles; el director de la Escuela Argentina de Los Angeles, Edmundo Fernández y Sra.; el director de El Suplemento, Pablo Garriga; socios de la Asociación Argentina de Los Angeles, entre ellos Pat y Carlos Avilas y Ana y Angelo Calamera; y el escritor y periodista César Fratantoni, colaborador de El Suplemento y también de la Sociedad Sanmartiniana del Valle de San Fernando.
La Secretaria de la Sociedad Sanmartiniana, Mónica Vacas, informó a los asistentes que en el año 2015 se hizo un acto de la reinauguración del parque San Martín de la ciudad de Lakewood, con varias reformas, entre ellas un “pumpkin play group” para los niños y la restauración del monumento a San Martín, en la cual colaboraron entusiastamente en forma personal y con ayuda monetaria la Sociedad Sanmartiniana, la Asociación Argentina de Los Angeles y el entusiasmo de Cesar Fratantoni.
Este acto fue presidido por el Mayor de Lakewood, Jeff Wood, quien agradeció personal y epistolarmente nuestra ayuda. Por ello, se distribuyó a los asistentes copias de las fotos del nuevo Parque San Martín, el busto del General restaurado, conjuntamente con la copia del agradecimiento del Mayor de Lakewood.     
Posteriormente, hizo uso de la palabra el Presidente de la Sociedad Sanmartiniana del Valle de San Fernando, Hugo H Rodríguez, quien dijo:
“Sanmartinianos todos:
Hoy, como todos los 17 de agosto, nos reunimos para rendir homenaje al Padre de la Patria frente al monumento que construimos con la colaboración de la Sociedad Sanmartiniana del Valle de San Fernando, la Asociación Argentina de Los Angeles y los sanmartinianos de Argentina, Perú y Chile.
Cuando se inauguró el mismo, se colocaron 100 ladrillos alrededor de la estructura. Estos ladrillos tienen los nombres de las personas o entidades que ayudaron a su construcción. Sus nombres perduran y permanecerán por siempre como una expresión de apoyo al Santo de la Espada.
En la Universidad del Sur de California, en la ciudad de Los Angeles, hemos inaugurado una Biblioteca Sanmartiniana denominada San Martín Collection para consulta y estudio de alumnos y público en general.
Todos los 17 de agosto recordaremos su tránsito a la inmortalidad.
El Libertador vino al mundo el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, que actualmente forma parte de la provincia argentina de Corrientes. Yo tuve el honor de cumplir con mi deber de ciudadano, el servicio militar, por aquel entonces obligatorio, en Yapeyú, y de poder visitar la casa natal del prócer. De allí surgió mi devoción sanmartiniana.
En España se incorporó al Regimiento de Murcia donde tuvo una destacada actuación.
San Martín y otros rioplatenses desembarcaron el 9 de marzo de 1812 en Buenos Aires, la ciudad capital del antiguo Virreinato del Río de la Plata. Contribuir a la independencia de los pueblos americanos era la alta misión que los había impulsado a retornar a la tierra de su nacimiento. En Buenos Aires, en San Lorenzo, en el Norte: A poco de su llegada, el gobierno triunviro le confió la organización de un escuadrón de caballería, que en pocos meses se constituiría en la base del Regimiento de Granaderos a Caballo, de inmortal memoria en las luchas por la emancipación americana. Fue gobernador de Cuyo, Argentina. Luego vino el largo período de emancipación de Chile y Perú, cumpliendo con el pacto continental de liberación. Fue el gran capitán de la libertad americana.
Bien se puede decir del héroe que solo ambicionó una cosa: la libertad de América. Por alcanzarla sacrificó todo cuanto tenía en aras de este alto principio. Fue en vida glorificado y atacado, pero ni una ni otra cosa influyeron en la línea que se trazara y que siguió en forma inmutable, desconcertando con su templanza a sus enemigos. Renunció a la gloria y envainó dignamente su corvo, que nunca fue usado para avasallar naciones. Por eso se dijo que fue el Soldado de la Espada Limpia.
La posteridad, a quien San Martín confiaba el juicio de su vida y sus acciones, lo proclama, como ha expresado el autor peruano Mariano Felipe Paz Soldán: 'El más grande de los héroes, el más virtuoso de los hombres públicos, el más desinteresado patriota, el más humilde en su grandeza, y a quien Perú, Chile y la Provincias Argentinas le deben su vida y su ser político’.
El héroe, desde el más allá, nos saluda. Gracias”.
Después de la reunión, todos los asistentes fueron invitados al restaurant “Nonna's Empanadas” para seguir evocando desde allí las hazañas del prócer. ¤

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