¿Qué tan grande debe ser nuestra ingesta antes de ir a dormir?
Hay innumerables investigaciones que se contradicen. Es mejor comer más en el desayuno, continuar con un buen almuerzo, comer liviano en la cena, no comer carbohidratos después de las 3 de la tarde, que debemos comer tres ingestas al día e incorporar snacks, cinco pequeñas ingestas al día es lo recomendable, nada de carbohidratos, saltear el desayuno… En fin, hay tanta información que realmente es confuso.
Partamos desde un punto muy elemental: ¿Qué necesita realmente nuestro cuerpo? ¿Cuáles son nuestros hábitos y son éstos buenos para nuestro cuerpo? ¿Podríamos mejorarlos? ¿Deberíamos mejorarlos? ¿Nos haría bien mejorar esos hábitos incorporados?
Siempre, en todo lo que hacemos en nuestra rutina cotidiana, hay oportunidad para explorar nuevos hábitos para sentirnos mejor.
Cada cuerpo es muy distinto a los demás
• Si nuestro cuerpo tiene la predisposición de tener el azúcar alta en la sangre, tenemos que cuidar las ingestas de carbohidratos procesados y aquellos alimentos con gran contenido de azúcar.
• Si nuestro cuerpo tiene la tendencia a tener el colesterol elevado, tenemos que considerar comer aquellos alimentos que no tengan tanta grasa saturada (carne y sus derivados) y las frituras.
• Si nuestro cuerpo tiene la tendencia a retener agua, prestemos atención a aquellos alimentos con alto contenido de sodio (especialmente todo lo que viene envasado y envuelto en un papel metálico).
Lo que mejor le sienta a nuestro cuerpo es ingerir la última ingesta una hora y media antes de ir a dormir. Recordemos que si cenamos cerca de la hora que nos vamos a dormir, lo más probable es que no tengamos tiempo de hacer actividades físicas. Si llegamos a la hora de la cena con un “hambre voraz”, eso significa que no hemos comido lo suficiente durante el día. “Aguantarse” para comer hasta el horario de la cena no servirá de nada, ya que ingeriremos más calorías de las necesarias contribuyendo de esta manera a un aumento de peso. Este sería un hábito que deberíamos considerar cambiar.
Lo que realmente funciona a la hora de la cena
• Comer alimentos que no tengan tanto contenido calórico para evitar un exceso de peso a largo plazo.
• Si comemos aquellos alimentos con alto contenido calórico (espaguetis con salsa de tomate y albóndigas, por ejemplo), tratemos de comer con moderación.
• En moderación: una copa de vino tinto en la cena es bueno por sus antioxidantes (si existe un cuadro clínico, evitar el alcohol).
• Si nos queda tiempo, después de la cena, salir a caminar por 30 minutos, cosa que ayudará a balancear los niveles de azúcar.
Entonces, ¿qué tan grande tendría que ser nuestra ingesta a la hora de la cena? La respuesta: lo suficiente para irnos a dormir sin sentir malestar en el estómago. ¤