El año pasado, mucha gente en todo el mundo pensaba que el 2021 iba a ser mucho mejor, principalmente los que vivían en naciones como Estados Unidos, quienes confiaban en una enérgica campaña de vacunación para frenar el coronavirus. El 2021 no empezó muy bien, sobre todo a causa de una tremenda segunda ola del coronavirus en el hemisferio norte que causó miles de muertes
Las campañas de vacunación se demoraron un poco por distintos motivos, pero para mediados de año, países como Estados Unidos y los países europeos, que habían comprado suficiente cantidad de vacunas, empezaban a mostrar números sanitarios mucho mejores que permitieron la reapertura de todo tipo de actividades económicas. Hoy, la cepa Delta sigue generando muchos contagios y temores, especialmente en Estados Unidos, pero muchas cosas han vuelto a algo que se parece a la pre pandemia, y para mucha gente el 2021 es mejor de lo que fue el año pasado.
Pocas vacunas, muchas restricciones
En abril, cuando comienza en Argentina la segunda ola del coronavirus, era muy poca la gente vacunada, y se contaba ya con un apoyo popular menor a las restricciones, que habían sido demasiado severas el año anterior. El resultado fue que el coronavirus pegó muy fuerte en Argentina durante este año y es muy difícil argumentar que lo que va del 2021 es mejor que lo que fue el 2020. Los números sanitarios hasta ahora han sido terribles. Lo único mejor- para muchos- es que en general las restricciones en Argentina disminuyeron, haciendo la vida más soportable. En este momento hay una baja de casos, la típica disminución que genera el virus por sí mismo. No se sabe por cuánto tiempo, y a pesar del progreso de las campañas de vacunación en agosto, sigue siendo relativamente poca la gente que tiene las dos dosis necesarias para defenderse de la cepa delta.
En definitiva, más allá del discurso optimista de algunos políticos, son tantas las incógnitas de la situación sanitaria argentina que lo único que podemos decir es que ahora calculamos que cualquier mejora en Argentina va depender de cosas positivas que pasan en el exterior, como más disponibilidad de vacunas, mejores remedios, etc.
La economía en caída
La economía en Argentina ya venía mal, y la política de encierros de 2020 fue un golpe durísimo. Ahora existe un rebote técnico, producto de las reaperturas, pero no se ve en el país el tipo de recuperación que se ve en otros países de la región. Son muchas las cosas en Argentina que disgustan a los inversores privados: la elevada presión impositiva, las restricciones cambiarias, las leyes laborales, los problemas en la justicia, la falta de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional… y el actual gobierno argentino no parece interesado en solucionar estos problemas.
En fin, siempre puede aparecer algo que modifica la situación. El país merece mejor destino. Pero, a decir verdad, el panorama no es muy bueno. ¤