La culpa no es del chancho sino… del mosquito

mosquito“El dengue no es una responsabilidad del ministerio de Salud, el enemigo y único responsable es el mosquito”.
Ministra de Salud de Chaco, Sandra Mendoza.

Cuando cada mes intento hacer una nota de opinión, hay un montón de disparadores que generan la confección de la misma. Uno en su vida diaria recibe información constante de diferentes medios, puede ser una película que te haga comparar cosas o vivencias o noticias importantes que te llevan a opinar y evaluar distintas situaciones.
Uno de esos disparadores es la película Frost/Nixon donde se relata que en los tres años siguientes a verse obligado a dejar la Casa Blanca por el escándalo Watergate, Richard Nixon permaneció en silencio. Sin embargo, en el verano de 1977, el ex presidente aceptó conceder una única entrevista y contestar preguntas acerca de su mandato y del escándalo Watergate que acabó con su presidencia. Nixon sorprendió a todos al escoger a David Frost como confesor televisivo, seguro de que podría con el alegre presentador británico y se ganaría los corazones y las mentes de los estadounidenses. El equipo de Frost no estaba seguro de que el periodista fuera capaz de llevar a Nixon adonde querían, pero contra todas las especulaciones, el animador terminó logrando la confesión de Nixon sobre actos corruptos en su gobierno.
En los extras del DVD, el actor Frank Langella, que interpreta a Nixon, comenta que a la vista de lo hecho por algunos sucesores de Nixon en materia de corrupción, sobre todo en el último gobierno republicano, lo de Nixon en comparación es casi un juego de niños.
Y aquí el primer disparador: ¿Será como dice Langella que el mundo (no sólo Argentina) se va acostumbrando a actos de corrupción cada vez más graves y peligrosos convirtiendo los viejos actos de corrupción en pequeños pecadillos? (¿habrá quizá un “corruptómetro” capaz de medir la intensidad de la corrupción, y hacerla menos condenable?) .
Por PájaroEl otro generador de inquietudes fue la muerte del ex presidente Raúl Ricardo Alfonsín. Basta que se muera alguien para que pase a ser un hombre perfecto, hasta para sus enemigos más acérrimos. Frente a la muerte, parece que todos los grises se diluyen y todo pasa a ser blanco o negro.
Murió Alfonsín, y se empiezan a escuchar todo tipo de elogios: de los sensatos, los verdaderos, y de los exagerados y los falsos de toda falsedad. El que más se escucha es el de “Padre de la democracia”. Y no se escuchan comentarios críticos, casi como si hacerlo fuera un atentado a la misma democracia.
Alfonsín –sabemos– fue presidente cuando nadie lo esperaba. Y lo fue de un modo extraordinario: no tanto por reemplazar a militares que pedían la escupidera, sino por vencer al peronismo en elecciones libres por primera vez en la historia. Con los militares y los peronistas en derrota, con millones entusiasmados por la nueva democracia, con una economía razonable, Alfonsín tuvo la mayor oportunidad de las últimas décadas para cambiar algo serio en la Argentina: para intentar otra cultura política, para acabar con las corporaciones, para dar vuelta la tendencia socioeconómica que los militares habían implantado,…y no lo hizo.
Sin duda alguna, Alfonsín fue un artífice importantísimo en la recuperación y consolidación de la democracia, quizá el punto más alto de su gestión. El juicio a las juntas militares fue un paso importante y algunas pocas cosas más. Nos mintió con el “felices pascuas” y generó con Menem el impresentable pacto de Olivos.
Si robó, no lo sé, pero en todo caso su corrupción fue más solapada que la de aquellos que vinieron después de él, más escondida y disimulada. Él usó la devolución de favores políticos con cargos importantes para familiares, amigos y punteros políticos en todas las empresas del estado, ocasionando sobrepoblación de empleados públicos, generando aún más un estado bobo, que no solucionaba los problemas reales de la gente y hacía que los pocos fondos públicos para hacer obras se diluyeran en burocráticas empresas.
Viendo los que vinieron después, concluimos casi en lo mismo que en el caso de Richard Nixon: ¿la gente se acostumbra a la corrupción y les hace el caldo gordo a los políticos para que puedan seguir robando?
La corrupción, la mentira y el ocultamiento de información a la que los políticos nos tienen acostumbrados no sólo es mala porque con esas prácticas se llenan indebidamente los bolsillos, sino porque de utilizarse correctamente todo ese caudal político y monetario, las cosas serían totalmente diferentes en nuestro amado país.
Pero en Argentina va todo de la mano: se roban todo, mienten y ocultan y allí quizá radica el último disparador, la frase con la que inicio la nota que pertenece a la ministra de Salud y esposa del gobernador de Chaco
Chaco es una de las provincias más afectadas por el dengue, con 9.661 enfermos confirmados, y al menos un muerto. Cuando empezó la lucha contra el dengue en Chaco, se descubrió que los insecticidas que distribuía el gobierno chaqueño para combatir el mosquito portador, estaban vencidos hacía mucho tiempo.
No sólo nos mienten, sino que nos toman por tarados, y ahí está el problema, cuanto más tarado se considera al pueblo, mayor es el abuso.
Pero en la Argentina está todo al revés. Si hay casos de dengue… mintamos en el número, y no hagamos escándalo declarando la emergencia sanitaria. Total los 11 muertos ya están muertos, y los 20 mil infectados ya están y el turismo puede dejar de venir si la declaramos.
Si se acelera la inflación, la solución es que el INDEC deje de informar fehacientemente sobre los datos. Y aunque esa “maniobra” le ha permitido al Gobierno contabilizar menos deuda, no es menos cierto que ese engaño destruyó cualquier posibilidad de acceder a crédito de largo plazo en moneda local, tanto para el sector privado como para el público, reduciendo el mercado de capitales nacionales y, por lo tanto, la tasa de crecimiento de largo plazo de la Argentina.
Si existe un problema de inseguridad, la solución también es evidente. Que los medios de comunicación dejen de informar, y de esa manera se reduce la “sensación de inseguridad”, mientras la gente, en especial la de menores recursos, sigue sufriendo asaltos y robos.
La calidad de la educación es cada vez peor: evitemos los exámenes de calidad y publicar los resultados. Tenemos una crisis fiscal recurrente: liquidemos mal las jubilaciones y posterguemos los pagos hasta que la Justicia se pronuncie.
Quizás en este contexto se explique mejor porqué la Argentina repite los mismos errores y no se convierte en un país en serio. En el fondo, preferimos barrer debajo de la alfombra antes que aceptar la realidad y obrar en consecuencia.
Una advertencia final: cuídese del dengue, cuídese de la fiebre porcina… porque el Estado no lo hará. Y de última… la culpa es del chancho y del mosquito.©

  thegauchos

Perfiles Nuestra Gente

De Nuestra Comunidad

Recetas

El Trago del Mes

Deportes

Fitness

Salud

Fauna

error

sopa

Leyendas

Grandes músicos

Personajes

  • Lalo Schifrin: Su Misión Imposible

    LaloUna cosa extraña sucede con Lalo Schifrin. Sabemos que compuso la música de Misión Imposible y las películas de Dirty Harry. Sabemos que sus logros en el ámbito de la música son muchos y variados, a tal punto que ya es una leyenda. De hecho, es el único argentino con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Pero sabemos tan poco de la vida del hombre...
    Schifrin es un músico de jazz y música clásica, y estos músicos no suelen recibir mucha publicidad, especialmente los que se dedican a tareas de bajo perfil como componer música para películas y series. Pero, por suerte, Schifrin ha compensado esto escribiendo una muy interesante autobiografía llamada "Mission Impossible: My life in Music" donde cuenta detalles de su larga vida. Los afortunados en conseguirla van a encontrar un libro lleno de sorpresas.
    Lalo nació en Buenos Aires en 1932. Su padre estaba en la banda del Teatro Colón, y de chico empezó a estudiar música clásica. Lalo reconoce que no tiene un buen recuerdo de los años de Perón. Había mucho autoritarismo, y el ambiente cultural donde él se movía no era favorecido. Para colmo le tocó hacer el servicio militar obligatorio... aunque por poco tiempo.

    Schifrin cuenta humorísticamente que, aunque se considera un jazzero, siempre corre peligro de ser “secuestrado” por los muchachos del tango moderno.

    Un dato interesante de esos años es que conoce a Jorge Luis Borges. Lalo atiende sus charlas, y se convierte en un verdadero fan. Lo menciona junto con figuras como Dizzy Gillespie como un personaje fundamental en su formación. Años después, va a nombrar su sello discográfico Aleph Records en homenaje al maestro.
    Sale del país por primera vez cuando consigue una beca para atender el prestigioso Conservatorio de París. En Francia empieza a trabajar como músico de jazz, y de esta manera conoce a Piazzolla, que le ofrece una participación en sus proyectos.
    Retorna a la Argentina en 1956, un país que con la caída de Perón había cambiado mucho. A tal punto que su música empieza a tener cabida en la televisión nacional. Justo cuando parecía que su destino era argentino, aparece Estados Unidos en el horizonte.
    ¿Cómo llega a Estados Unidos? Dizzy Gillespie, de visita en Buenos Aires, lo invita a trabajar con él. Una oferta imposible de resistir para cualquier amante del jazz. Así es que, con grandes ilusiones, Lalo llega a Nueva York en 1958. Y, como dicen acá... the rest is history.
    Schifrin nos cuenta su experiencia trabajando en Hollywood, y conociendo a personajes como Groucho Marx y Marlon Brando. Se hace muy amigo de Clint Eastwood, que le permite editar la banda sonora de Dirty Harry en su sello Aleph Records.
    El jazz lo lleva a los distintos rincones del mundo. Argentina sigue ocupando un lugar importante en sus planes, y Lalo visita el país varias veces. Por ejemplo, en su libro cuenta con orgullo su visita a la Casa de la Independencia, en Tucumán.
    En noviembre del 2012, para celebrar sus 80 años, su sello Aleph Records lanzó una caja de cuatro CDs que incluyen sus composiciones favoritas de más de 30 películas, más algunas piezas sinfónicas, de jazz y temas nunca antes editados.
    Hoy es un verdadero orgullo para nosotros que justo en frente del famoso Roosevelt Hotel... hay una estrella argentina. ¤

    Save

suple

generac-home-standby-generator-banners

Perdidos en el tiempo

Historias Gauchas

Turismo

Recorriendo California

Libros

Hojea La Revista

logo

El Suplemento es el principal medio argentino del Sur de California. Fundado en el año 2000, es una revista de distribución gratuita en todos los locales argentinos, con una tirada aproximada de 10.000 copias. Cubre la comunidad argentina local e información de utilidad para los compatriotas en el exterior.

Connect with us

Welcome to El Suplemento Magazine

Phone: (818) 590-8407

Email: director@elsuplemento.com

Website: www.elsuplemento.com

Nuestras Redes Sociales

Facebook

instagram

Twitter linkedin