Piero Della Francesca (Nota 3ra.)

En la “Flagelación de Cristo", conservado aún hoy en Urbino, hay un paralelismo temático entre las dos escenas. Los tres personajes de la época son el hermanastro de Oddantonio de Montefeltro y dos de sus consejeros. El joven príncipe está entre esos dos malvados que en la conjuración de los Serafini de 1444, lo llevaron a la ruina y a su muerte. Por eso están flagelándolo idealmente, igual que hicieron los romanos con Jesucristo y que se representa en la escena sagrada del fondo en posición secundaria. Piero calculó esta obra con rigor matemático, como lo demostró analíticamente Rudolf Wittkower, haciendo un teorema perspectivista desarrollado al máximo extremo. Tomó como módulo la barra negra que aparece sobre el personaje barbudo. Para aumentar la grandiosidad de las figuras el eje horizontal está muy bajo y el central divide en dos partes el cuadro y coincide con el final de la fuga de las columnas. Esta división del cuadro en dos partes hace de ellos dos cuadros independientes. Este procedimiento será aplicado también en "La Invención de la Cruz" pintado en el coro de San Francisco de Arezzo, comenzado en 1452. Es evidente y cargado de consecuencias, que en las "historias dobles" (no sabemos si Piero las hizo aceptando una imposición de los comitentes, o si siguió su propio impulso de apego a la tradición) Piero aplica el método medieval (ya repudiado por Giotto, pero que le sobrevivió) de narrar en una misma escena dos tiempos sucesivos de la leyenda. Acentuando el eje central de la composición (también haciéndolo a veces coincidir con un elemento vertical y arquitectónico o de otra Índole) Piero consigue dos fines distintos, parcialmente contradictorios entre si: el de unificar, espacialmente las escenas respecto de un único punto visual y al mismo tiempo, el de separar claramente un episodio después del otro.
Y la consecuencia involuntariamente revolucionaria es que, para el espectador que mire, según requiere la narración, un episodio después del otro, éstos resultaran como hemos dicho cuadros independientes entre sí, construidos, por primera vez en la historia del arte, según un punto dé vista que ya no corresponde, como es norma en la perspectiva de Brunelleschi (y de Alberti) al centro del cuadro, sino que está desplazado a un extremo.
El siguiente paso seré escoger, un punto de fuga que se sitúe no ya en las márgenes del cuadro, sino fuera de él (por lo general debajo). Pero a este paso Piero no se decidirá nunca aunque también en este aspecto, se encuentra al principio del camino que conduce al Veronés.

Con opiniones de Giovanni Previtali. Ø