Cuentas pendientes
Sr. Director:
Hasta el día de hoy fueron siete las personas atacadas con la modalidad de linchamiento. Nos dicen que esto ocurre porque a la sociedad le faltan valores, pero esta es la misma sociedad que hace años espera que alguien la escuche.
En lugar de eso, tenemos un Tribunal que libera a un cura violador. Un cura que abusó sexualmente en reiteradas ocasiones a chiquitos de la calle; chiquitos que hoy son hombres y reciben un nuevo cachetazo por la injusticia que les genera más violencia interna.
A pesar de marchas y reclamos, seguimos viendo todos los fines de semana a conductores ebrios que lastiman y matan; nos damos vuelta y ellos ya están conduciendo.
Como respuesta a nuestra paciencia tenemos a un grupo de “expertos” que pretende cambiar a nuestro Código Penal por otro más light, más benévolo y con menos capacidad de restaurar los valores que ahora dicen esta sociedad perdió.
La Justicia por mano propia no es la solución a absolutamente nada. Por eso, el declarar la Emergencia en Seguridad crea ciertas expectativas. Por lo menos es alguna respuesta a todos estos reclamos. Pero quedan temas por debatir: las cárceles siguen siendo depósitos humanos, la mayoría de los jueces ni siquiera leen las causas y liberan a violadores y asesinos, los menores que delinquen no son responsabilidad de nadie... La sociedad espera respuestas; los que perdimos a un ser querido no queremos que nuestro dolor se repita. Ya llevo la foto de mi hijo muerto colgado de mi cuello en una pancarta. No me pidan que lleve dos.
Viviam Perrone, mamá de Kevin Sedano
Buenos Aires, Argentina
ES: Estimada Viviam, gracias por escribir, y como siempre seguimos apoyando tus esfuerzos para mejorar la seguridad vial en Argentina.
Un solo demonio
Sr. Director:
Recojo el guante y expreso mi opinión: estoy totalmente de acuerdo con el Sr. José Rubén (Cartas y Más Cartas, El Suplemento de Abril). Los montoneros no eran víctimas inocentes, sino verdaderos victimarios, pero de sus víctimas no se habla, como tampoco del secuestro, tortura y muerte del General Aramburu. Yo le pregunto al Sr. Fantini y a los estudiantes latinos ¿qué hacen viviendo en este país entre los yanquis que tanto odian? ¿Por qué no se van a Cuba? No son tontos ¿verdad? Y para terminar... ¿de qué Dictadura Militar hablan? Para mí y para miles como yo, no hubo ninguna.
Lloremos por Argentina, porque estos delincuentes la están destruyendo.
Ana María Funes
Laguna Hills, CA
ES: Estimada Ana María: el señor Néstor Fantini ofrece nuevamente su opinión en su nota de este mes (página 24). Igual no entendemos muy bien tu razonamiento de que no hubo ninguna dictadura, ¿Cómo deberíamos llamar a una junta que toma el poder por la fuerza de los tanques y gobierna sin la Constitución ni los derechos civiles mínimos? ¿No es esto mismo lo que se le reprocha a Cuba? Un abrazo y gracias por escribir.
Negocios, violencia, derechos humanos...
Sr. Director:
¿Son ustedes familiares de Fariña o de Elaskar? Hacer negocios “discretos” con ustedes garantiza el anonimato… hasta que sale la revista, claro.
Referente a la carta de Ricardo Diamante (que por su apellido debería ser amante del baseball), se dirimen dos violencias: la del football americano es dentro de la cancha y la cifra mencionada por el redactor Spadano (5.500 jugadores lesionados graves), exime de todo comentario. En nuestro fútbol, la violencia se da en las tribunas donde se manifiesta en locura. Un consejo: el ping-pong es más sano. Y si comparamos el ajedrez con las damas... Ricardo, ni lo pienses, la pasás mejor con una bella y complaciente dama.
En cuanto a la carta de José Rubén, adhiero 100% a sus dichos y agrego: los derechos humanos siempre miran un solo lado de la historia, actúan políticamente y son ciegos en países donde actúan los poderosos. Por ejemplo, en China.
Un abrazo.
Roberto Alzola
Anaheim, CA
ES: Estimado intendente, usted no sabe las bataholas que los hooligans arman en las calles de Shanghai cuando se disputa el clásico de ping-pong entre Kung Fu Jr. y los Noodle Plate...
Sobrepoblación y holocaustos
Sr. Director:
Aparentemente el Sr. W. A. Álvarez y yo no nos entendemos. Tampoco quiero perpetuar este cambio de opiniones en El Suplemento. Por lo tanto, al final voy a dejar una de mis direcciones electrónicas en caso de que el Sr. Álvarez deseara continuar respetuosamente esta esgrima de intercambios constructivos. Como científico y escritor retirado, me encantan las correspondencias amigables. O sea, me voy a limitar solamente a tratar de aclarar la neblina de nuestra falta de entendimiento.
En primer lugar, el Sr. Álvarez cita en su última respuesta a mis comentarios, donde digo que la sobrepoblación es la “única” razón que explica el extremo salvajismo de un ser humano hacia otro. Mientras que en mi respuesta digo que la raíz de los problemas socio-económicos del presente residen, en su mayor parte, en la sobrepoblación, pero no como razón única. Esto se debe a que el Sr. Álvarez indica en su primera nota “Cataclismo de valores” que “estamos siendo testigos” de dicho cataclismo, dando ejemplos relativamente actuales de los mismos; mientras que en los ejemplos de su última carta, se remonta a los tiempos de las pirámides, Atila, etc. Al mencionar a Hitler, introduce el término holocausto que no había hecho en su primera carta.
Por lo tanto, en segundo lugar, el Sr. Alvarez, esta vez le da un nuevo giro aclaratorio de tipo filosófico a su tema: ¿cuál es la misma naturaleza humana que se manifiesta en la destrucción de otros seres humanos en todo los tiempos, al punto extremo de llegar a holocaustos? Esto es una invitación a explayarse en el tema, que me encantaría continuar privadamente con el Sr. Álvarez.
Respetuosamente,
Norberto C. Pautassi
ES: Estimado Norberto, esperamos que la discusión no los lleve al aniquilamiento total de ambos. Saludos. ¤