La controversia sigue
Sr. Director:
Resulta paradójico que al lector Adrián Miranda no le importe mi opinión, pero se esfuerza en darle mayor contenido a la suya. ¿Para qué? Ratifica lo escrito y dice no estar errado porque el experto “Carlitos” Avilas nunca le respondió. Será quizás que en realidad es porque no merece respuesta. Si Adrián leyera la revista El Suplemento encontraría que en el mes de abril, página 31, Avilas habla de “Maravilla” y en una parte (después de la pelea con Chávez), escribe textualmente “demostró ser el mejor en su peso”. En el número de mayo también habla de su próximo rival, Jim Murray, invicto en 30 peleas (según Miranda, “el paquete”), aunque su record no lo presenta así.
Segunda paradoja: espera la opinión de Avilas, pero si no le es propicia, no le importa. ¿Sirve la opinión calificada o no?
Y la despedida con los guantes bajos, no es por los pantalones, es porque con la cintura sobra para un rival tan limitado.
Me despido de Ud con un saludo a los cuatro costados como “Maravilla” lo hace cada vez que gana.
Para la revista tengo que hacer un descargo y reconocer que es verdad que sus enviados tomaron “vino picado” en mi pueblo, pero eso fue posterior a vaciar las 4 bodegas de vinos estacionados de primera calidad. Respecto a la comida, la salmonella se produjo porque se llevaron de todo a la pensión y lo guardaron en el ropero (¡avarientos!) Con respecto a la bacteria del cólera, al desconocer su nombre, no tienen una causa ya que no se puede calificar la prueba.
Para la próxima festichola ya di instrucciones de no contestar llamadas del staff de su “pasquín gorrión”.
Un abrazo.
Roberto Alzola
Anaheim, CA
ES: Estimado Alzola, usted no invite... pero después, si gracias a una investigación periodística de este “pasquín gorrión” terminan procesados usted y varios miembros de su familia, no empiecen a hablar de “medios destituyentes” y giladas por el estilo. Y para despedirlo a usted, no necesitamos ni un movimiento de cintura: lo asustamos con la mirada.
Filosofando
Sr. Director:
Como científico jubilado, me llamó la atención su editorial del mes de septiembre 2013, la cual me brinda la oportunidad de darme el gustazo de escribir en el idioma educacional de mis raíces argentinas. Y como al final indica que Uds. están escuchando, aprovecho la oportunidad de expresar mi opinión sobre lo expuesto en la misma.
Es una coincidencia interesante que Ud. usa analogías de orden cósmico incluyendo el pensamiento taoísta, ya que tengo en imprenta mi último libro de ciencia ficción “The Cosmic Factor” (El Factor Cósmico), cuyo manuscrito lo tengo también traducido al castellano, aunque será publicado en inglés primero. Al final del libro, como corolario, publico como autor una Hipótesis Cósmica sobre la Historia del Conocimiento Popular Humano en el Tiempo, a saber:
“La Historia del Conocimiento Popular Humano en el Tiempo tiende a imitar la Espiral Logarítmica de Nuestra Galaxia, La Vía Láctea”. Como Ud. bien dice, nuestros cuerpos tienden a seguir los ritmos del Universo. Sin embargo, Eric Fromm, o quien sea, se equivoca, en mi opinión, al decir que nuestro cuerpo lucha por regresar a la naturaleza. Nuestro cuerpo tiende en realidad a “perpetuarse” genéticamente y por instinto (como los animales y aún los virus) a través de la reproducción y la mutación; al mismo tiempo buscamos el amparo y la emigración para perpetuar la especie. No combatimos las fuerzas naturales, sino que la usamos para nuestro beneficio.
No estoy de acuerdo tampoco con su interpretación taoísta. El taoísmo nos enseña a fluir con la naturaleza usando nuestra inteligencia, no en ir en contra de ella. Por ejemplo: si encausamos el cauce de un río para el regadío, estamos incorporando nuestra inteligencia al flujo de la corriente. Si usamos injertos de plantas competentes, estamos fluyendo con la naturaleza. En cambio, si violamos la intimidad sagrada de la genética, combinando genes de animales con vegetales, o insectos; estamos fluyendo contra la corriente de la naturaleza, como la creación de semillas o animales genéticamente modificados (GMO). Tales son los casos del maíz y la soja GMO que Monsanto introdujo en el agro argentino, con consecuencias impredeciblemente desastrosas como ya se está viendo.
Por último, sí, el Universo se sigue expandiendo y todo cambia. Podríamos decir que la Creación Divina todavía continúa. Mientras tanto el ser humano sigue, por instinto de preservación, investigando el Universo y dándonos la pauta de que somos seres migratorios cósmicos quienes, como las aves migratorias, en el futuro emigrará por las estrellas para perpetuarse y en busca de sus raíces cósmicas.
Norberto C. Pautassi
Whittier, CA
ES: Estimado Norberto, el filósofo Eric Fromm, tal como lo mencionamos en la Editorial, no habla del deseo del “cuerpo” por regresar a la naturaleza, sino del ser en su conjunto que ha perdido tal conexión a causa de la separación impuesta no solo por la tecnología que modificó nuestra forma de vida, sino también por las normas morales y éticas que las nuevas sociedades fueron creando. Por otra parte, en ningún momento decimos que el taoísmo propone ir “contra la naturaleza”, sino, por el contrario, adaptarse a los cambios naturales; en este caso, el de la nueva temporada otoñal. Gracias por comunicarte con nosotros y suerte con el libro. ¤