Viajar con miedo
Sr. Director:
Con respecto a la nota “Vivir en Argentina, Informe para emigrantes” (El Suplemento de mayo), quiero opinar que es un artículo muy importante sobre un tema que lamentablemente mucha gente niega. Tengo muchos amigos aquí y en la Argentina que no quieren aceptar la verdad sobre lo que está sucediendo en nuestro país.
Hace un par de años viajé a la Argentina junto con mi nueva esposa americana, y alquilé un auto para viajar al interior del país y visitar las estancias en donde trabajé en mi juventud, con compañías como la Bovril, La Forestal Argentina, también la Estancia Chica en Abasto, Provincia de Buenos Aires y otra estancia particular en Chajarí, Entre Ríos. Me encontré con que todas están abandonadas y vendidas. Lo mismo sucede con el ferrocarril que transportaba los novillos desde el Chaco y Santa Fe al frigorífico Swift en Rosario, donde me enviaban como encargado con unos peones para entregar el ganado, un viaje que hice en varias ocasiones.
Sí, es verdad, hoy hay electricidad, las rutas que son privadas son excelentes, aunque los tramos a cargo del gobierno no estaban en buenas condiciones.
Fui muy bien preparado, llevé un “Taser gun” y tomé lecciones de karate antes del viaje para poder proteger a mi esposa. Tengo dos amigos de escuela que fueron asesinados en robos de autos en Buenos Aires en los últimos cinco años.
Lo lamentable es que mi familia de Argentina me acusó de estar demasiado preocupado; sin embargo, en cada hotel en donde nos hospedamos y muchísima gente a la quien conocí personalmente durante este viaje me relató circunstancias donde ellos habían sido atracados y debieron entregar sus bienes a cambio de su vida.
Suerte que, por estar muy alertas, tuvimos un viaje muy agradable sin inconvenientes, pero no sé si me atrevo a hacer el mismo viaje hoy en día. Leo y me cuentan amigos que la situación, tal como está descripta en el artículo, está empeorando.
Otra vez, muy agradecido; por favor le pido felicite al autor, Rodolfo Compte, y aprovecho la oportunidad para saludar a un viejo colega de mis tiempos con La Prudential Insurance Company, Rodolfo Spadano.
Con mucho gusto, y agradecimiento,
Guillermo Orr
ES: Estimado Guillermo, gracias por compartir tu opinión con nosotros. A continuación, verás que otro lector aborda el tema desde otra perspectiva y llega a conclusiones diferentes. Un abrazo.
Viajar sin miedo
Sr. Director:
Acabo de regresar de mis vacaciones en Buenos Aires, en donde estuve descansando, viajando y compartiendo gratos momentos con familiares y amigos. Así como la mayoría de mis compatriotas y seguramente sugestionado por la Sección Policiales de los diarios, viajé un tanto atemorizado, tomando tantas precauciones como cuando visité Sao Paulo o Marruecos. Durante los primeros días, trataba de evitar salir de noche, caminar por ciertas zonas de mala reputación, y llevaba la mochila colgada hacia adelante, para evitar los inminentes ataques de las legiones de chorros, en su mayoría asesinos, que no tardarían en suceder.
Con el paso de los días y ante la ausencia de novedades delictivas me fui relajando. Acompañé a mi primo a llevar exámenes químicos de agua corriente a clubes y colegios de Villa Soldati, el Bajo Flores, Pompeya, Lanús Oeste y San Justo, todas zonas calientes en donde, de acuerdo a las previsiones de los periódicos y ciudadanos asustados, las chances de salir indemnes eran prácticamente nulas. En las semanas subsiguientes caminé las calles de todos los barrios porteños, tanto de día como de noche, caminé la Reserva Ecológica, las empedradas calles de San Telmo, las congestionadas avenidas del Centro, crucé Plaza Once en varias oportunidades, Congreso y Boedo, Caballito y Constitución, e hice diarios ejercicios matinales en la Plaza Ameghino de Parque Patricios. Viajé todos los días en subtes y colectivos, y caminé la ciudad y algunas zonas del conurbano de punta a punta. Al final, debo confesar que nunca, ni una sola vez fui objeto de un robo ni presencié nada extraño. El temor de los primeros días se fue disipando de a poco y pude disfrutar con total intensidad de mis paseos y encuentros. Hay que señalar que mucha gente está muy preocupada con la seguridad, pero pocos se paralizan por eso y viven sus vidas con naturalidad, aunque tomando previsiones que nosotros, acostumbrados a una vida más tranquila, ni siquiera consideramos. La verdad es que encontré a Buenos Aires más segura que la mayoría de las grandes ciudades latinoamericanas que he visitado recientemente, e incluso algunas de los Estados Unidos.
Con esto no quiero negar o ni siquiera minimizar el problema de la delincuencia, el consumo de drogas y alcohol, el caos de tránsito ni ninguna otra de las desgracias que se destacan en los diarios y noticieros argentinos todos los días. Solamente me refiero a mi experiencia personal y la de mis amigos, misma que se repite cada año, a la posibilidad de disfrutar de las calles, cafés, plazas, ferias artesanales, teatros y otros espacios públicos o privados de la Ciudad sintiéndome seguro y contento. Por las dudas, le aclaro que nunca apoyé ni apoyo al gobierno nacional ni al partido del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, o sea que no me mueven intereses políticos ni comerciales.
Otros lectores compartirán con nosotros sus desdichas, temores, enojos, decepciones y atracos varios; yo tengo que admitir que cada año que voy la paso tan bien como siempre.
Atentamente,
Leandro Di Napoli
ES: Estimado Leandro, nos alegra saber que la has pasado tan bien en tu Buenos Aires querido y que tu viaje, como siempre, ha sido seguro y placentero. Saludos.
La Vaca Gorda del sur
Sr. Director:
En mi carta del mes pasado referente a la privatización-expropiación, o como deseen denominarlo, de YPF, les explicaba (pero no fue publicado, me imagino que por cuestiones de espacio), que uno de los motivos principales del apresuramiento por sacar a Repsol del manejo de los hidrocarburos podía ser que las exploraciones primarias realizadas en la cuenca neuquina "Vaca Muerta" que comprende la mayoría del territorio de Neuquén y sur de Mendoza es el tesoro oculto del cual todos los involucrados en el tema hidrocarburos habla hoy. Claro, no es para menos, ya que los cálculos primarios de la consultora Ryder Scott en cuanto a shale-oil y el shale-gas, los hidrocarburos no convencionales pueden poner a la Argentina en otro plano en el mapa energético mundial. Ya hay muchas empresas de primer nivel interesadas en invertir en Vaca Muerta, que pronto puede ser la "Vaca Gorda" que esconde 22.807 millones de barriles equivalentes a 22.807 millones de dólares. ¿Vale la pena no?
Roberto Alzola,
Anaheim, CA
ES: Estimado Roberto, en ese caso nos parece más auspicioso que la “Vaca Gorda” sea explotada por el Estado argentino y las ganancias queden en el país (menos las acostumbradas sumas que engrosan las billeteras de políticos corruptos), a que se la lleven para España, ¿no? Un abrazo y gracias por comunicarte con nosotros. siempre. ©