Símbolo de los pibes futboleros
Así como todos aquellos que mientras juntábamos unos pesos para comprar los botines Adidas nos conformábamos con los Sacachispas, mientras soñábamos con la número 5 de cuero… pateábamos una pelota de goma Pulpo. Compañera de los pibes futboleros, así como pesadilla para los vecinos, la Pulpo era una pelota más bien pequeña y por lo general a rayas rojas y blancas amarillentas creada en 1936 por don Gerildo “Pulpo” Lanfranconi, un ex trabajador de la compañía Pirelli que eventualmente decidió independizarse y fundar su propia compañía.
Se decía que quien dominaba la Pulpo podía llegar a crack, ya que eran por demás difíciles los pases de precisión o los disparos al arco formado por dos limoneros, o simplemente unos cuantos buzos apilados. La sufrían los arqueros, ya que un buen chutazo en la cara, o peor aún, en la zona donde el vientre pierde su noble nombre, podría provocar moretones que duraban por días.
La Pulpo llegó a vender de a miles hacia todo el país; eventualmente, los cambios en la sociedad hicieron que la familia Lanfranconi decidiera bajar las persianas un día de 1994. Sin embargo, la fábrica seguía abierta y a la Pulpo le llegó un renacer, gracias al esfuerzo y creatividad de una nueva generación de emprendedores.
La Pulpo, esa endiablada esférica de goma, no ha desaparecido, sino que sigue produciéndose en Argentina, aunque a mucha menor escala que en sus años de gloria.¤