El Aumento de su Consumo y los Efectos en la Salud Mental
“El consumo de la marihuana ha aumentado. Esto es grave, ya que genera violencia y trastornos mentales, de la misma manera que los derivados del opio (como el fentanil) causan adicción y sobredosis fatales”, asevera el escritor Alex Berenson en su reciente bestseller “Tell Your Children: The Truth about Marijuana, Mental Illness and Violence”
En Estados Unidos el uso y la posesión de marihuana es ilegal bajo la Ley Federal The Controlled Substances Act of 1970. A nivel estatal, se ha legalizado la marihuana para el uso medicinal en 33 estados y para el uso recreacional en 10 estados.
California fue el primer estado en legalizar el uso de la marihuana medicinal en noviembre de 1996, cuando la Proposición 215 fue aprobada con un 56% de votos. En noviembre del 2016 la Proposición 64 fue aprobada con un 57% de votos para legalizar el uso recreacional (compra y distribución) de la marihuana, legislación que se hizo efectiva en enero del 2018.
Lo que se temía está sucediendo, lamentable-mente. Con la legalización de la marihuana para el uso medicinal-recreacional en 10 estados, los que totalizan una población de 200 millones de habitantes, “el consumo de cannabis ha aumentado, sin considerar que su consumo es muy peligroso debido a sus severos riesgos y efectos nefastos en la salud mental, según afirman psiquiatras y epidemiólogos en sus estudios estadísticos publicados en el journal de la agencia federal National Survey on Drug Use and Health. Allí informan que “alrededor del 15% de la población ha usado marihuana por lo menos una vez durante el año 2017, lo que revela un incremento comparado con el 10% registrado en el 2006”. Durante el 2006 alrededor de 3 millones de personas consumieron marihuana diariamente. Once años después (2017) esa cifra subió a 8 millones y se calcula que 1 de cada 5 personas consumió cannabis diariamente.
El consumo de marihuana puede ser muy peligroso, sobre todo cuando se consume el cannabis más potente, el que contiene altas dosis de THC (delta 9-TetraHidroCannabisol), el agente químico responsable de los efectos psicóticos.
De acuerdo con los antecedentes del año 1970, la marihuana contenía menos del 2% de THC; ahora contiene entre el 20 y 25% de THC como resultado de las técnicas sofisticadas del clonaje y su cultivo, y sobre todo por la demanda de los consumidores que reclaman “a stronger, quicker high”. Estamos viendo que con la legalización de la marihuana, los consumidores prefieren el extracto casi puro de THC, lo que equivaldría a un “neurotoxic”.
El consumo y sus consecuencias
Políticos, lobbistas y activistas en pro de la legalización de la marihuana niegan el aumento de su consumo y de su efecto nocivo en la salud mental de los consumidores y siguen alegando que los estados que han legalizado la marihuana registrarán menos crímenes. Así lo declaró el Senador Cory Booker (D., NJ), ahora candidato a la presidencia de Estados Unidos para la contienda del 2020.
La realidad demuestra todo lo contrario y la aseveración de este legislador es errónea. Los primeros 4 estados que legalizaron la marihuana recreativa fueron Colorado y Washington en el 2014, y Alaska y Oregon, en el 2015. En el año 2017 se registraron en estos 4 estados “620 homicidios y 38.000 asaltos” según datos estadísticos policiales.
En Los Angeles, el uso de marihuana es muy alto y ya no se puede conducir el auto con las ventanas abiertas ya que su consumo parece haberse adueñado de las calles y la repugnancia olfativa que emana es enfermante y repulsiva.
“Alrededor del 15% de la población ha usado marihuana por lo menos una vez durante el año 2017, lo que revela un incremento comparado con el 10% registrado en el 2006”
La marihuana es una droga maligna que afecta el sistema nervioso y distorsiona la percepción visual. Por lo tanto, el conductor que consume marihuana está incapacitado para conducir un vehículo. ¤