Hace un par de meses El Suplemento se transformó en una revista “bicentenaria”. No, no es que los héroes de la Independencia argentina fundaron nuestra publicación. Hablamos de los 200 números ininterrumpidos en los que, mes tras mes, la revista argentina llega a todos los lectores del sur de California a través de su edición impresa, y a todo el mundo gracias a nuestra página de Internet.
A lo largo del tiempo, pero muy particularmente en los últimos años, la pregunta que nos hacían (y nos hacíamos) era ¿hasta cuándo durará la edición impresa en un mundo que corre hacia lo digital? Nuestra respuesta fue siempre la misma: mientras haya lectores que “le hagan el aguante” a la revista en papel, El Suplemento estará, como cada principio de mes, en las mesas y revisteros de los negocios argentinos, y llegará puntualmente por correo a las casas de nuestros fieles suscriptores para que la disfruten como siempre.
Los gurúes de la tecnología vienen advirtiendo desde hace tiempo que las versiones impresas de las revistas y periódicos tienen los días contados y que quien no se adapte desaparecerá sin pena ni gloria. Y la verdad es que es difícil encontrar argumentos técnicos que contrasten tal afirmación. Los costos de producir y distribuir una edición impresa son cada vez más altos; es imposible igualar la inmediatez de la noticia online, sus posibilidades de agregar contenido visual e interactivo, y acceder a datos que se pueden acumular y guardar por años y sin que ocupen lugar. Sin embargo, en los últimos tiempos hemos visto cómo varias publicaciones importantes que decidieron dar el paso hacia lo estrictamente digital han fracasado rotundamente. El caso más notable es el de la conocida revista Newsweek, que tras anunciar el fin de su publicación impresa tuvo que dar un paso atrás y volver al papel. Otras, como la Teen People, muy popular entre los adolescentes estadounidenses, directamente se fundió. Un destino similar le aguardaba a la Gourmet magazine, entre otras.
Con esto no queremos decir que las publicaciones online no pueden ser exitosas ni que las impresas estarán en los kioscos para siempre. No se trata de un empecinamiento obtuso de una generación que no creció con un iphone en la mano sino leyendo el Clarín en el balcón de su casa. Pero para quienes han gozado durante más o menos años de la lectura de un libro de Borges o Cortázar, para quienes se han maravillado con los mapas y fotos de las enciclopedias y atlas de tamaño gigante en la mesa de una biblioteca pública, o esperado ansiosamente la edición dominical de su diario favorito para palpitar los clásicos del fútbol o la del lunes para revivir los partidos con sus amigos en el café de la esquina, las publicaciones impresas nunca desaparecerán. Revistas como El Suplemento resisten gracias a los encantos del papel, el aroma de la tinta, la textura de las páginas… y la pasión que le ponemos cada mes para conectar a la comunidad argentina en California y acercarnos a nuestra Argentina, aunque a veces nos lastime.
Comenzamos este 2017 tan fuertes como siempre, desde la revista en papel que hoy tiene en sus manos, y desde nuestra edición digital, ahora con una nueva plataforma, más moderna, rápida, y vistosa. Usted elija la que más le gusta. No importa si es impresa o digital; El Suplemento sigue firme junto a los lectores por otro año de pensar juntos el futuro del país (o más bien, de los dos países) que nos une. Feliz año, y gracias por seguir formando parte de nuestra familia. ¤