El dulce de membrillo casero es imbatible.
Nada que ver con el que compramos en el súper.
Antes que nada, debemos lavar bien los membrillos. A continuación, los pasamos a una olla grande, los cubrimos con agua y llevamos a ebullición.
Cuando hierva, bajamos a fuego medio y los dejamos cocinando unos 40/45 min. (dependiendo del tamaño de los membrillos). Pasado el tiempo, los retiramos con cuidado y los dejamos enfriar un tiempo prudencial, para no quemarnos. Los pelamos, le quitamos el corazón y cortamos la pulpa en pequeños trozos.
Pesamos la cantidad, y de lo resultante, tendremos que utilizar el 80% de ese peso en azúcar. En mi caso, la pulpa pesa 850 gramos, así que emplearé 680 gramos de azúcar para hacer el dulce de membrillo.
En una olla grande y plana, vertemos la pulpa de membrillo y añadimos todo el azúcar.
Removemos y cocinamos a fuego bajo/medio. Poco a poco, el azúcar se irá integrando con la fruta.
Luego de aproximadamente 10 minutos, con el azúcar totalmente disuelto, usamos una batidora o un pisa papas para hacer una mezcla más fina. Para esta cantidad de membrillo, tendremos que cocinarlos aproximadamente una hora.
Cocción final del membrillo casero
Debemos remover de vez en cuando con una cuchara de madera o similar (nunca metálica) para que no se pegue al fondo, y para que se vaya cocinando de una manera más homogénea. La pulpa se irá espesando y oscureciendo según pasen los minutos.
Cuando la cuchara se mantenga por sí sola clavada en el dulce, el mismo habrá alcanzado la textura adecuada. En este punto, si desea una consistencia más fina, puede batir por un par de minutos más.
En cuanto a los recipientes para el molde, es aconsejable usar recipientes de vidrio, bajos y anchos.
Vertemos directamente la pulpa en ellos, tapamos y los dejamos en la heladera unas 24 horas. De esta manera alcanzará la consistencia y textura adecuadas.¤