Hemos visitado la casa de Carlitos Gardel, sobre la que nos referimos en el número 5 de Agosto del 2000 de El Suplemento, con motivo de la inauguración, el 23 de marzo de ese año, de la estatua del ídolo en el barrio del Abasto. En aquel entonces la casa estaba todavía en lamentable estado de abandono.
Cuando en el año 1960 hicieron de ella una tanguería, los dueños Ramos Machado tiraron paredes, pusieron vigas de poca resistencia y taparon pisos originales con cemento. Por lo tanto para reciclar la antigua casona, se tuvo que recurrir a fotos y planos de la época. La obra necesitó una inversión de 500 mil pesos, pero por lo que hemos visto ha valido la pena. Intervinieron la Subsecretaría de Patrimonio Histórico, dependiente de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Dirección de Museos del mismo. Las obras empezaron a fines de noviembre del año pasado. Treinta personas se ocuparon de levantar pisos para encontrar las vistosas baldosas de la época. También son de cuando Carlitos la compró en 1926, la puerta de madera de la entrada, la pileta de lavar y la escalera que están en el patio.
Ahora la casa está transformada para el futuro Museo que se inaugurará en junio del este año, en el aniversario de la muerte de Carlos Gardel.
El proyecto “Museo Carlos Gardel” fue votado por los vecinos del barrio del Abasto en el plan de prioridades presupuestarias del 2002.
La casa fue donada por el Sr. Eduardo Eurnekian (último dueño) y restaurada por Aeropuertos Argentina 2000 SA. El proyecto arquitectónico estuvo a cargo de la Dirección General de Infraestructura y la Dirección General de Obras Públicas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ø