Gabriel Lerner

Lugar de residencia:
Los Angeles

Háblenos de su profesión:
Soy el editor de La Opinión, el mayor diario en español de Estados Unidos; está sobrellevando muchísimos cambios para servir mejor a sus lectores y a la comunidad en un período dificilísimo para la prensa escrita. Antes trabajé para el Huffington Post como el editor de Voces, su sitio en español, y antes otra vez en La Opinión. Soy periodista.

¿Cuándo llegó a Estados Unidos?:
En 1989.

¿Qué es lo que más le gusta de este país?:
Mucho. El respeto. Las  distancias interminables y sin embargo manejables. Las oportunidades que todavía persisten para avanzar. Su existencia como imán para todos los pueblos, sean refugiados y pobres o empresarios e inversionistas. La posibilidad que tiene para los latinos y otros grupos y que se acepte la diversidad de la gente y sus creencias. La comida local, no.

¿Qué cambiaría?:
Algunos aspectos de la cultura y la historia reciente - los últimos 150 años con su legado de esclavitud - que hacen que algunos glorifiquen la ignorancia, consideren la intolerancia como una virtud y practiquen el racismo como ideología.

Rincón preferido del sur de California:
Mi casa en el Este de Los Angeles. O donde esté en el futuro próximo. Además de eso, muchísimo: la cascada Switzer en el bosque Los Angeles, la peatonal de Santa Mónica; más al norte el bosque de secoyas que me recuerda Los Arrayanes en el sur argentino. Y el restorancito frente a mi oficina que tiene un segundo piso donde puedo relajarme y tomar un café fabuloso que hace una pareja ya mayor de vietnamitas que vino de Francia. Simbolizan Los Angeles.

¿Qué es lo que más extraña de Argentina?:
Las callecitas de Buenos Aires. Lo que ya no vuelve. Mi familia que ya no está, mis amigos que se diluyeron y esfumaron. Las memorias de mi infancia y primera juventud. El optimismo fabuloso de tiempos pasados. En el terreno real, que el último restorán tiene mejor comida que el primero de aquí.

¿Por qué cree que Argentina debería ser nuevamente una potencia?:
Potencia, no lo creo. No hace falta. Es más realista y genuino pensar en un país como el de mis abuelos, que crecía, integraba inmigración, se desarrollaba culturalmente. Pero yo, a la distancia y el tiempo, la quiero y añoro como sea.

¿Por qué cree que estamos como estamos?:
Porque no son suficientes los que se organizan para que las cosas cambien, que se unen con otros para generar mejoras, que se ofrecen como líderes.

Los tres argentinos más ilustres de nuestra historia:
Maradona, Messi y René Favaloro.

Hobbies:
Escribo, es mi pasión. Después, tocar la guitarra: es que soy argentino.

¿Tango, folclore o rock?:
Nací en el tango y el folclore, pero soy del rock. Eso sí, del viejo. O sea, el bueno.

Un libro:
Uno que mi hijo menor que está de visita acaba de encontrar en mi biblioteca en su versión en inglés: La Noche de Los Tiempos, de René Barjabel. En inglés lo llaman The Ice People.

Una película:
1900, de Bernardo Bertolucci. Porque me gusta la historia, que es lo que estudié, por la genialidad de los actores como Robert de Niro, Gerard Depardieu, Dominique Sanda o Donald Sutherland, y porque muestra la política como la trenza que es.

Película argentina favorita:
La Tregua, porque trajo la Argentina a los Oscars de 1974 y me llena de orgullo porque la dirigió mi tío Sergio Renán.

Actor:
De Niro, Tom Hanks, Brando.

Actriz:
Michelle Pfeiffer, qué divina. Poderosísima. Y Meryl Streep, magnética.

Una canción:
Cerca de la Revolución, de Charly García.

Un héroe/heroína de la vida real:
Los vi esta semana recibiendo un premio de CARECEN: los carwasheros o lavacoches. Los inmigrantes, cada uno con su historia, multiplicada por millones.

Un sueño realizado:
En primer lugar, el hecho que mis cuatro hijos son hombres de bien. Mucho más abajo: ser el editor de La Opinión.

Un sueño por realizar:
Para la gente latina, la reforma migratoria. Para mí, terminar un par de libros que dejé de escribir. Y viajar a Buenos Aires. ¤