El mediático economista pasó, casi sin escalas, de la TV a la Casa Rosada
El balotaje de las elecciones presidenciales de la Argentina, celebrado el pasado 19 de noviembre, fue ganado por Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza, con el respaldo absoluto del ex presidente Mauricio Macri y la ex candidata presidencial Patricia Bullrich, ambos del PRO.
La victoria de Javier Milei, un economista liberal, ha sido considerada como una sorpresa por casi todos, ya que su partido político es nuevo y no ha tenido una presencia significativa en la política argentina hasta ahora.
El resultado de las elecciones se produce en un momento en que Argentina se enfrenta a varios desafíos económicos y políticos. Uno de los mayores desafíos para la nueva administración será cómo producir una devaluación monumental del peso para que valga lo que debería valer de acuerdo a todas las variables económicas.
Este paso sería “sincerar” el precio real de la moneda nacional, de acuerdo al eufemismo que se utiliza diariamente por todos los medios de comunicación. Esto es algo que el actual gobierno del presidente Alberto Fernández no tuvo la valentía de realizar, porque, mediante artilugios económicos, actualmente en la Argentina existen muchos valores de cambio que son un ejemplo de la locura que se vive en el país en materia cambiaria. Por eso, a la fecha coexisten, entre otros, estos tipos de dólares: Dólar oficial mayorista, Dólar oficial minorista (BNA), Dólar solidario, Dólar blue, Dólar MEP, Dólar CCL, Dólar cripto, Dólar futuro, Dólar tarjeta, Dólar Qatar, Dólar soja, Dólar Coldplay y Dólar lujo.
La depreciación ha llevado a una inflación de más del 150% anual y ha afectado negativamente la vida de los argentinos y argentinas a la par que la economía del país se encuentra semiparalizada por falta de dólares para importar productos imprescindibles.
Nueva etapa, los mismos desafíos
El nuevo gobierno de Milei asegura que tomará medidas radicales para abordar este problema y estabilizar la economía. Para ello, es muy probable que unifique el tipo de cambio, algo que indudablemente agravará los padecimientos para los ciudadanos que se ubican en los estratos más pobres, que ya superan al 50% de la población total. Este sismo económico también incluirá a la clase media tradicional, que ya se encuentra en vías de extinción.
Indudablemente, el nuevo gobierno tendrá que lidiar con un problema adicional, debido al contraste que se producirá cuando intente ordenar la economía.
Esto debido a que el actual ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa, se encargó de despilfarrar miles de millones de dólares en asistencialismo y prebendas para intentar ganar las elecciones. Esto ha llevado a una situación inédita, en la que el ajuste que se avecina sucede a una fiesta de subsidios y exenciones nunca vistas anteriormente, por lo que podría considerarse que se pasará del cielo al infierno sin escalas, haciendo mucho más penosa la transición. Para el 80% o 90% de la población, esto no será algo agradable.
El nuevo gobierno tendrá que tomar medidas para abordar estos problemas y restaurar la estabilidad económica del país. Será interesante ver cómo el gobierno de Milei aborda estos desafíos para poder cumplir con las expectativas de la población argentina.
El dólar en la mira
La nueva administración indudablemente deberá implementar una batería de resoluciones económicas dolorosas para enfrentar los desafíos actuales. La unificación del tipo de cambio es solo una de las muchas iniciativas que se anticipan en un intento de estabilizar la economía. Sin embargo, esta decisión no está exenta de controversias, ya que se prevé que genere dificultades adicionales para los estratos más vulnerables de la sociedad, incluida la ya diezmada clase media.
La situación actual de Argentina, marcada por una inflación anual superior al 150%, ha dejado una profunda huella en la vida cotidiana y la economía del país. La promesa de abordar este problema y restaurar la estabilidad económica será un desafío monumental para el nuevo gobierno. Se espera que las medidas de ajuste y las reformas estructurales impacten significativamente en diversos sectores, y la transición de la abundancia de subsidios y exenciones hacia un panorama más austero no será nada fácil.
Como ya dijimos, Sergio Massa, como ministro de Economía, ha dejado un legado de gastos desmedidos en un intento desesperado por ganar las elecciones. La tarea de revertir esta situación y equilibrar las finanzas públicas será una tarea compleja que el gobierno de Milei deberá abordar con precaución. La transición de políticas asistencialistas a medidas más rigurosas puede causar tensiones y descontento en la sociedad.
El futuro es incierto
El nuevo gobierno enfrenta la difícil tarea de enderezar la economía argentina en un contexto de desafíos económicos y políticos. La implementación de medidas efectivas y equitativas será crucial para lograr la estabilidad y satisfacer las expectativas de la población, aunque también es probable que genere una feroz y despiadada resistencia y críticas por parte de los sectores kirchneristas derrotados en las urnas.
La Argentina se encuentra en una encrucijada, y el rumbo que tome en los próximos años será fundamental para determinar su futuro económico y social.
Una muestra de la enorme crisis que se avecina se produjo la primera semana posterior a las elecciones, cuando la mayoría de los productos de la canasta básica aumentaron casi un 50%.¤