un sofisticado del bandoneón
Se dice que el tango tiene un origen orillero, de bajo fondo. Sin embargo, algunos de sus grandes maestros provenían de familias acomodadas, como en el caso de uno de los más grandes bandoneonistas de la música del 2x4.
Osvaldo Nicolás Fresedo había nacido en Buenos aires un 5 de mayo de 1897, y a poco rodar se lo llegó a conocer como “El Pibe de La Paternal”. Su conocimiento musical era formal y exquisito, y eso lo llevó a experimentar con nuevos conceptos y formar parte de una nueva camada de músicos que llegó a integrar la llamada Guardia Nueva del tango, en oposición a la Guardia Vieja, formada por los músicos encargados de la gestación de ese por entonces nuevo género musical.
Fresedo fue uno de los más incansables trabajadores del tango, un febril artista que no paraba de presentarse en vivo con sus orquestas, y de grabar discos. La compañía Odeón reporta que tan solo entre 1925 y 1928 llegó a grabar unas 600 canciones.
Varias voces pasaron por su orquesta, pero fue sin dudas Roberto Ray el cantor más reconocido. Entre otros cantantes que lo acompañaron podemos nombrar a Ernesto Famá, Juan Carlos Thorry, Ricardo Ruiz, y hacia el final de su carrera, Argentino Ledesma.
Fresedo continuó tocando y grabando hasta 1980, por lo que muchos afirman que es el director de orquesta de más larga trayectoria dentro del tango.
Este sofisticado maestro tanguero falleció en la ciudad que lo vio nacer un 18 de noviembre de 1984.¤