Grandes Orquestas de Ayer, de Hoy y de Siempre
Como su tocayo Maffia, Laurenz fue uno de los más grandes bandoneonistas, con estilo propio y sonido brillante. Ambas glorias del instrumento se complementaron en el sexteto de Julio De Caro. La Boca fue su barrio de origen; nació un 10 de octubre de 1902 en Garibaldi 1335, hijo de Pedro Blanco y Rafaela Acosta. El apellido Laurenz lo tomó de sus hermanastros mayores, que siendo también bandoneonistas le daban de antemano una distinguida fama.
Si bien comenzó estudiando violín, aprendió a tocar el bandoneón -instrumento que tocaban sus hermanastros Eustaquio y Félix- de manera autodidacta. Así, con apenas 20 años debuta con el quinteto de Luis Casanova en el café Au Bon Jour, grupo que completaban Edgardo Donato, Roberto Zerrillo y Eustaquio Laurenz.
Hacia la década del '20, las concepciones musicales empezaban a variar, y el tango pasa a ser tocado con una línea más melódica, siendo artífices de ello Cobián y el mismo Laurenz. Luego de participar en la orquesta de Casanova, Laurenz se unió a la de Roberto Goyeneche. Su fama, sin embargo, se la va a deber a Julio De Caro, quien le propuso reemplazar en su orquesta a Luis Petrucelli. Su primera composición fue “El Rebelde”, con Emilio Marchiano.
En la orquesta de Julio De Caro actuó junto a Pedro Maffia hasta el año 26, cuando este último se separó, quedando Laurenz como único bandoneonista. Los desacuerdos entre los hermanos De Caro y el resto de los integrantes llevaron al final al desmembramiento de dicha orquesta. Y es así que Laurenz debuta con su propia orquesta en el café Los 36 Billares. Integraban la misma Armando y Alejandro Blasco (bandoneón), Osvaldo Pugliese, (Piano), José Niesow y Sammy Friedenthal (violín) y Vicente Sciarreta (contrabajo).
Con sus composiciones, Laurenz comenzó enseguida a acaparar éxitos: Orgullo Criollo, Mala Junta, Amurado, Esquelas, Tuve un Sueño, De Antaño, Gaucha, Milonga de mis Amores... Todos los integrantes de su orquesta lucharon por imponer el estilo del director con su modalidad netamente decariana. Pero lo que comenzaba a imponerse era el ritmo, y eran sus cultores los que pasaron a ser los intérpretes más reconocidos de la época.
Muchos músicos que pasaron por su orquesta, sin embargo, continuaron con su línea melódica, como Alfredo Gobbi, Mauricio Mise, Carlos Parodi, etc. La búsqueda de nuevas alternativas lo llevó a integrar el Quinteto Real, en 1959, con Horacio Salgán, Ubaldo De Lío, Enrique Mario Francini y Rafael Ferro. Visitaron Japón en tres oportunidades y en 1965 participó junto a otros célebres bandoneonistas en el cortometraje Fueye Querido. Su última aparición triunfal la realizó en el Carnegie Hall de Nueva York, antes de fallecer el 7 de julio de 1972.
El sonido particular de su bandoneón, piedra basal para todos sus seguidores, sigue vigente como sinónimo de tango. ®