Vivimos en un mundo insensibilizado a la violencia. Un buen ejemplo de esto es la popularización de UFC, Ultimate Fighting Championship. En 1996, John McCain, senador y candidato presidencial, lo llamó “pelea de gallos entre humanos”. Treinta y seis estados prohibieron este tipo de peleas. En aquellos años la única manera de ver este deporte era por Pay Per View. En la era de Tyson y Holyfield, la audiencia era poca y se limitaba a los expertos en artes marciales y los sedientos de sangre. Pero en los últimos años presenciamos la aceptación social de este tipo de combate, y ahora, Argentina ha producido su primer gran peleador de UFC, Santiago Ponzinibbio.
El boxeo argentino es reconocido mundialmente por haber producido campeones en varias categorías, pero en UFC, un deporte dominado por brasileros, hasta ahora no había argentinos de renombre. Después de su espectacular nocaut al islandés Gunnar Nelson, el 16 de julio pasado en Glasgow, Escocia, en poco más de un minuto del primer asalto, Santiago Ponzinibbio se convirtió en ese primer referente argentino de este deporte que amenaza con superar en popularidad en los próximos años al boxeo.
Santiago Ponzinibbio nació el 26 de septiembre de 1986, en La Plata, Buenos Aires. Entrena en Florida, Estados Unidos. Empezó a pelear oficialmente en el 2008, y lleva 25 victorias y 3 derrotas.
Igual que Firpo, Fangio, Vilas y Ginóbili, Ponzinibbio tiene el privilegio de representar a la Argentina y empezar a escribir nuestra historia en este deporte que, les guste o no su excesiva violencia, refleja el mundo en que vivimos. ¡Suerte, campeón! ¤