El GEM fue creado en 1997 por el Babson College y el London Business School, con apoyo del Kauffman Center for Entrepreneurial Leadership de la Ewing Marion Kauffman Foundation. Su objetivo es reunir a los más destacados especialistas en el campo entrepreneur para estudiar la relación que existe entre la actividad emprendedora y el crecimiento económico de las naciones. Este estudio, que anualmente se lleva a cabo en más de 37 países, demostró que sin ningún lugar a dudas la actividad emprendedora contribuye al crecimiento económico. Por lo tanto, si los gobiernos fomentan la cultura emprendedora, los países obtendrán mayor bienestar económico.
Según el informe del GEM de 2002, en Argentina el porcentaje de emprendedores alcanzaba uno de los niveles más altos del mundo: un 14,2%. Este valor se ubica casi un 80% por encima del promedio del resto de los países consultados donde el promedio es del 8%. Con un alto porcentaje de la población con intenciones de emprender y recordando que “los emprendedores favorecen al país” muchas universidades, públicas y privadas, comenzaron a dictar cursos y seminarios destinados a la formación de emprendedores. Allí se brindan reglas, recomendaciones, recetas, caminos y fórmulas casi mágicas que ya fueron probadas exitosamente en el mundo desarrollado.
Lo más interesante es que muchas de estas universidades aseguran que todo argentino/a, de cualquier nivel económico, social y cultural, puede llegar a convertirse en un “emprendedor exitoso” siempre y cuando cumpla con estas recetas al pie de la letra. El único problema es que los disertantes siempre omiten aclarar algo de vital importancia: si emprender en nuestro querido país es lo mismo que emprender en un país desarrollado, en los que estas fórmulas fueron probadas con éxito. Como pareciera que el país donde uno reside no es de importancia, a casi todos los potenciales emprendedores argentinos normalmente se les enseña:
Las ventajas de ser emprendedor: Suele decirse que el trabajo duro y honesto es el camino que conduce al éxito. Sin dudas esto es bastante cierto. ¿Pero el éxito de quién? No es lo mismo ser emprendedor (trabajar para uno mismo) que empleado (empresas privadas), porque cuando llega el momento de la cosecha los beneficios no se reparten equitativamente. El empleado generalmente produce ganancias que van a parar a las manos de los dueños de las empresas, en cambio los emprendedores disfrutan de todos los beneficios producidos por su propio esfuerzo personal. Por este motivo no hay nada mejor que convertirse en emprendedor (ser dueño) de su propio negocio.
¿Cómo son los emprendedores?
En todo el mundo se realizaron estudios para identificar los rasgos característicos de los emprendedores. Uno de los resultados más confiables muestra que, externamente, no son personas diferentes a todas las demás. De allí que entre los emprendedores exitosos se encuentran hombres y mujeres, altos, bajos, gordos, flacos, jóvenes, maduros, ancianos, rubios, morochos, trigueños, negros, blancos, etc. Increíblemente los estudios cursados tampoco determinan el éxito a la hora de emprender: Bill Gates abandonó la Universidad de Harvard para fundar Microsoft y se convirtió en el hombre más rico del mundo.
Pero si ni el sexo, la apariencia física, la edad, o los estudios cursados determinan el éxito de los emprendedores ¿dónde está el secreto? ¿Los emprendedores tienen alguna característica especial?
En principio, los emprendedores tienen una actitud “diferente” hacia el mundo que los rodea. Una “mirada distinta”, por eso pueden ver oportunidades que otros no son capaces de descubrir. Pero lo más importante es que ellos hacen cosas que otros no se animan a hacer. Los emprendedores no son aquellos que tienen “excelentes ideas” (porque todos las tienen), sino que son aquellos individuos que las seleccionan y deciden hacer algo con ellas. Son los que cambian la realidad, los que hacen que las cosas sucedan, los que ponen manos a la obra. En vez de vivir soñando, los emprendedores viven sus sueños.
Otro elemento que los distingue es la “pasión”. Los emprendedores disponen de una inagotable “pasión” para llevar a cabo sus ideas. Están dispuestos a todo para alcanzar sus sueños. Tienen una enorme confianza en sus propias habilidades, y por eso ponen gran energía en alcanzar sus objetivos. Siempre miran hacia el futuro y toleran muy bien la ambigüedad y la incertidumbre. No hay nada que se interponga en su camino. Los niños pequeños que dan sus primeros pasos, son los mejores emprendedores del mundo, porque se caen y se levantan, se caen y se levantan, se caen y se levantan... hasta alcanzar su meta.
¿El emprendedor busca sólo el éxito económico?
No. Los emprendedores se involucran activamente en la realización de sus ideas debido a que su principal deseo es tener éxito en su emprendimiento. Este deseo va mucho más allá del dinero que puedan ganar con su proyecto. Para la mayoría de los emprendedores, el dinero es sólo una forma de evaluar si los resultados son adecuados o no. Su satisfacción interior pasa mucho más por el éxito de su emprendimiento que por la cantidad de dinero que han ganado. Por eso la palabra “emprendedor” no está relacionada únicamente con el “éxito económico”. Y de allí que se aplica a cualquier persona que diseña y logra poner en marcha un proyecto de cualquier índole: económico, político, social, cultural, etc.
¿Se puede aprender a ser emprendedor?
La respuesta tiene analogía con el fútbol: ¿se puede enseñar a jugar? Es claro que si hablamos de las reglas de juego, hasta el más torpe puede aprender y todo el mundo puede disfrutar de un partido entre amigos. Pero probablemente nadie pueda enseñarle a una persona cómo convertirse en mundialista, o cómo jugar en la primera de Boca. No obstante, lo que sí se puede hacer es darle elementos al emprendedor (o al futbolista) para que entienda cuáles son los factores más importantes de su carrera, y cómo hacer para mejorar. En otras palabras: nadie puede enseñarle a Maradona cómo ser Maradona, pero sí se le puede ayudar a jugar algo mejor.
Nada de mitos
Es muy importante dejar de lado la visión “mítica” de los emprendedores como personas especiales. La realidad indica que aún los emprendedores más exitosos son personas normales y con ideas comunes. Lo único que los diferencia es que están dotados de una gran “pasión”, mucha energía y la capacidad de ver oportunidades donde la mayoría de la gente no ve nada. Durante siglos los españoles buscaron oro en California, pero nunca lo hallaron, simplemente porque no supieron ver. Nunca miraron hacia el suelo.
Casi siempre estas clases finalizan con una extraordinaria “reflexión final”:
Todo aquel que desea convertirse en emprendedor nunca debe olvidar que en el único lugar del mundo donde la palabra “éxito” está delante de la palabra “trabajo”… es en el diccionario. Por lo tanto, lo que se enseña en Argentina es que con “pasión”, “trabajo” y siguiendo las reglas y fórmulas indicadas cualquiera puede convertirse en un emprendedor exitoso. ¿Pero esto es así?
Una lectura más precisa del informe sobre emprendedores indica que, en promedio, del total de la población emprendedora de los países estudiados por el GEM 2002, alrededor de dos tercios lo hace por “oportunidad” y un tercio por “necesidad”. Pero estos porcentajes varían enormemente entre los distintos países. Los emprendedores motivados por la “oportunidad” prevalecen en los países desarrollados, mientras que los emprendedores movidos por la “necesidad” representan hasta el 50% de los emprendedores en los países en desarrollo. En Estados Unidos, la actividad emprendedora por “oportunidad” es del 87% y sólo el 11% por “necesidad”. En cambio en la Argentina se produce el fenómeno inverso. En nuestro país las tasas de actividad emprendedora por “necesidad” son superiores al 50%. Junto con Brasil, Argentina es el país que mayor porcentaje de emprendedores por necesidad tiene. Más de 7 de cada 100 adultos está embarcado en un nuevo negocio porque no tiene otra alternativa. Las mujeres argentinas están entre las más emprendedoras del mundo. Argentina, con más de 11 mujeres de cada 100 que emprenden, se ubica en tercer lugar después de Tailandia e India. Cabe aclarar que la mayoría lo hace por “necesidad”.
Hace pocos meses, tres abogados expertos coincidieron en declarar en un foro de emprendedores que en los Estados Unidos es muy sencillo ser emprendedor y formar una empresa. En la Argentina eso es una tarea casi imposible, porque en nuestro país la legislación está destinada a impedir el surgimiento de nuevas empresas. Aquí existe la máquina de impedir. Como estos tres abogados trabajaron tanto en los Estados Unidos como en la Argentina, evidentemente sabían lo que decían.
He asistido a infinidad de cursos y seminarios sobre este tema y pude comprobar que la mayoría de los asistentes nunca logra realizar emprendimientos exitosos a pesar de seguir las reglas mágicas del mundo desarrollado.
Por eso, siempre tengo ganas de preguntar: Para ser un emprendedor exitoso ¿da lo mismo vivir en California que en Santiago del Estero?
¿Da lo mismo? Ø