Un médico de corazón abierto
El Dr. René Gerónimo Favaloro es reconocido mundialmente como el pionero médico más notable de Argentina, cuyo trabajo transformó el campo de la cardiología a nivel mundial.
Nacido el 12 de julio de 1923 en la ciudad de La Plata, René Favaloro fue un cardiólogo visionario y un hombre de profunda conciencia social. Su innovador desarrollo de la cirugía de derivación de arterias coronarias reformuló la atención cardíaca y salvó innumerables vidas en todo el mundo. Su viaje lo llevó desde sus humildes comienzos como médico rural a prestigiosos hospitales en los Estados Unidos y de regreso a Argentina, donde estableció la Fundación Favaloro. Trágicamente, su vida terminó en suicidio en 2000, dejando un profundo legado y preguntas sobre las responsabilidades sociales hacia quienes dedican sus vidas a servir a los demás.
Del Barrio Mondongo a Cleveland
Favaloro creció en La Plata, donde su familia de inmigrantes italianos le inculcó valores de trabajo duro, humildad y dedicación al bienestar comunitario. Su infancia estuvo profundamente influenciada por las luchas de su familia y su sentido de solidaridad con los demás. Favaloro estudió medicina en la Universidad Nacional de La Plata, donde se graduó en 1949. Posteriormente, optó por trabajar como médico rural en el remoto pueblo de Jacinto Aráuz, en el sudeste de La Pampa, donde pasó más de una década atendiendo a la población local de escasos recursos. En este período desarrolló su compromiso con la medicina social y adquirió experiencia práctica en el tratamiento de una amplia gama de afecciones. Sin embargo, su curiosidad por avanzar en el conocimiento médico, particularmente en el tratamiento de enfermedades cardíacas, lo llevó a buscar una mayor especialización.
En 1962, Favaloro viajó a Estados Unidos para continuar su formación en cirugía torácica en la Clínica Cleveland de Ohio. En ese momento, la Cleveland Clinic se perfilaba como una institución líder en atención cardíaca y Favaloro pudo sumergirse en este entorno de vanguardia. Estudió con destacados cirujanos cardiovasculares y perfeccionó sus habilidades en cirugía torácica, desarrollando un gran interés en el tratamiento de la enfermedad de las arterias coronarias, una de las principales causas de muerte en ese momento.
La invención del bypass
La dedicación y el estudio meticuloso de Favaloro condujeron a un avance histórico. Al observar el desafío recurrente de las obstrucciones coronarias en los pacientes, propuso el concepto de utilizar un segmento de la vena safena del paciente (tomado de la pierna) para evitar una arteria coronaria bloqueada, restaurando así el flujo sanguíneo al músculo cardíaco. En 1967 realizó con éxito la primera cirugía de injerto de derivación de arteria coronaria documentada en el mundo, cambiando el curso de la cirugía cardíaca para siempre. Este procedimiento se conoció como cirugía de “bypass”, y la técnica de Favaloro pronto se convertiría en una práctica estándar en la atención cardíaca en todo el mundo, reduciendo efectivamente la tasa de mortalidad de los pacientes con enfermedades cardíacas.
Regreso a Argentina y a la Fundación Favaloro
A pesar de tener numerosas ofertas para quedarse y trabajar en Estados Unidos, Favaloro regresó a Argentina en 1971. Estaba comprometido con mejorar la atención médica en su país, donde buscaba llevar cirugía cardíaca y atención médica avanzada a la población argentina. Con esta misión, estableció en 1975 la Fundación Favaloro, en la que se centró en brindar atención médica accesible y de alta calidad, realizar investigaciones avanzadas y capacitar a una nueva generación de médicos. Ubicada en Buenos Aires, la fundación se convirtió en una de las principales instituciones de cardiología y cirugía cardiovascular de América Latina, ganando reputación internacional por sus rigurosos estándares médicos y contribuciones científicas.
Sin embargo, dirigir una fundación de este tipo en Argentina no fue una tarea fácil. La inestabilidad económica del país y la falta de apoyo gubernamental para la atención médica hicieron que a Favaloro le resultara difícil conseguir una financiación adecuada. Favaloro también estaba profundamente desanimado por la corrupción sistémica que observó, que contrastaba marcadamente con sus estándares éticos.
Un final trágico y un legado duradero
El 29 de julio de 2000, René Favaloro se quitó la vida. Su suicidio conmocionó a la nación y al mundo, revelando el precio personal que le habían cobrado sus luchas financieras y frustraciones con la corrupción sistémica. La muerte de Favaloro atrajo la atención generalizada sobre las difíciles condiciones que enfrentan los profesionales de la salud argentinos, especialmente aquellos que se esfuerzan por trabajar por el bien público.
El legado del Dr. Favaloro sigue vivo a través de la Fundación Favaloro, que aún hoy continúa brindando atención y educación médica de vanguardia en Argentina. Su invención de la cirugía de derivación de arterias coronarias sigue siendo una piedra angular de la atención cardíaca y salva millones de vidas en todo el mundo cada año. Su vida y obra ejemplifican lo mejor de la innovación científica y el compromiso con la salud humana, de todos los humanos, y no solo de quienes pueden pagarlo.
En un mundo actual en el que se glorifica la riqueza material y el individualismo cínico, en el que se idolatra y premia a los groseros, a los corruptos y a los inmorales, a influencers vanales o a los nacidos en cuna de oro, René Favaloro, ilustre nativo del barrio El Mondongo de la capital bonaerense, es un faro que ilumina nuestra lenta marcha hacia una sociedad más ética, en la que cada corazón tiene la misma importancia y merece el mismo cuidado y la misma compasión.¤