CONTAME UN CUENTO PAPA
El término de su mandato como Presidente de la Nación no ha sido óbice para que Carlos S. Menem siga motivando comentarios sobre su controvertida vida. Pero esta vez la que habló fue nada menos que su hija, Zulema Eva Menem.
Zulemita concedió una entrevista, en el estudio que ella misma instalara en la Av. Figueroa Alcorta, frente a la cancha de River, para uso de su padre al concluir el mandato presidencial. Estudio que no llegó a usarlo dado que su "entorno" (Kohan) le organizó otro.
Sentada en un sillón de cuero negro, Zulemita acaricia una carpeta de cuero que perteneció a Carlitos. Mira con ternura unos dibujos que le había dedicado a su padre. "Aquí tiene las cosas que estaban en la Casa Rosada, sus retratos, sus adornos, sus cuadros. Mudé cada cosa.
Los ojos de Zulemita se llenan de lágrimas. Y se quiebra cuando sintetiza en una frase todo su dolor: "Antes abría los ojos y miraba por los ojos de él. Ahora no, me defraudó. Gracias a mi padre, hoy no creo en nadie. Para el Día de la Madre, en esa fecha especial, recibí un regalito. Mamá estaba conmigo en Miami y al entrar en Internet para escuchar las noticias, me entero del compromiso de mi padre. Ahí decidí que se acababa todo. Porque uno puede hacer las cosas bien o mal.
¿Y que es lo que hizo mal su padre?
Me mintió. Me enteré del romance por la prensa. No tolero el engaño, él me dijo que era una más. Recuerdo que un buen día me dijo que se iba a cazar "con zeta" y cuando volvió de viaje le comenté que estaba muy quemado. ¿Nevó?, le pregunté y me contestó que le había tocado un tiempo espectacular. Me contó que había cazado un ciervo. A los dos días salen las fotos en la revista "Caras". Fui y le dije, "no me mientas, si te fuiste a Miami y sabías que te habían fotografiado. ¿Para qué la mentira?. Me Pidió perdón y me prometió que no iba a volver a ocurrir. A los pocos días me dijo que tenía que ir a Chile por razones de política y lo veo en la casa del presidente chileno con esa mujer. Otra vez me sentí para el diablo, engañada. Los otros días enciendo la televisión y veo a mi padre inaugurando su página de Internet. Allí nosotros no existimos. Pero aprieto un botón y aparece la foto...de Bolocco. Yo fui quien le enseñó computación. Hasta le revisaba los discursos cuando viajábamos.
¿Siente que su padre la defraudó?
Me defraudó. Me siento mal. No es justo, no hizo las cosas bien. Me fui a vivir tres meses a los Estados Unidos y nunca supo dónde estaba viviendo.
¿El romance con Cecilia Bolocco fue decisivo para irse a vivir fuera del país?
No digamos el romance de Cecilia Bolocco porque a mi lo que menos me importa en esta situación es Cecilia Bolocco. Ella está hoy, mañana no sé. ¿No pensó que tal vez su padre no se animó a decirle la verdad? Mi papá se animó a decirme cosas peores. Para mi no tiene trascendencia el romance.
¿Lo perdonará?
No. La única forma de volver a hablar con él es que recapacite. El resto no me interesa. Lo peor ya pasó. Saber perdonar es una gran virtud, pero hay que ganarse el perdón. Escuchar a un hombre de setenta años que quiere tener un hijo... A mi se me cae la cara de vergüenza... Así sea con Bolocco o con Mongo. ¿Cuantos años tiene para criarlo?¿Le va a dejar el hijo para que lo críe el próximo marido?. Primero que averigüe donde están los restos de mi hermano, después si tiene un hijo, que averigüe si es de él. Y tercero que cuide a la hija que tiene.
¿Y si realmente está enamorado?
Para llegar adonde él llegó, es difícil querer a alguien. Quiero dejar en claro que la presencia de ella o de cuarenta rubias más no me interesa. Hoy porque se llama Cecilia Bolocco y mañana se llamará María Pérez. Yo como hija tengo la obligación de ser el equilibrio entre mi mamá y mi papá, como cuando vivía mi hermano. Mi mamá está buscando el cadáver de Carlitos, y no puedo permitir que mi papá esté de cachengue. ¿Usted le preguntó a su padre si quería tener otro hijo? Si, y me contestó: “Qué voy a estar trayendo hijos a los setenta años.” Ya no puedo creer ni en el aire que respiro. ¿Qué hago? Me arruinó la vida. El que miente es mi papá. Cuando mi padre estaba terminando el gobierno pensaba que al fin lo iba a tener por un ratito. No me acuerdo si comí una vez a solas con él. Y decís, pucha no tiene tiempo, pero después lo ves en Mallorca, Miami, Costa Rica, Chile y nunca tuvo dos días para irse a Anillaco conmigo. Ella dijo que entendía su situación porque también había perdido a un hermano y que eso la afligía. Ella podría entender mi situación si a su hermano lo hubieran matado... Su hermano murió en un accidente. A mi hermano le quitaron la vida. Son cosas distintas.
Si la llama, ¿sería capaz de atenderlo? No. Ahora viene mi cumpleaños, las fiestas, y estas cosas no se arreglan de un día para otro. Lo escuché cuatro veces pidiéndome perdón por esta situación. Si hasta me hizo pelear con mi mamá, para fin de año haciéndome creer que ella no quería arreglarse con él. Ella me decía que no le crea. Tenía razón: mi padre y Bolocco aceptaron que hace un año que salen, o sea que en enero estaban resaliendo mientras a mí me hacía creer que se quería reconciliar con mamá. Su padre dijo que si Carlitos viviera hubiera aceptado su relación de noviazgo. Eso me dolió. Si Carlitos viviera ya lo hubiera agarrado del cogote. Si dijo eso es porque no lo conocía bien a mi hermano. ¿El planteo, es ella o usted? No. El sabe cuál es el planteo desde que empezó esta relación. ¿Podría seguir con Bolocco y amigarse con usted? El sabe. ¿Entonces Zulemita? Nunca podría aceptarla a ella, jamás.
LAS SOLEDADES DE UN EX PRESIDENTE
El día 15 de diciembre pasado el ex presidente Carlos Menem contemplaba melancólicamente el bucólico y maravilloso paisaje de Bariloche coloreado en blanco de nieve, azul de cielo limpio y la policromía del Nahuel Huapí, desde una ventana del privatizado Llao-Llao. Había sido invitado a un torneo de golf y allí estaba. Su ánimo no era el mejor pues le angustiaba la situación por la que vive en la relación con su hija, la otrora "Primera Dama", Zulemita. Sobre todo al conocer las declaraciones de su hija a la prensa. Lo único que podía compensar este estado, era la presencia de su novia. "Es un lugar ideal para estar juntos", le dijo por teléfono. "Te mando un avión para que llegues el viernes y nos quedamos hasta el domingo" Y así fue. El viernes a las cuatro de la tarde hacía su entrada en el lobby del hotel Cecilia Bolocco. Al otro día Menem participó del torneo, día de frío y con pertinaz llovizna, jugó los 18 hoyos sin parar. Al término, Cecilia, que acostumbra a dormir hasta las 2 de la tarde, lo estaba esperando. Eran las tres de la tarde y juntos tomaron sopa caliente en el club house.
Luego el ex Presidente concedió entrevista a los periodistas y en donde contestó a las incisivas preguntas. Ellas tuvieron que ver con los problemas que lo enfrentan con su hija. También comentó sobre el dolor que le causa la ausencia de Carlitos, hecho que le hace ver las festividades de fin de año como algo diferente a lo que fuera. En política comentó que el día 9 de diciembre "llamé por teléfono a George Bush" y le dije "que duerma tranquilo, que el triunfo era suyo". Y así fue. Antes de la ceremonia pienso reunirme con su padre George y su mujer Bárbara, con quién tenemos una gran amistad. Luego de la conferencia siguieron cena, encuentros sociales y a descansar. Durante la conferencia desmintió que fuese a haber compromiso y casamiento. El tiempo dirá.
PARA EL DIEGO LO QUE ES DEL DIEGO
Después de consultar con su amigo y avisar para no caerle por sorpresa a quien quería comentarle un asunto que le preocupaba, subió a su auto, acompañado por el amigo, su esposa y sus hijas. A las diez y media de la noche, llegó a la casona de Olivos, donde ya lo estaban esperando. Hola campeón, ¿Y tu chica? Bien, Diego, todo bien. Claro, Diego, el visitante no es otro que "El Rey del Fútbol del Siglo" Diego A. Maradona y quien lo recibía, Antonio De la Rúa, hijo del Presidente de la Nación. Cual si fuera un visitante que llega a casa de un conocido, así llegó y así fue recibido. Se comió pizza a pedido de Diego y la reunión transcurrió dentro de esos términos. La conversación giró casi exclusivamente, obviamente, sobre la vida de Diego, sus anécdotas dentro del fútbol y hasta le detalló al Dr. De la Rúa sus dos goles contra Inglaterra. También habló sobre su estadía en Cuba y su recuperación, donde el corazón ya funciona a un 75% de su capacidad.
Recordó también con afecto a Fidel Castro, quien lo visita periódicamente en el Centro de Rehabilitación. Entrado en el tema de la compulsa efectuada a través de Internet, Diego no quería viajar, dado que opinaba, con razón, que de acuerdo a las reglas de juego impuestas por FIFA, el resultado había sido favorable a él con un 53,66 %, segundo Pelé con 18 % y tercero Alfredo Di Stéfano. Por si fuera poco, el día 11 de diciembre, en el sitio On Line de "Lance", un medio deportivo brasileño, Maradona ganaba cómodamente con el 76,84% de los votos contra el 14,14% de Pelé. Y otra compulsa . Horas antes de la ceremonia en Roma, la RAI, pidió que los televidentes respondieran la misma pregunta que había hecho la FIFA: ¿quién es el mejor jugador del siglo?. Bastaron 45 minutos. De dos mil votos Maradona otuvo el 75 %. Estos dos últimos datos los hemos agregado para aseverar el disgusto de Diego y sus deseos de no asistir a la entrega de premios y tener que compartir lo que le correspondía por derecho bien ganado. Se divagó sobre el tema, se hicieron conjeturas, pero al final entre intercambios de regalos, camisetas firmadas al Presi, libros "Soy el Diego" autografiados por el autor, alguna broma sobre la novia de Antonio De la Rúa, y las fotos se fue terminando la noche. El Presidente y su esposa se retiraron a descansar. Antonio y su hermano se quedaron departiendo un rato más, luego acompañaron a sus visitantes hasta el auto deseando suerte e invitando a Diego a un picado para el día siguiente, día en que Diego viajaba. Ø