Discriminación
Un borracho va a un bar y al llegar patea la puerta y dice:
- ¡Ustedes son todos unos mal nacidos!
Ahí nomás se para un karateca y dice:
- ¿Qué dijiste?
Y lo despedaza a golpes.
Después de un mes, ya recuperado, el borracho regresa al bar y antes de volver a patear la puerta se acuerda del karateca y dice:
- Son todos unos mal nacidos, menos el karateca.
De pronto se para el karateca y dice:
- A mí nadie me discrimina.
Y lo volvió a despedazar a golpes.
Emergencia dental
- Doctor, vengo a que me saque los dientes...
- Pero señora, ¡si usted no tiene dientes! Además, eso es tarea de un dentista, y ¡yo soy gastroenterólogo!
- No, doctor, ¡es que acabo de tragarme la dentadura postiza!
Chancho
La mamá mandó a su hijo a comprar un kilo de chancho. El niño lo fue repitiendo durante todo el trayecto, para que no se le olvidara, pero cuando llegó a la carnicería había mucha gente y, de tanto esperar, se le olvidó lo que iba a comprar.
Cuando el carnicero le preguntó qué quería, el niño se puso a pensar y de los nervios, por no acordarse, se le escapó un gas, y el carnicero le dijo:
-¡Chancho!
El niño le contestó:
-¡Un kilo!
Malentendido
Una pareja celebraría el aniversario de matrimonio. Ese día llega el marido borracho y la mujer le dice:
- ¡No puede ser que en el día del aniversario de nuestro matrimonio vengas borracho!
El marido responde:
- Pero, mi amor, vos me dijiste que venga ¡embriagado!
La mujer responde:
- ¡No! Te dije que vengas ¡enviagrado!
CASTING
- Hola, ¿aquí es el casting para el Profesor Jirafales?
- Sí, pase usted.
- ¡Después de usted!
Cómo yo digo
Un veterinario va a ver al médico.
- Doctor, me duele aquí.
- A ver... hmmm... tendremos que hacer un análisis de sangre y otro de orina, para ver si...
- ¿Pero qué dice? – interrumpe el veterinario - ¡Yo soy veterinario, y me basta echar un vistazo a mis animales para saber qué es lo que tienen!
- Bueno, yo me imagino lo que es esto; si quiere le doy la receta ya, y si las cosas no van bien... ¡lo sacrificamos!
Fortuna
Un señor le pregunta a su esposa:
- Mi amor, si yo perdiera todo mi dinero ¿vos me querrías igual?
A lo cual ella responde:
- Por supuesto que sí, mi amor. ¡Pero te voy a extrañar muchísimo...!
De Córdoba
- Negro, ¿qué hacés si tu mujer te mete los cuernos?
- Al tipo lo cago a trompadas.
- ¿Y si sabe karate?
- ¡Qué va a saber karate, el gordo boludo ese!
- Querida, ¿los chicos dónde están?
- En Inglés...
- Ok, where are the kids?
- ¡Gordo!
- ¿Qué, mi cielo?
- Nada, sólo quería recordártelo.
- ¡Mamá, estoy saliendo con el vecino!
- Hija, ¡el viejo ese podría ser tu padre!
- ¿Desde cuándo te importa la edad a vos, que andás con pibes más chicos que yo?
- No me entendiste...
- Mamá estoy de novio.
- ¿Sí? ¿Es linda?
- ¡Lindísima!
- ¿Es buena?
- ¡Buenísima!
- ¿Y de reputación?
- ¡Reputísima!
- Estoy empezando a pensar muy seriamente que seguís enojada conmigo, amor...
- ¿Y qué te hace pensar eso, basura, rata apestosa?
- No sé... Gestos...
Porteño de ley
Un porteño y un tucumano entran en una panadería.
El tucumano roba tres medialunas y se las pone en el bolsillo, y le dice al porteño:
- Porteño, ¡aprendé a chafar fatura! ¡El panadero no vio nada!
El porteño le dice al tucumano:
- Eso es típicamente deshonesto de ustedes, tucumanos.
Voy a mostrarte una manera honesta de conseguir el mismo resultado, sin robar.
El porteño se dirige al dueño de la panadería y le dice:
- Dame una medialuna y yo te mostraré un truco de magia.
Intrigado, el panadero acepta y le da una medialuna. El porteño se come la medialuna y le pide otra. El propietario le da otra y el porteño la come, también. Entonces el porteño pide una tercera medialuna y se la come al toque.
El panadero lo mira con cara de pocos amigos y comienza a desconfiar y a preguntarse dónde estará el truco de magia, hasta que le pregunta:
- “¿Qué hiciste con las medialunas?”
Y el porteño responde:
- ¡Mirá en el bolsillo del tucumano! ¤