Cuenta la historia de Deolinda
En Vallecito, una localidad de la provincia de San Juan, existe un lugar de culto llamado Santuario de la Difunta Correa, un sitio de devoción al que acuden cada año miles de personas para venerarla. Aunque se desconoce la existencia de Dalinda Antonia Correa, aun hoy se cuenta una historia legendaria sobre quién fue y cuál fue el origen de su santuario.
Cuenta la leyenda que, en la provincia de San Juan, al inicio del siglo XIX, vivía una muchacha llamada Deolinda. La joven estaba casada con Clemente Bustos, a quién reclutaron a la fuerza para participar en las guerras civiles desatadas.
Entonces, Deolinda se quedó con su hijo lactante. Una madrugada, la mujer decidió huir hacia La Rioja junto a su pequeño para buscar a su esposo.
La muchacha anduvo por valles y quebradas, atravesó arenales con escasas provisiones de agua y comida. Tras la larga caminata, Deolinda quedó sin suministros que tomar y acercó a su hijo al pecho para amamantarlo. La joven se tendió en el suelo de un valle, donde falleció.
Al día siguiente, encontraron su cuerpo junto al bebé que, gracias a la leche materna, seguía con vida. En aquel lugar, conocido como Vallecito, enterraron su cuerpo que al día de hoy es un Santuario.¤