La dosis de ejercicio que necesitamos diariamente continúa siendo explorada. Los expertos en fisiología del ejercicio todavía debaten la cantidad de ejercicio que tenemos que realizar diariamente o semanalmente. Todavía no se ha comprobado cuánta cantidad exactamente es la adecuada y necesaria para mejorar la salud que contribuirá a nuestra longevidad.
Cuando desarrollamos un problema de salud, sabemos que los doctores u otros profesionales de la salud nos recetan una dosis de una determinada medicina para tratar el problema médico, durante un tiempo limitado o ilimitado (depende del cuadro clínico).
Con respecto al ejercicio, esa dosis todavía no ha sido establecida. El ejercicio no viene en píldoras. A través de muchos años de investigaciones, los científicos han demostrado que el ejercicio ayuda a reducir los riesgos de muchas enfermedades y una muerte prematura.
Las sugerencias del departamento de Salud del gobierno de los Estados Unidos y organizaciones de salud recomiendan 150 minutos de ejercicios a un nivel moderado por semana para desarrollar y mantener la salud y la condición física. Estos 150 minutos representan el mínimo de tiempo que una persona debería hacer por semana, pero la cantidad ideal o exacta de tiempo que necesitamos no ha sido establecida.
Investigaciones y seguimientos fueron realizados por el Instituto Nacional de Cáncer, la Universidad de Harvard y otras organizaciones de salud. Estas instituciones dieron a conocer resultados obtenidos durante 14 años en un grupo de adultos de edad media basados en las recomendaciones de realizar ejercicios durante 150 minutos semanales.
Los resultados obtenidos demostraron que aquellas personas que no realizan ningún tipo de actividad física presentaban un alto riesgo a una muerte prematura. Aquellas personas que realizaban ejercicios sin cumplir las mínimas recomendaciones (150 minutos semanales) redujeron el riesgo de una muerte prematura en un 20%. Los participantes que siguieron exactamente las recomendaciones (cumplieron con los 150 minutos semanales) redujeron el riesgo de una muerte prematura en un 31%.
Investigadores australianos dieron a conocer los resultados de un estudio con 200 mil adultos que realizaron ocasionalmente ejercicios a un nivel intenso. La actividad física intensa es aquella que requiere una gran cantidad de esfuerzo y provoca una respiración rápida y un aumento sustancial de la frecuencia cardíaca. Los resultados dieron a conocer que aquellos adultos que incluyeron 30 % de actividad física intensa semanalmente tenían un 9% menos de probabilidades de tener una muerte prematura que aquellas personas que desarrollaban la misma cantidad de tiempo semanalmente con una actividad física moderada.
Sin embargo, los expertos entrenadores de fuerza o “Personal Trainers” argumentan que las recomendaciones que dan las organizaciones gubernamentales son lamentables, y no se enfocan en las necesidades de aquellas personas que necesitan aumentar su masa muscular y su capacidad aeróbica. Los debates son ilimitados.
¿Entonces qué hacemos? ¿Cuáles opciones tenemos mientras los científicos continúan con sus investigaciones y sus debates? ¿Cuál es la verdad?
Lo más importante que tenemos que tener en cuenta es no tomar el ejercicio como castigo, es decir, el pensamiento que tenemos cuando decimos “Tengo que hacer ejercicio para poder bajar de peso”.
El ejercicio es bueno para la salud en general. Nuestro cuerpo es nuestro mejor amigo y se beneficiará si le proporcionamos de actividades físicas que disfrutamos. Las actividades físicas tienen que ser variadas y divertidas, para no aburrirnos.
En cuanto al tiempo a desarrollar semanalmente, tenemos como guía que son 150 minutos semanales. Pero si no podemos completar esa cantidad de tiempo recomendada, tratemos de mantenernos activos físicamente aunque sea con caminatas de corta duración. Como dice el dicho: “Peor es nada.” ¤