El rol de ser padre está re-definiéndose en el seno de la familia moderna, donde hasta no hace mucho, la madre protagonizaba la mayoría de los roles caseros.
Hoy tenemos a una nueva generación de padres (30 +) que está arrasando los patrones tradicionales e imponiendo su férrea presencia paternal, creando un equilibrio justo, notable y con beneficios compartidos. Este rol del nuevo padre tomó un giro hacia una mayor participación debido a las exigencias de la vida moderna y cuyo proceso de “paternalización” comienza con el embarazo mismo. Esta es una tendencia que considera el dar a luz como una tarea de dos, donde se considera a la pareja embarazada, una circunstancia a compartir desde los controles ginecológicos y prenatales, el parto, las consultas con los pediatras y que en la práctica incluye desde el cambio de los pañales hasta la higiene del cordón umbilical, las inmunizaciones, los primeros alimentos, etc. Este acompañamiento durante el embarazo, el nacimiento, la crianza y la educación posterior es la presencia fundamental del padre, que le permite ejercitar su rol paterno y construir el contacto afectivo/emocional de por vida. Este nuevo perfil paternal contribuye tanto al bienestar como al balance familiar.
La mayoría de los nuevos padres cubre las necesidades básicas de sus hijos durante su crecimiento y desarrollo y de acuerdo con la Teoría de Maslow “esto es lo más importante en la vida de un niño”.
Es la figura de padre que emerge en la constitución misma de su familia, donde la pareja trabaja full time y la diferencia está en que el rol masculino es asumido con responsabilidad y agrado, una posición con protagonismo en las labores y obligaciones tanto para con el hijo como para con su hogar, además de entender el rol corporativo de su esposa y él arranca su día preparando las mamaderas o los lunch boxes y emprendiendo su primer viaje matutino hacia el day care o el jardín” (El ex primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, narra en sus memorias en 10 Downing Street que él “preparaba las mamaderas de sus pequeños hijos todas las mañanas antes de ir a trabajar”).
La mayoría de los nuevos padres cubre las necesidades básicas de sus hijos (financieras/emocionales/educativas) durante su crecimiento y desarrollo y de acuerdo con la Teoría de Maslow “esto es lo más importante en la vida de un niño”.
A estos abuelos que voluntaria y generosamente han asumido este nuevo rol de padre, les toca aunar dos ciclos de vida simultáneamente, el personal y el nuevo rol de “abuelo-padre” con sus nietos bajo el mismo techo
“Yo siempre quise estar más envuelto (que mi padre) en la crianza y educación de mis hijos”, expresó un padre de 36 años y activista por los derechos del padre en lograr un permiso de maternidad en su trabajo y que sea pagado. Este cambio genérico en asumir las responsabilidades del hogar ha ido “in crescendo” con el tiempo desde un 3.5 % en al año 1960 hasta alcanzar un 15 % en el 2010, de acuerdo con el Centro de Investigación Pew.
Reajuste laboral
Aunque a lo largo de la historia familiar, las regulaciones en el trabajo siempre han acomodado las cargas de la madre, ofreciéndoles horarios más flexibles cuando la necesidad lo requería, actualmente, la compañía Ford Motors permite que estos padres con responsabilidades hogareñas tengan cierta flexibilidad laboral que les permita cumplir con sus obligaciones paternales, de acuerdo con los datos del departamento de Recursos Humanos. Estos nuevos padres han comprendido que sus hijos están primero que el trabajo, no obstante el estigma de que ellos sean considerados trabajadores distraídos de acuerdo con los datos de los investigadores de la Escuela de Management Rotman, de Canadá (2013). En general, siempre ha coexistido aquella constante en que los empleadores promueven más a aquellos empleados que sacrifican todo por el éxito de sus profesiones, según el Instituto Third Path que estudia las regulaciones en el ámbito laboral. Este modo de pensar (y actuar) resulta inadecuado para estos tiempos, donde urge resucitar el concepto de humanismo para mejorar a una sociedad global enferma de vicios, corrupción, violencia e intolerancia social.
El paradigma tradicional (sea patriarcal o matriarcal) nos ha demostrado un resultado positivo en la crianza y educación de los niños, aún sin compartir los roles, pues, el sistema social era diferente; en aquel hogar siempre estaba la madre al frente, más el apoyo del servicio doméstico y el de niñeras.
La mayoría de los nuevos padres cubre las necesidades básicas de sus hijos durante su crecimiento y desarrollo y de acuerdo con la Teoría de Maslow “esto es lo más importante en la vida de un niño”.
Actualmente, la compañía de seguros MetLife ha comenzado un programa online para los futuros padres. Por su parte, la compañía American Express organiza una serie de conferencias con desayunos informativos para los padres ante la disyuntiva de acomodar las obligaciones laborales familiares.
Simultáneamente, con la presencia del nuevo padre (30 +) se está consolidando el rol del abuelo moderno (55 +) quien -debido al divorcio de su hija y la ausencia del padre biológico- está asumiendo un nuevo rol con una dimensión paternalista, permanente, donde combina la imagen del abuelo tradicional (juguetón y divertido) con la presencia de un padre actual, con todo su bagaje de normas, reglas, valores, disciplina y estructura. A estos abuelos que voluntaria y generosamente han asumido este nuevo rol de padre, les toca aunar dos ciclos de vida simultáneamente, el personal (él y su esposa) y el nuevo rol de “abuelo-padre” con sus nietos bajo el mismo techo. Este mandato parece paradójico al contemplar que por un lado él debe irradiar vida (energía al máximo) ya que el hecho de criar y educar a un niño así lo demanda para que el proceso mismo resulte óptimo, y paralelamente debe considerar las limitaciones inherentes a su status cronológico, las que al final resultan ser toda una bendición en la tercera edad, que tonifica y alegra el sistema para que estos abuelitos/padres ejerzan una paternidad con más sabiduría, eficiencia y gratitud hacia Dios por esta segunda oportunidad de volver a ser padres.
El abuelo-padre
El Dr. Miguel Angel Moreno, en su rol de abuelo/padre ha alcanzado un “break-even point” al tratar de balancear sus actividades laborales (como profesor universitario y Chairman del departamento de Ciencias y del Espacio) con las tareas inherentes a satisfacer las necesidades (emocionales, escolares, recreativas y financieras) de nuestra nieta Kiley Annabella (7), las que comienzan muy tempranito con su rol de chofer rumbo al colegio y se reanudan cuando él regresa a casa y la nena corre a recibirlo con un abrazo y ayudarle con su portafolio.
Felizmente, estos nuevos padres (de 30 + y 55+) están llevando a cabo una labor magnífica y han comprendido el gran sacrificio que la paternidad implica. Y lo han aprendido de las mujeres, quienes saben combinar efectivamente todas las exigencias de las prioridades hogar/familia y trabajo/ingresos, además de ser expertas en resolver el caos management cuando de establecer disciplina se trate y que es común en la vida de relación. ¤