De mano en mano
El doctor le pide una muestra de esperma a un hombre de 85 años como parte de su chequeo anual, por lo que le da un frasco y le dice: - Lleve este frasco a casa y tráigalo mañana con la muestra de esperma.
Al día siguiente el hombre de 85 años vuelve al consultorio del doctor y le entrega el frasco que se encontraba tan vacío y limpio como el día anterior.
El doctor le pregunta que pasó y el hombre le explica:
- Primero intenté lograr el cometido con mi mano derecha y nada. Después traté con mi mano izquierda y nada. Luego le pedí ayuda a mi esposa. Ella trató con su mano derecha, después con su mano izquierda y aún nada. Ella dijo, ya sé cómo. Probó con su boca, primero con los dientes puestos, después tratp sin los dientes y aún nada. Vino mi suegra y dijo: “¿A mí me van a enseñar?” Mi suegra probó un buen rato en posiciones distintas y no hubo caso. Incluso llamamos a Susi, la vecina de al lado, y ella también trató, primero con las dos manos, luego debajo del brazo y hasta apretando entre sus rodillas pero aún nada. El doctor estaba en estado de shock:
- ¿Usted se lo pidió a su suegra y a su vecina?
Y el anciano contestó: - ¡Sí Doctor!... ¡y ninguno de nosotros pudo abrir el maldito frasco!
¡DURO, DURO!
Un viejito visita al médico, quejándose de su impotencia.
- Doctor, ¿qué puedo hacer para combatir la impotencia?
El doctor, al verlo muy acabado y para sacárselo pronto de encima, le dice: - Mire, abuelo, si quiere tener buenas erecciones, coma mucho pan.
Así que el viejito entra en la primera panadería que encuentra y pide 5 kilos de pan.
La vendedora extrañada le pregunta: - ¡Qué bien, abuelo! ¿Familia numerosa?
- No, hijita, vivo solo.
- Entonces, ¿va a organizar alguna reunión?
- No, hijita, para nada.
- Perdone la curiosidad -insiste la vendedora- pero, ¿para quién compra tanto pan?
- Pues es sólo para mí.
- Pero, para usted sólo es mucho pan. ¡Se le va a poner duro!
- ¡Ah, picarona! ¿Vos también sabías el truco?
FÁBULAS Y ENSEÑANZAS
DEL TORO Y LA HORMIGA
Resulta que un día un toro cayó en un pantano de arenas movedizas. En ese momento pasaba una hormiguita con su camioneta 4x4 y oyó los gritos del toro, así que salió con una cuerda y ató el rabo del toro por un lado y el paragolpes de la 4x4 por el otro y sacó al toro de las arenas movedizas. El toro le estuvo eternamente agradecido y prometió ayudarla en lo que le necesitara. Pasaron los meses hasta que un día el toro pasó por el mismo sitio y vio a la hormiguita en igual situación y pidiendo auxilio.
Así que el toro alcanzó a la hormiguita con su rabo y la sacó de allí.
Moraleja: Si tienes un buen rabo, no necesitas una camioneta 4x4.
DE LA RANA
Una rana iba en una vía de tren, estaba jugando y presumiendo de sus lindas nalgas frente a otras ranas, cuando pasa el tren y le corta las nalgas. Al darse cuenta de lo que pasó, y desesperada se pone a buscarlas. En eso pasa otro tren y le corta la cabeza.
Moraleja: No pierdas la cabeza por un par de nalgas, por más lindas que sean.
NI EN EL CIELO
Después de una larga enfermedad, una mujer muere y llega a las puertas del cielo. Mientras espera por San Pedro, ella ve a través de las rejas a sus padres, amigos y todos los que habían partido antes que ella, sentados a una mesa, apreciando un banquete maravilloso. Cuando San Pedro llega, ella le comenta:
-¡Qué lugar tan lindo! ¿Cómo hago para entrar?
- Yo voy a decirte una palabra. Si la deletreás correctamente la primera vez, entrás; si te equivocás, vas directo al infierno, respondió San Pedro.
- Ok, ¿cuál es la palabra?
- AMOR.
Ella la deletreó correctamente y pasó por los portones.
Un par de años después, San Pedro le pidió a la mujer que vigilase los portones por ese día. Para su sorpresa, aparece su ex marido.
- ¡Hola, qué sorpresa! – dice ella. ¿Cómo estás?
- Mirá, he estado muy bien desde que falleciste... Me casé con aquella bella enfermera que te cuidó y a la que tanto odiabas, gané la lotería y me hice millonario. Entonces vendí la casa donde vivíamos y compré una mansión en el barrio alto que siempre te gustó. Viajé con mi nueva esposa por Europa, Asia y Oceanía. Estábamos de vacaciones en Los Alpes justamente cuando decidí esquiar. Me caí, el esquí me cayó en la cabeza y aquí estoy. ¿Cómo hago para entrar querida?
- Yo voy a decirte una palabra. Si la deletreás correctamente la primera vez puedes entrar, si no, vas directo al infierno, respondió ella.
- OK, ¿cuál es la palabra?
- ¡SCHWARZENEGGER!
Moraleja: Ni muerto le podés decir toda la verdad a tu mujer, pues corrés el riesgo de vivir en un infierno el resto de tu existencia.
ÚLTIMO DESEO
Paco era un gallego que tenía un gran amigo argentino, Juan. En un viaje que hiciera Paco a su tierra natal, sufrió un infarto y murió. Juan se entera y decide tomar un avión e ir al funeral de su amigo en Galicia.
Al llegar al lugar donde estaban velando al muerto, Juan nota que junto al cajón se encuentra un tarro enorme lleno de crema facial y lo más curioso es que los dolientes, luego de darle el pésame a la madre de Paco, introducían la mano dentro del pote y luego procedían a embarrar al difunto.
Juan, por respeto, decide hacer lo mismo, pero fue tanta su curiosidad que se acerca cuidadosamente a la madre del difunto, y en voz baja le pregunta:
- ¿Por qué los deudos le están untando crema a Paco? ¿Fue por alguna petición especial o es una tradición acá en Galicia?
La anciana le da una mirada de consternación y le contesta:
- ¡Qué, Ud. no sabía que Paco pidió que lo cremasen?
Moraleja: Sea claro y preciso al dejar instrucciones. ¤