En 1926 aparece Don Segundo Sombra.
El autor de esta novela había nacido en Buenos Aires un 13 de febrero de 1886 en el seno de una acaudalada familia porteña. Su infancia la pasó en Europa, y cuando en 1890 regresó su familia a Buenos Aires, su vida aquí se repartió entre la casa en plena ciudad y en la estancia "La Porteña" en San Antonio de Areco. Ricardo Güiraldes siguió con sus viajes a Europa y allí encontró a una argentina, Adelina Del Carril, con la que se casó en 1913 y que fuera su apoyo en todos los sentidos.
Por entonces despertó en Güiraldes su vocación literaria, leyendo las letras francesas que por entonces evolucionaban a tendencias extrañas: intimismo, surrealismo y otras que lo atrajeron en el período formativo, marcándole huellas imperecederas.
Se inició con "El Cencerro de Cristral" y "Cuentos de Muerte y Sangre", ignorados por la crítica y el público, aunque Leopoldo Lugones reconoció al narrador nato y exquisito que palpitaba en Ricardo Güiraldes.
Luego siguieron "Raucho" (1917), autobiografía de sus días de niñez y juventud y que cuenta el enfrentamiento de un mozo argentino con lo europeo.
Un factor persistente en su obra es la subjetividad, siempre está él en sus obras, no como autor, lo que sería natural, sino como actor.
Continúa su obra con "Rosaura", (1917) y con "Xamaica", recuerdos de viajes (1923). Al fin, con "Don Segundo Sombra" (1926), escrito en primera persona, está el autor de cuerpo entero, desde el inicio hasta el final.
En sus viajes encontró siempre lo mismo: el paisaje dominado por la era industrial y su herramienta fundamental, la producción en cadena. Los hombres y las mujeres constituían un engranaje, una pieza más de las fábricas y empresas. O sea, había nacido la sociedad de masas. Las personas perdiendo su identidad para sumarse a la multitud.
Con su obra, Ricardo Güiraldes propuso al lector recuperar su identidad perdida. Ser Uno en lugar de Muchos.
Creando un lenguaje universal, el gaucho y la pampa perdieron su encierro y se sumaron al bagaje literario de las gentes de cada rincón del planeta.
Ha dicho Jorge Luis Borges que Don Segundo Sombra es un poema algo elegíaco sobre los gauchos. También se ha sostenido que es la mejor novela criollista. Más allá de una u otra opinión, lo que podemos afirmar sin temor a equivocarnos es que Don Segundo Sombra es aún la mejor novela gauchesca de nuestra literatura. ©