"Es la economía, estúpido" (It´s the economy, stupid), fue una frase muy utilizada en la política estadounidense durante la primera campaña presidencial de Bill Clinton. Una simple frase que le permitió ganar las elecciones al definir con precisión y en pocas palabras cuál era el problema que aquejaba a la población norteamericana de esos tiempos.
Para la Argentina de estos días y quizás de siempre, esas palabras serían: “Es la corrupción, estúpido”.
Albert Einstein dijo que "Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Todo indica que los argentinos (los que seguimos viviendo en el país) todavía no llegamos a comprender cuáles son los problemas que realmente nos afectan. Y para mal. Como toda causa produce un efecto, sin dudas las mismas causas producirán siempre los mismos efectos.
Desde hace más de quince años, el estudio de Graciela Römer & Asociados se dedica a la investigación social y de opinión pública y a la consultoría política en Argentina y en distintos países de América Latina, tanto en el sector privado como en el público.
Debido a las elecciones legislativas que se llevaron a cabo el pasado 28 de junio, su estudio estuvo trabajando a full, dedicado al único tema que obsesionaba a los candidatos, verdaderos o testimoniales: todos querían saber a quiénes pensaban votar los ciudadanos, especialmente en los dos distritos electorales más importantes del país: la Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires.
El pasado 19 de junio, el estudio de Graciela Römer & Asociados envió a este corresponsal un informe titulado “Tendencia de Opinión Pública - Informe Especial. Elecciones 2009”. Algo que en la jerga utilizada por los profesionales en encuestas denominan “identificación de patrones de comportamiento electoral”. Lo interesante de este informe es que, además de la intención de voto, también incluía dos gráficos con el conjunto de las principales expectativas y preocupaciones de los residentes de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires. Esta encuesta fue llevada a cabo entre los días 4 y 10 de junio del año 2009 con un universo que abarcó 987 entrevistas domiciliarias en el Área Metropolitana (Capital y GBA) y principales ciudades de la provincia de Buenos Aires, con un error estimado de +/- 3,1 %.
Los resultados indican que para los ciudadanos de ambos distritos, el principal problema del país es, por lejos, la inseguridad (Capital federal 74.2% y Provincia de Buenos Aires 75.6%). Lo realmente increíble es que a pesar de que casi toda la población teme por su vida y la de sus seres queridos, no logran comprender que actualmente la inseguridad está íntimamente asociada a la corrupción. Por eso, la corrupción es considerada un problema casi menor para los ciudadanos que viven permanentemente atemorizados. La corrupción les preocupa al 22% de los porteños y tan sólo a un 20.5% de los bonaerenses.
Todos los días por los medios de comunicación se difunden marchas, convocatorias y actos donde se escuchan desesperados pedidos de justicia. La población permanentemente exige justicia para acabar con la inseguridad y así poder vivir una vida normal. Contradictoriamente, los mismos ciudadanos que reclaman justicia y seguridad parece que viven en otra dimensión, viendo otro canal o viviendo en otro país. Porque ellos saben, a través de los mismos medios de comunicación por los cuales piden justicia y seguridad, que en estos momentos muchos de los encargados de impartir justicia y velar por la seguridad no son demasiado honrados ni justos.
Un ejemplo reciente de esta situación tan triste la brindan las imágenes de policías filmados in fraganti robando en un supermercado o sustrayendo dinero ajeno en un cajero automático.
Y como si esto fuera poco, por el lado de la justicia nos encontramos con el actualmente muy conocido juez federal Federico Faggionato Márquez, de Zárate - Campana, quien tiene a su cargo la investigación de la ruta de la efedrina, una sustancia química usada por los narcos mexicanos que se comercializaba masiva y tranquilamente desde la Argentina hasta que se produjo el feroz asesinato de tres jóvenes empresarios farmacéuticos.
Faggionato Márquez es el mismo juez que hace pocas semanas intentó involucrar a Francisco de Narváez, principal candidato opositor al Partido Justicialista bonaerense, de estar conectado con los narcotraficantes de efedrina, una decisión judicial que la mayoría de la población interpretó como una burda maniobra política, realizada con el fin de desprestigiar políticamente al candidato.
Curiosamente, ese mismo juez federal tiene en proceso unos 38 pedidos de juicio político ante el Consejo de la Magistratura, (un organismo todopoderoso controlado por el oficialismo, con la potestad de echar a cualquiera de los jueces actualmente en funciones). Faggionato Márquez es el juez federal encargado de llevar a cabo la investigación de uno de los casos más importantes de narcotráfico de la historia reciente del país, al mismo tiempo que está acusado de varios delitos, como quedarse con la cosecha de soja de un campo en litigio que estaba bajo su resguardo, enriquecimiento ilícito, connivencia con contrabandistas, armado de causas, etc. Y como frutilla de postre, de usar como si fuera un bien propio una avioneta incautada en un procedimiento judicial.
“Es lo que hay”, “Es lo que tenemos”, se escucha frecuentemente en la Argentina para justificar la razón por la cual estamos mal y vamos peor. Hasta que la ciudadanía no comprenda que la corrupción es la fuente de la delincuencia, la inseguridad y la marginalidad, será inútil continuar pidiendo seguridad y justicia. Porque mientras tanto, los corruptos seguirán actuando de acuerdo a la frase pronunciada por un dictador latinoamericano, que dijo: "Para mis amigos todo, para mis enemigos… la ley".©