Carta de una madre desde Europa
Querido Miguelito:
Te escribo despacio porque sé que no puedes leer de prisa. El otro día tu padre leyó que según las encuestas, la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos hemos mudado más lejos. La casa es preciosa: tiene hasta una lavadora que no estoy segura si funciona o no. Ayer metí ropa, tiré de la cadena y no he vuelto a ver la ropa desde entonces, pero bueno...
El tiempo aquí no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces: la primera vez por 3 días y la segunda por 4.
Con respecto al abrigo que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los botones puestos pesaría demasiado y el envío sería muy caro, así que le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo.
Te cuento que el otro día hubo una explosión por el gas de la cocina: tu padre y yo salimos disparados por el aire cayendo fuera de la casa; ¡qué emoción!, era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos en muchos años.
El médico vino a la casa para ver si estábamos bien y me puso un tubito de vidrio en la boca. Me dijo que no la abriera por 10 minutos y tu padre se ofreció a comprarle el tubito.
Hablando de tu padre, ¡que orgullo!; te cuento que tiene nuevo trabajo con cerca de 500 personas a su custodia. Lo han tomado para cortar el césped en el cementerio del pueblo. Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, por fin dio a luz, pero como todavía no sé de qué sexo es, no te sé decir si eres tío o tía. Si el bebe es una niña, tu hermana va a nombrarla como yo. Sé que nos va a hacer muy raro llamar a su hija ‘mamá’.
Tu padre le preguntó a tu hermana Pilar si estaba embarazada; ella le dijo que sí, de cinco meses ya, pero ahí tu padre le preguntó que si ella estaba segura que era de ella. La muy pícara dijo que sí. Mujer de hierro tu hermana Pilar; qué orgullo, de tal palo tal astilla.
Por cierto que tu primo Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen.
No sé si sabías que tu padrino se ahogó en la destilería, en un tanque de Brandy. Varios hombres trataron de salvarle, pero él luchó valientemente contra ellos. Tardaron 3 días en apagar el fuego cuando lo cremamos.
A quien nunca hemos visto más por aquí es al tío Venancio, el que murió el año pasado.
Tu perro Bobby nos tiene preocupados; se empeña en perseguir a los coches que están estacionados y se está muriendo del aburrimiento.
Aunque peor es lo de tu hermano Juancho. Cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la casa por el duplicado para poder sacarnos a todos de adentro del auto.
Todos te extrañamos mucho, pero mucho más desde que te fuiste.
Tienes que escribirnos contándonos qué tal te va con tu nueva novia extranjera; no sabes cómo nos pusimos de contentos cuando nos dijiste que estabas en la cama con Hepatitis, ¿es acaso griega?
Bueno mi hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé.
Resulta que la última familia que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de domicilio.
Esta carta te la mando por Manolo que va mañana por allí.
A propósito, ¿puedes ir a buscarlo al aeropuerto? Si ves a Doña Remedios, dale saludos de mi parte; si no la ves, no le digas nada.
Muchos cariños,
tu madre.
Pd: Te iba a mandar 100 euros, pero ya he cerrado el sobre.
EL LEON
Le pregunta una mujer a su marido: -Si un león me atacara a mí y a mi madre, ¿a quién salvarías primero?
-¡Al león! ©