Los unos y los otros
Sr. Director:
Entre tanta mala noticia y personajes despreciables de la política y la sociedad, tanto de Argentina como de los Estados Unidos, aplaudo que en El Suplemento de julio hayan rescatado a dos personas que son ejemplos a seguir: la entrevista con Margarita Barrientos y las declaraciones del joven deportista con capacidades diferentes Gustavo Fernández. Siempre es bueno recordar que entre tanto José López, Lázaro Báez, Donald Trump, o terroristas causando muertes en Europa, hay gente que nos inspira a trabajar por un país y un mundo mejor.
Saludos,
Marina Becerra
Huntington Beach, CA
ES: Estimada Marina, a veces los desastres causados por unos tapan las buenas acciones de los otros; trataremos de seguir rescatando más de los buenos ejemplos, como usted destaca. Un abrazo.
Himno y fútbol
Sr. Director:
El tema de la entonación de los himnos patrios antes de los encuentros internacionales de fútbol siempre ha sido tema de controversia, y más aun desde que se empezó irrespetuosamente, dependiendo la rivalidad de las nacionalidades, a corearse con silbidos desde el bando contrario. Hoy por hoy tiene algunos matices interesantes para reflexionar, aunque quizás por el fragor de las pasiones futboleras ha pasado desapercibido para muchos.
En particular, nos compete nuestro himno nacional argentino que, como cualquier otro, merece al entonarse todo nuestro fervoroso respeto y solemnidad posible, como lo hacíamos en nuestras escuelas de pequeños y como respeto al coraje, sacrificio y valor de aquellos próceres y soldados que otrora dieron su vida por nuestra libertad e independencia. Pero la realidad no es así y noto una actitud campechana y corriente en mis paisanos al entonarlo, como si fuera una canción corriente estilo murga, como se aprecia en los paneos que generalmente hacen las cámaras de TV durante los partidos. Destaco un legado heredado de nuestra anterior presidenta, quien en un bochornoso acto de celebración de la Independencia tuvo la desfachatez y descaro de columpiarse o danzarlo en las veredas de afuera de la Casa de Gobierno junto a Charly García, en claro irrespeto a los símbolos nacionales en un hecho inédito jamás visto antes y ante la complacencia de todos los que allí estaban presentes.
Pero siguiendo con este mismo tema, nuestro himno se entona en estos estadios totalmente cercenado, omitiéndose prácticamente casi toda su letra central y remitiéndose solamente a su introducción o parte inicial no cantada y al coro final, lo cual muestra a todos nuestros jugadores prácticamente mudos no teniendo nada para cantar, a diferencia de los de las demás naciones, cuyos himnos sí se interpretan casi completos.
Si bien es entendible que el tiempo que se dispone debe de ser breve, tampoco hay que exagerar, ya que otros himnos son mucho más largos. Es una vergüenza que la AFA, que también es otra vergüenza, valga la redundancia, no reclame y exija ante esta situación y permita que se ejecute nuestro himno de esta forma tan cercenada e insulsa, y dicho sea de paso, de la gran adulteración de sus reales notas musicales. Muchas personas me han preguntado si nuestro himno carece de letra, y esto me llena de vergüenza. Sería preferible que si no se va a ejecutar completo y como debe ser, mejor se omita.
Por último y para los que cuestionan a Messi o a otros jugadores que no lo cantan, habría que preguntarles... ¿cantar qué?
RICARDO SALAZAR
Cerritos, CA
ES: Estimado Ricardo, los mortales lectores han oído su grito sagrado. Casualmente mencionamos en nuestra editorial de este mes algunas de las estrofas finales del himno, aunque en otro contexto. Invitamos a todos a que expresen su opinión al respecto en esta sección de Cartas. Gracias por escribir.
Generación eat & text
Sr. Director:
Estoy sentado en un restaurante local y mientras leo la nota La Generación Net de El Suplemento de julio, sobre la adicción de los jóvenes a la tecnología y el nuevo lenguaje de los chicos usando términos propios de la jerga, miro alrededor y veo que de las siete mesas ocupadas, en seis la gente está usando sus teléfonos celulares mientras comen o beben algo. Y ahora que lo pienso... ¡yo estoy haciendo lo mismo! ¡Help! ¿Algún terapeuta de la comunidad que se dedique a tratar este tipo de adicciones?
Felicitaciones por la revista.
Leandro Di Nápoli
ES: Estimado Leandro, seguramente conocemos a unos cuantos, pero para pasarte los teléfonos tendríamos que revisar en el celular... y ahora estamos comiendo. Te mandamos un abrazo virtual y gracias por escribir. ¤