Conversan dos amigos:
- Oye, ¿y cómo te va con la crisis actual?
- Pues duermo como un bebé.
- ¿En serio?
- Si, ¡me despierto cada tres horas llorando!
Un conocido lord inglés reunía a sus amistades a tomar el té a la hora señalada todos los martes de cada semana en su palacio de Bloodshire.
Cierto martes, el puntualísimo caballero no apareció y los invitados estaban intrigados.
En cierto momento aparece el mayordomo y dice a los presentes, con típico “british accent”:
- Señores, milord les pide disculpas por la demora y les anuncia que después de mucho tiempo, se ha reencontrado con su vieja y querida amiga Lulú, de París. Que si puede, dentro de una hora estará con ustedes, y si no puede, dentro de cinco minutos. Muchas gracias.
Iba un viejito por el bosque cuando escuchó a sus pies una débil voz. Se agachó y descubrió que quien le hablaba era una ranita:
- Soy una princesa hermosa, erótica y sensual, diestra en todos los placeres de la carne y el amor. La reina mala, envidiosa de mis encantos, me convirtió en rana, pero si me das un beso, volveré a ser quien era y te daré todos los goces y deleites que mi voluptuoso temperamento y mi ardiente concupiscencia pueden producir.
El viejito levanta la rana y se la echa en el bolsillo. Asoma la cabeza la ranita y le pregunta muy desconcertada:
- ¿Qué?, ¿No me vas a besar?
- ¡No! -respondió el viejecito -A mi edad es más divertido tener una rana que habla, que una maniática sexual.
Está un hombre en una entrevista de trabajo y le dice el representante de la empresa:
- Pues muy bien, Ud. cumple perfectamente el perfil que buscamos para este empleo, así que podría incorporarse inmediatamente.
- ¿Cuánto cobraré?
- Pues para empezar, 1000 pesos, y más adelante, 2000
- Ah, muy bien, entonces vendré más adelante. Ø