Un multifacético pianista
Ángel Domingo Emilio D'Agostino había nacido un 25 de mayo de 1900 en Moreno, provincia de Buenos Aires. Fue pianista, compositor y director de orquesta. Para algunos críticos, D'Agostino desempeñó en el tango un rol de segunda línea en comparación al reconocimiento musical que tuvieron otras grandes orquestas de la época, como la de Aníbal Troilo, Osvaldo Fresedo, Carlos Di Sarli o la de Juan D'Arienzo.
Pero pese a toda opinión o comentario, el talento de Ángel D’Agostino también marcó un suceso en aquella aclamada era musical.
En 1943, fue premiado en la audición Ronda como “Mejor Director de Orquesta”, ganando en esa ocasión un dinero desorbitante.
También se dice que su éxito se debe a su labor orquestal, mientras otros sostienen que su fama va más allá, porque además de su relevante condición de pianista, el compositor se destacó en la escala de valores que sellaron la época dorada del tango y su éxito se impuso en las distintas generaciones tangueras que nunca dejaron de admirarlo.
Talento desde la cuna
D'Agostino marcó un estilo único que acentuaba cuando la orquesta sonaba con la delicada voz de su cantor Ángel Vargas, apodado “El Ruiseñor de las Calles Porteñas”, y también otro arquetipo de esa era dorada.
Como dijera Luis Adolfo Sierra: “Fue el éxito de un binomio que logró imponerse en el momento de mayor afluencia de grandes figuras del tango”.
D’Agostino, fue un multifacético pianista que sin haber cumplido seis años había comenzado a estudiar música en el Conservatorio, convirtiéndose allí en un alumno sobresaliente de habilidad rápida para dominar el instrumento.
Con tan solo diez años participó en actuaciones públicas y eventos sociales, y luego cursó su primer año del Colegio Nacional donde inició una temporada de teatro infantil con Bianchi y Juan D'Arienzo, con quienes se conocieron de muy jóvenes y sin tener todavía la popularidad obtenida, tocaban juntos en un trío. En 1912 ya tenía su orquesta y participaba de huelgas y marchas estudiantiles.
A pesar de que sus estudios musicales fueron eminentemente clásicos, el tango llegó de la mano de Manuel Aróztegui y Alfredo Bevilacqua, quienes, entre otros destacados, visitaban su casa.
A los dieciocho años tocó en el Jockey Club y un año después en el Teatro Esmeralda.
En 1920 formó su primera orquesta de tango y jazz y fue contratado por el cabaret Palais de Glace. Entre sus músicos estaba Agesilao Ferrazzano, a quien el propio D'Agostino consideraba el mejor violín que tuvo el tango.
En 1921, trabajando en el Royal Pigalle y el Ópera, lo convocaron de París para actuar, pero no quiso concretar el viaje.
Por ese entonces, D'Agostino manifestó: “Fue así como me definí por la música, abandonando definitivamente el colegio; a los catorce años era pianista de Saturnino Unzué y en esa temporada toqué con la orquesta del violinista Eduardo Armani. Me gustaba el tango; yo de pibe lo escuchaba en casa. Justamente en 1915, al lado de Armani, vivía Firpo y ahí comencé a tratar a otros músicos de tango”.
En la época del cine mudo su orquesta fue una de las pioneras que tocaba en los cines para animar las veladas. Pasaron por sus filas Juan D’Arienzo, Anselmo Aieta y Ciríaco Ortiz.
En 1932 se conocieron con Angelito Vargas y ese mismo año realizaron juntos algunas actuaciones hasta que en 1934 D’Agostino formó su primera orquesta de puro tango, con el cantor Alberto Echagüe, los bandoneonistas Jorge Argentino Fernández y Aníbal Troilo, y el violinista Hugo Baralis (hijo).
En 1936 ya actuaba en el “Chantecler”, que en ese momento era el cabaré de mayor categoría de las noches porteñas.
Por otra parte, en 1938/39, Ángel Vargas, que había participado en la grabación de algunas canciones en la Orquesta Típica Victor, asume la notoriedad absoluta cuando en 1940 ingresa como voz principal a la orquesta de Ángel D'Agostino.
Contratados por Pablo Valle para Radio El Mundo comenzaron a grabar para el sello RCA Victor, realizando 93 grabaciones entre 1940 y 1946. Con la orquesta también grabaron 18 temas con Tino García, más un dúo con Miguel Cané, con quien graba nueve temas, con Raúl Lavié, Roberto Alvar, y con Ricardo Ruíz, con quien graba el tango Cascabelito, que en muchos discos aparece erróneamente como cantado por Vargas. Las mismas constituyen una obra esencial del tango de aquellas décadas tan aclamadas. (Fuente: Néstor Pinsón y Ricardo García Blaya)
Ángel Vargas permaneció en la orquesta durante seis años, dejando joyas valiosas para el género. Ese mismo año, Eduardo Del Piano pasa a la formación de Ángel D'Agostino, tras el retiro de Alfredo Attadía. En este breve lapso Ángel Vargas se retiró de la orquesta y luego volvió a reintegrarse al poco tiempo, pero su continuidad con D'Agostino duró hasta el 10 de septiembre de 1946, fecha de su última grabación con la orquesta.
Luego el cantor se marcha a la provincia de Mendoza para actuar en Radio Aconcagua contratado por cinco meses. En 1947, Vargas inició su carrera como solista acompañado por la orquesta de Eduardo Del Piano.
En 1946, D'Agostino sumó a la orquesta a un nuevo cantor, , hermano de Antonio García, un bailarín y bandoneonista.
Entre los años 1951 y 1957, también Rubén Cané se incorpora a la nueva orquesta de D'Agostino, compartiendo el escenario con los vocalistas Tino García y Ricardo Ruiz.
Un mujeriego de la noche porteña
D'Agostino fue un notable personaje del Buenos Aires de antes. Era un soltero empedernido y jugador de póker habitué en el Club del Progreso, un destacado lugar en donde asistía la alta burguesía. Con el compositor Enrique Cadícamo forjaron una sólida amistad, a tal punto que hay versiones de un pacto entre Cadícamo y D'Agostino, quienes se habían comprometido a no casarse jamás; ambos eran mujeriegos, bohemios y salidores nocturnos que no querían estar sujetos al compromiso. Ambos forjaron una sólida amistad, hasta que Cadícamo rompió el pacto a sus cincuenta y tantos, cuando se casó con una joven veinteañera. A partir de ese momento, D'Agostino se alejó por completo de su amigo, no dirigiéndole más la palabra.
Del repertorio consagrado por la orquesta mencionamos el tango “Tres esquinas”, cuya letra pertenece a Enrique Cadícamo en la composición musical de D'Agostino y Alfredo Attadis.
El tango fue grabado por primera vez para RCA Victor en la voz de Angelito Vargas el 24 de julio de 1941. Entre otros tangos que inmortalizó la voz de Vargas destacamos “A pan y agua”, “Mano Blanca”, “De corte criollo”, “De pura cepa”, “El cornetín del tranvía” y “La Mariposa”, entre otros.
El 16 de enero de 1991, Ángel D'Agostino falleció muy solo entre todos sus recuerdos, rodeado de su música. Había sido muy admirado y querido, hasta por Eva Perón, quien le regaló un reloj despertador de diseño único que hoy pertenece a la colección del destacado coleccionista Héctor Lucci.
*José Ángel Lomio, conocido artísticamente como Ángel Vargas, nació en Buenos Aires, el 22 de octubre de 1904, falleciendo muy joven en la misma ciudad el 7 de julio de 1959.
Fuentes consultadas: Néstor Pinsón - Ricardo García Blaya.
Colección TANGO/un siglo de historia. – Todo Tango.
Restauración de fotografía: Cortesía FQ ¤