Carlos Gardel

en un hecho que terminó en tragedia

Un disparo que casi le cuesta la vida un 11 de diciembre de 1915

Era la noche del 11 de diciembre de 1915, el mismo día de su cumpleaños.
La idea de Gardel había sido salir a festejar con sus amigos Pancho Martino, Elías Alippi, Carlos Morganti, y Pepito Petray, entre otros. El primer lugar programado para el festejo sería el Palais de Glace y luego continuarían hacia el Armenonville.
El cantante y actor de cine Carlos Morganti supo relatar que estando aquella noche en el Palais de Glace, se produjo un incidente entre Alippi y un tal "Gallego" Gregorio Serna, y que a raíz de esto se armó la gresca por un entredicho, intermediando Gardel para apaciguar. Igual, se desató una situación que los impulsó a pelear alejados de aquel lugar.
Se fueron todos en auto y cuando se dieron cuenta, venían más coches siguiéndolos atrás. Los agresores eventualmente los increparon en un cruce a la altura de Libertador y Agüero.
De repente, baja el Gallego, que aparentemente era el jefe de la banda, y se acerca al auto provocando a Gardel que estaba sentado adelante, diciéndole: ¡Bajate, guapo! y ahí es cuando sucede lo peor... Gritos, peleas y un disparo que da en el pecho de Gardel, quien cae herido mientras los atacantes se daban a la fuga.
Todo indicaría que quien le disparó a Carlos Gardel fue Roberto Guevara, que acompañaba a Gregorio Serna, supuestamente, a futuro, parientes del después conocido Ernesto “Che” Guevara.
Los detalles del suceso son sumamente confusos, ya que cada uno de los testigos lo relataron de diferente manera, inclusive hasta el mismo Elías Alippi.
Otras versiones atribuyen el ataque a un tal Juan Garessio, quien, despechado, habría organizado el ataque a Gardel por supuestos amoríos con su mujer, la hermosa Madame Jeannette, una cantante de Enrique Caruso. La mujer, que era por ese entonces muy conocida en el ambiente de la noche porteña como "La Ritana", regenteaba una casa de citas y supuestamente había vivido un romance con el cantante.
Gardel, al quedar herido, es llevado por sus amigos al Hospital Ramos Mejía, aunque según otro informe, fue trasladado por la Asistencia Pública al Hospital Fernández.
En el hospital estuvo en una sala de primeros auxilios, fue atendido en la guardia por el practicante Ricardo Donovan, quien examinó la herida y comprobó que el proyectil se había alojado en su pulmón izquierdo.
Allí, los médicos evaluaron el peligro que le ocasionaría realizarle una operación, por lo cual consideraron conveniente dejar la bala en su lugar, ya que milagrosamente no había comprometido ningún otro órgano. Así fue como, sin ocasionarle problemas de salud, la bala quedó alojada allí por el resto de su vida. Esa es la misma bala que en la autopsia a su cadáver, después del accidente de Medellín, suele confundir la otra hipótesis del disparo en el avión en el que Carlitos perdió su vida.
Uno de los primeros en enterarse de lo sucedido fue el actor Roberto Casaux, quien llegó exaltado a la casa de Carlitos a consultarlo sobre el hecho. Gardel, sin embargo, no le dio tiempo a comentarios... Con señas y guiño de ojo mediante, le dijo:
¡Araca la javie! ¡Un yovaca... un yovaca! Todo con disimulo ante su madre que se encontraba allí en ese momento.
El mismo Razzano dijo acerca de este mal recuerdo en los tiempos en que cantaban juntos:
“Salían una noche del Palais de Glace con Alippi, Morganti, Abelenda, y Deferrari, cuando se produjo una riña, durante la cual fue una bala a arrojarse en el pulmón de Carlos, y no fue posible sacarla; ese proyectil alojado en su cuerpo lo acompañó toda su vida”.
Razzano contaba que Gardel había estado cuarenta días entre la vida y la muerte y que por esa cuestión perdieron la primera oportunidad de viajar a Europa.¤

En la foto: 
El Diaro “Tribuna”, Sección, Artistas.
(El artículo de la prensa contaba los hechos sobre la persecución y fuga de los agresores)
Facsímil del Diario TRIBUNA Coleccionista Hamlet Peluso