Humor • Enero 2007

Se ecuentran dos opas y uno le dice al otro:
- Hola, ¿qué te pasa que venís tan contento?
- Es que recién vengo del médico especialista y me dijo que me quedan seis meses de vida.
- ¿Sí? ¿Entonces por qué estás contento?
- Porque como le dije que no le podía pagar, ¡me dio otros seis meses más!

Dos muertos se escapan de las tumbas a las 12 de la noche, y al salir del cementerio roban una moto. En eso, el que iba atrás le dice al que manejaba que lo espere un minuto. Entonces sale corriendo, con cuidado para no desarmarse, y al rato viene con la lápida de mármol bajo el brazo… Y le dice el otro muerto:
- Pero, ¿para qué traés esa lápida tan pesada?
- ¡Lo que pasa es que de noche no me gusta salir sin documentos!

El día de sus bodas de plata, la mujer le dice al marido:
- ¡Podríamos matar un corderito y hacer una gran fiesta para festejar nuestro aniversario!
- ­¿Matar un pobre corderito…? ¡Mejor matemos a tu prima que nos presentó!

Va un argentino a una farmacia en España…
-Buenas, me da un dentífrico “Cuélgate”, por favor.
-Será “Colgate” - le dice el farmacéutico.
-Qué, ¿vos también sos argentino?

Va una mujer al ginecólogo y éste, después de examinarla, le dice:
-Tengo dos noticias para darle. Una mala y una buena.
-Bueno, deme la mala primero.
-Tiene hongos…
-¿Y la buena?
-¡Son comestibles!

Un niño se traga un billete de 100 dólares y lo llevan urgentemente al hospital infantil. Lo ingresan en observación toda la noche. A la mañana siguiente llama la madre:
-Doctor, ­¿cómo está el niño?
-Sigue sin cambio, señora.

Un correntino que andaba mal de guita se mete a boxear. Empieza el primer combate y ahí nomás le ponen un piñazo que lo deja desparramado en el ring. El árbitro le empieza a contar: - 1...2...3...4...5...
Y en eso, la mujer del hombre, que estaba en la primera fila, le dice al arbitro:
-Oiga Don, ¡no le cuente más! A ése, la única forma de levantarlo es cebándole mates.

Un muchacho se va a sentar al lado de una viejita y ésta le dice:
-Tenga cuidado con los huevos m´hijo.
-Hay huevos en ese paquetito, señora?
-No, ¡alfileres!

El colectvo para en una esquina y un tipo le dice al chofer:
-Oiga, ¿me lleva a Caballito?
-¡Déjese de embromar, mi amigo!

Se encuentra un político dando su discurso para su nueva campaña, y justamente cuando va a decir qué problemas va a resolver, se oye un rebuzno de algún burro de las cercanías.
El político, enojadísimo, grita:
¿Quién hizo eso? ¿De dónde salió?
Y entonces alguien del público le dice:
No se preocupe, sólo es el eco.

Un día, en un restaurante, una señora empezó a gritar de repente:
- ¡Auxilio...! ¡Mi hijo se ahoga...! ¡Se tragó una moneda y no puede respirar...!
Un fulano se levanta de su mesa, agarra al chiquillo de los huevos y les da un fuerte apretón.
El chiquillo escupe inmediatamente la moneda.
El fulano regresa a su mesa y se sienta como si nada hubiera sucedido.
La mamá del niño, agradecida, se acerca a él y le dice:
- ¡Mil gracias señor, qué método tan efectivo...! ¿Es usted médico o trabaja en la Cruz Roja?
- No -responde el hombre -Soy Inspector de Impositiva.

Una pareja que tuvo su primera cita decide concurrir a un hotel alojamiento para concretar el comienzo de una relación amorosa.
Cuando están camino al hotel el caballero advierte que no lleva dinero en efectivo y acuerda con la dama que ella se haga cargo de los $300 que costaría la cita amorosa, y que al día siguiente él se los reintegra.
Efectivamente, al día siguiente tal cual lo prometido, el caballero decide enviarle un cheque a través de su secretaria, pero para que ésta no se entere de la relación que hubo entre los dos, le da a entender que el dinero es en pago por el alquiler de un departamento.
Sin embargo, decide enviar un cheque por sólo $200 en lugar de los $300 acordados, y le expone las siguientes razones:
"Estimada señora:
Le envío $200 en vez de los $300 acordados en pago del departamento que alquilé, pues esperaba otra cosa:
1) Esperaba un departamento sin estrenar.
2) Que tuviera calefacción.
3) Que fuera pequeño y resultó todo lo contrario, pues estaba usado, era frío y ancho.
Atentamente,
Sr. Disconforme."
Al recibir esto, la joven señora le contesta:
"Estimado caballero:
Le devuelvo su dinero pues en verdad no lo necesito, pero debo decirle con referencia a lo que dice su carta, que usted tenía que saber:
1) Que un departamento tan bonito no podía estar sin estrenar.
2) Que con seguridad usted no supo encender la calefacción.
3) Que yo no tengo la culpa de que usted no tenga suficientes muebles para llenar el departamento".
Atentamente,
La Dueña."†