¿Se acuerda del 2003 cuando asumió la presidencia un hasta entonces ignoto gobernador santacruceño? Fueron dos o tres meses de intensos cambios, anuncios, guiños hacia un lado y bajadas de pulgar hacia el otro. Así como hizo Néstor Kirchner cuando llegó a la Casa Rosada vía Eduardo Duhalde, el flamante presidente Mauricio Macri apretó el acelerador ni bien se hizo de la banda y el bastón presidencial, este último, dicho sea de paso, no sin los tira y afloje con la mandataria saliente que son de público conocimiento.
Es que así debe hacerse, dicen los que saben; escribir la historia rápido mientras la efervescencia del triunfo sigue alta, sobre todo con lo que implique gestos hacia diferentes sectores. Kirchner lo hizo recibiendo a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en una de sus primeras reuniones oficiales; Macri, de la misma forma, le abrió las puertas a Félix Díaz y el resto de los representantes de las comunidades qom, quienes acampaban desde hace meses en el centro porteño y que por años venían reclamando en vano una reunión con Cristina para solucionar el tema de las tierras y la marginación en el norte argentino. También recibió a Raúl Castells, uno de los “grandfathers” del movimiento social piquetero, quien, a diferencia de tantos otros, nunca se acomodó con ningún gobierno ni se enriqueció con dádivas, y cuyos reclamos nunca habían sido tomados en cuenta por la anterior gestión.
Sin embargo, la medida más controversial de estos primeros días de gobierno macrista ha sido la designación por decreto de dos jueces para completar la Corte Suprema de Justicia, que había quedado con tan solo tres miembros tras las jubilaciones de Raúl Zaffaroni y Carlos Fayt. “Era importante darle a la Corte la capacidad de trabajar como corresponde con dos personas indiscutibles, que además de ser juristas muy importantes y reconocidos, no tienen amistad ni relación con el presidente”, declaró Macri. En efecto, lo que se ha cuestionado no han sido los jueces Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, dos reconocidos constitucionalistas de probada trayectoria, sino que los haya designado por decreto, cuando, según expertos, contaba con otras opciones. Macri también intervino la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y de la Autoridad Federal de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (AFTIC), dos organismos reguladores de medios, otra medida que muchos periodistas, incluso algunos que apoyaron su candidatura, cuestionaron por apresurada y suelta de papeles.
Y así, con esta vorágine de medidas, el flamante presidente caminó los últimos días del 2015 antes de viajar a Villa La Angostura a descansar durante las vacaciones navideñas junto a su familia.
Quizás la noticia más alentadora de estos días es que tras el levantamiento del cepo cambiario, los mercados se mantuvieron calmos, no hubo ninguna corrida cambiaria, y el precio del dólar se mantuvo alrededor de los 14 pesos, que es lo que sus economistas estimaban. Con una economía endeble, pero con buenas expectativas a corto plazo, millones de argentinos de aquí y allá comienzan a andar este 2016 con la esperanza de que este sea el año del despegue definitivo.
Estimados lectores, anunciantes, y colaboradores, les deseamos a todos un 2016 lleno de salud, felicidad y paz. ¤