Polaridad de Opiniones
Sr. Director:
El redactor Rodolfo Spadano menciona correctamente al comienzo de su artículo sobre el Arca de Noé (El Suplemento de mayo) que la historia no es para tomarla en serio literalmente. Sin embargo, dicha historia no es una fantasía como él lo indica, sino una “copia” que los judíos le hicieron a las tabletas encontradas en la ciudad bíblica de Ur (hoy sur de Irak) conocida como La Historia Épica de Gilgamesh, que datan de unos 2,000 años AC. La mayoría de los teólogos y arqueólogos tienden a aceptar que dicha historia fue copiada y agregada a los papiros del Génesis (950 –540 AC) con el fin de predicar que hay un solo Dios, y no muchos como se expresa en Gilgamesh. Aparentemente, los judíos copiaron esta historia durante su cautiverio Babilónico en 597 AC. Es curioso ver la similitud de ambas historias.
Me resultó interesante comprobar la sabiduría de El Suplemento al publicar la polaridad de opiniones entre el Sr. D. Avila y la del Sr. A. Romero en las cartas de El Suplemento de junio: el primero, ateo y el segundo, misionero cristiano. Con mi experiencia de jubilado científico por un lado, y como maestro bíblico en un hogar convaleciente de drogadictos, alcohólicos y ex-convictos por otro, comprendo ambas opiniones.
Si me limito a mis conocimientos de ciencia solamente, me inclino a la opinión del Sr. Avila, ya que podría encontrar varias razones para no creer en Dios. En ciencia todo se analiza por causa y efecto, donde todo proviene de algo. O sea, si Dios creó el Universo, ¿quien creó a Dios para que pueda crear al Universo? Algo que el Sr. Avila llama “desconocimiento.” En mi humilde opinión y experiencia, la fe religiosa es el resultado de la experiencia personal de cada individuo que no se puede comprobar con métodos puramente científicos.
El Sr. Romero, en segundo lugar, se expresa primordialmente en términos literalmente bíblicos sacados fuera del contexto, lo cual, nuevamente en mi humilde opinión, no es correcto, ya que la Biblia tiene muchas inconsistencias literales.
La Biblia, para el creyente, es el resultado de la inspiración Divina, pero escrita por hombres, quienes describen un mismo evento desde sus puntos de vista que pueden variar. Como ilustración, digamos brevemente que un accidente en una esquina donde dos coches chocaron, cuatro testigos, uno en cada esquina, vio el accidente de una manera distinta de los otros tres. El hecho factual importante es que los dos coches chocaron de cualquier manera. La Biblia debe ser interpretada por sus enseñanzas contextuales. Dichas enseñanzas tienen aparentemente el común denominador de amor y compasión hacia la humanidad. Es interesante mencionar que la famosa regla de oro (no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a tí) está implícita en todas la mayores religiones predominantes. Para el budismo, la mayor virtud es la compasión; para el cristianismo, el amor.
En mi experiencia, pienso que toda exploración subjetiva hacia la posibilidad de la existencia de un Principio Creador del Universo (Dios) debe hacerse con una actitud humilde y no con arrogancia.
Sinceramente,
Norberto C. Pautassi
ES: La polaridad de opiniones ha sido siempre una constante de El Suplemento. Gracias, Norberto, por comunicarte con nosotros.
Para Don Juan son puros cuentos
Sr. Director:
Cuando yo era niño me contaron que tres reyes magos que venían del Oriente me traerían un juguete una vez al año... Yo, contento con los regalos, nunca pregunté por qué esos tres hombres se tomaban ese trabajo. Pero un día me enteré que era un cuento.
Después vinieron otros: un carpintero llamado Gepetto fabricó una marioneta que cada vez que mentía le crecía la nariz... y los cuentos se fueron sumando: Caperucita Roja y el lobo feroz... la Bella Durmiente del Bosque... Blanca Nieves y los siete enanitos... Ya más grandecito siguieron Tarzán con su mono travieso, El Superhombre y su vuelo supersónico, Flash Gordon en un mundo fantástico... todos cuentos.
Y siguieron: Adán y Eva (hechos con barro) y sus dos hijos Caín y Abel (que nunca se pusieron de acuerdo); Jonás y la ballena que se lo tragó y como no lo pudo digerir lo vomitó a los tres días; un hombre que con su varita mágica dividió el mar y luego se pasó cuarenta años conduciendo a todo un pueblo a través de un desierto (¡cuarenta años! ¿No había brújulas en aquellos tiempos?); un pastor que fabrica un trasatlántico y mete a su familia y tres millones de animales, agua y provisiones para cuarenta días y luego espera el regreso de una paloma para desembarcar y repoblar al mundo . . . y entre Esopo, Campoamor y Samaniego me entero de animales que hablan, tocan instrumentos musicales y de hombres que vuelan y qué se yo cuantas cosas increíbles y fantásticas...
¡Pero hay más!: Una paloma deja embarazada a la mujer de un carpintero y el hijo de esa hazaña increíble puede caminar sobre las aguas, resucitar a un muerto, convertir en vino el agua, y con solo tres peces y tres panes alimentar a una muchedumbre...
Hoy tengo 81 años, y mientras recapacito sobre todo lo oído desde mi infancia deduzco que al ser humano ¡le encanta escuchar cuentos!
Juan Arc
Glendale, CA
ES: Y aquel del loro y la monja, ¿se acuerda don Juan?
El demonio que faltaba
Sr. Director:
Respondo a la carta de José Ruben (El Suplemento de junio), de quien debo decir que en un principio me pareció una persona de buen razonamiento y criterio, tras coincidir plenamente con su visión de los tristes años de la Argentina de los 70. Ahora promete votarme en las próximas elecciones, y eso me reafirma que es inteligente.
Pero… siempre hay un pero. El Sr. Ruben invita a Néstor Fantini a colaborar en mi campaña... generosamente podría hacer lo mismo con Boudou, De Elía, Bonafini, Oyarbide y algún otro que me sepulte en los cómputos. ¿Busca acabar con mi carrera política (que es mi único sostén económico), y encima quiere una tajada?
Por favor, José, agradezco tu interés, pero voy a pegar mis carteles, voy a pintar paredes, a elaborar mis (falsas) promesas y voy a disfrutar de los frutos de mi esfuerzo “solo”.
Un abrazo y cuidate, porque si algo te pasa... es un delito que prescribe.
Más vale intendente rico que ciudadano honesto.
Roberto Alzola
Anaheim, CA
ES: Estimado intendente, algo nos dice que la honestidad de su nuevo slogan no concuerda con sus actos de gobierno. En fin, algunos sueñan con terminar en la historia como Winston Churchill, y otros... como Nicolae Ceausescu. ¤