Una actuación notable en Las Vegas
El Gran Premio de Las Vegas se presentó como un desafío de proporciones épicas para los equipos y pilotos de Fórmula 1. La cita nocturna en el exigente circuito callejero del Strip, con sus largas rectas y curvas cerradas, se vio agravada por unas condiciones climatológicas y de pista especialmente adversas. El polvo en suspensión, resultado de la intensa actividad en una pista que no está concebida para la F1, y las bajas temperaturas nocturnas, complicaban extraordinariamente la puesta a punto de los monoplazas y el rendimiento de los neumáticos. El equilibrio en la frenada, con bólidos que alcanzan velocidades de hasta 335 km/h en las rectas, se convertía en una tarea de precisión milimétrica, con el añadido del desgaste del neumático y la incertidumbre del agarre en cada vuelta.
En medio de este escenario, el joven piloto argentino Franco Colapinto, debutante en la categoría y en este circuito, tuvo una clasificación notable, llegando a la Q2 y superando incluso a su compañero de equipo, el experimentado Alex Albon, quien se quedó fuera en la Q1. Sin embargo, la suerte le jugó una mala pasada en las curvas 15 y 16. Un ligero roce contra el muro de hormigón desencadenó un impacto de 50G, dejando su Williams FW46 con daños considerables y al piloto en estado de shock. Las imágenes del accidente, que mostraban la violencia del impacto, recorrieron el mundo en segundos.
La preocupación por la salud de Colapinto eclipsó inmediatamente cualquier otro aspecto de la situación. Pero, después de una rápida evaluación médica que descartó lesiones graves, y gracias a la decisión sabia del director de ingeniería de Williams, James Vowles, que priorizó la salud del piloto por encima de cualquier otro factor ("los daños al coche se arreglan; la salud de Franco es lo primero"), se abrió la puerta a una participación en carrera que se antojaba casi imposible.
Mientras el equipo Williams desplegaba un operativo de logística sin precedentes, transportando piezas de repuesto desde Inglaterra en vuelos privados para la reparación del monoplaza, Colapinto se sometió a nuevas evaluaciones con su preparador físico. Tras confirmarse su estado físico, y tras una conversación con los responsables del equipo, se le otorgó al piloto la responsabilidad final de decidir su participación. La respuesta de Colapinto, con un rotundo “sí”, fue recibida con una mezcla de alivio y admiración por su valentía y determinación.
La reparación del FW46 fue una carrera contrarreloj en sí misma, con los mecánicos de Williams trabajando incansablemente. Las reparaciones obligaron a Colapinto a salir desde la 20ª posición de la parrilla, tras recibir penalizaciones por las modificaciones al vehículo. A pesar de esta desventaja, y la presión de la situación, Colapinto ofreció una actuación remarcable. Llegó a escalar hasta la 7ª posición antes de su parada en boxes, demostrando una habilidad excepcional al volante. Aunque finalmente terminó 14º, la actuación del argentino, alcanzando velocidades de hasta 345 km/h en la recta principal, solo unas horas después de un violento accidente, se ha convertido en una muestra de valentía, resiliencia y talento excepcionales, convirtiendo su fin de semana en Las Vegas en una leyenda en ciernes. Una historia que seguramente se contará durante años en el mundo del motor. ¤
Gran Premio de Las Vegas
El Gran Premio de Las Vegas, celebrado el pasado sábado 23 de noviembre, dejó a los fanáticos de la Fórmula 1 con una mezcla de emociones. George Russell, piloto de Mercedes, se llevó la victoria en una carrera que se predecía competitiva, mientras que Max Verstappen se coronó campeón del mundo por cuarta vez, un logro que demuestra su dominio en la categoría.
Russell lideró la carrera con una destacada actuación, gestionando la estrategia de su equipo y manteniendo a raya a sus rivales. Lewis Hamilton y Carlos Sainz completaron el podio en el segundo y tercer lugar, respectivamente. A pesar de las expectativas de un mayor desafío de parte de Lando Norris, el piloto británico no pudo cumplir con las proyecciones y no tuvo un desempeño acorde en la pista, lo que restó un poco de emoción al cierre de la temporada.