Caballo de tiro, pelechar, chaludo y flor
CABALLO DE TIRO
El viajero que debía recorrer largas distancias y no tenía o no quería llevar la tropilla, suplía esta falta con un caballo de tiro, es decir, el que montaba y otro de repuesto, para cambiar cuando aquél aflojaba, o sea, que demostraba cansancio.
El caballo de tiro iba detrás o a la par del montado, con bozal y sujeto del cabestro, aunque también había animales “seguidores”, que seguían al jinete en todo momento, sin necesidad de que los llevasen atados.
PELECHAR
Pelechar es el acto de cambiar o mudar el pelo de los animales, cosa que ocurre en cierta época de año. Después del peleche, el aspecto del animal mejora; el nuevo pelo es parejo y tiene brillo. Por extensión, se da el mismo nombre al cambio de cuero en ciertos reptiles -como la víbora- y al de la pluma en las aves.
De ahí que cuando un hombre, conocido por su pobreza, aparezca con “pilchas” nuevas, se diga que ha “pelechado”, o, lo que es lo mismo, que ha mejorado de situación.
CHALUDO
Cuando alguien hace ostentación de dinero, la gente dice: Anda chaludo el hombre, o sea “platudo”, pues plata es la denominación común del dinero en sus distintas formas: billetes, monedas, etc.
FLOR
Flor equivale a muy bueno, magnífico, insuperable, vale decir, que tiene el mismo significado que la frase castiza “flor y nata”. ¿Esta habrá dado origen a aquélla?
Es posible; pero conviene recordar que los gauchos jugaban al truco, juego en el que tres cartas del mismo palo forman “flor” y que la “flor” es una manifiesta ventaja para el jugador que la tiene o “liga”, según los términos del tapete: por eso, se la considera como lo mejor dentro del desarrollo natural del juego. Además, debe tenerse en cuenta que a la forma general y culta de “campo flor”, “hacienda flor”, el gaucho prefirió la de “campo de mi flor”, “hacienda de mi flor”, etc.
Compilado por Carlos Avilas del libro “Voces y Costumbres del Campo Argentino”, de Pedro Inchauspe, publicado en 1949. ¤