Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de Eduardo Oscar Antonino,
de 80 años, quien falleció el pasado 15 de diciembre. Querido esposo, padre, abuelo, hermano y amigo, Eduardo nació en Avellaneda, Buenos Aires, Argentina, emigró a los Estados Unidos en 1971 y aquí vivió una vida llena de amor, risas, felicidad, aventura y servicio a los demás.
Siendo un niño de Llavallol, en la provincia de Buenos Aires, pasó sus días con los chicos del barrio, jugando al fútbol en los potreros, visitando los clubes de Temperley y Banfield, y ayudando en el almacén familiar en frente a su casa.
A medida que creció y se convirtió en un joven, pasó tiempo en el ejército, se unió a grupos de teatro, vio a su padre tocar el bandoneón en grupos musicales, asistió a algunas presentaciones de sus músicos favoritos, como su más favorito de todos, Osvaldo Pugliese, y escuchaba transmisiones de radio de partidos de fútbol de su equipo favorito, del lugar donde nacieron y se criaron sus padres, su orgullo y alegría de toda la vida, el Club Atlético Boca Juniors… o como él lo llamaba: Boquita.
Su propio padre falleció cuando era muy joven, y no mucho después se mudó a los Estados Unidos, llevando con él un fuerte deseo de crear una vida mejor. En esos primeros años trabajó en muchos empleos, siempre con la cabeza en alto y el deseo de avanzar.
Un día, en una reunión con amigos en 1972, conoció a Gladys, quien se convertiría en su esposa y compañera por el resto de su vida, permaneciendo casados por más de 50 años. Juntos trabajaron arduamente para superar muchas dificultades, incluyendo la gestión de un nuevo negocio, la compra de su primera casa y la formación de una familia. Durante esos años, Eduardo trabajó en muchos oficios diferentes, pero también reavivó su deseo de actuar, uniéndose a otros actores en obras de teatro, y recitales en solitario de monólogos y poemas, generalmente con poderosos y emocionantes temas de justicia social. Su poeta favorito fue Armando Tejada Gómez.
Eventualmente comenzó una carrera como agente inmobiliario y nunca miró atrás. Sintió que finalmente había encontrado su vocación. Por fin pudo utilizar todas sus fortalezas en un trabajo que lo recompensaba justamente por sus esfuerzos, por lo que lo dio todo, y esto lo impulsó junto a Gladys, trabajando como socios, para convertirse en unos de los mejores agentes inmobiliarios de su oficina, área, empresa y a nivel nacional, con numerosos honores y premios que acompañaron sus logros. Se sentía muy orgulloso de poder ayudar a las personas a comprar y vender casas, y de cómo su trabajo impactaba a la comunidad.
Como padre, no tenía igual. Además de dar el mejor ejemplo posible como modelo a seguir, e inculcar disciplina y una ética de trabajo importante con un fuerte carácter moral, también fue un mejor amigo para sus hijos. Incluso cuando eran niños pequeños, les hablaba como si fueran adultos, capaces de entender ideas complejas, pero siempre con la verdad.
Dos de sus mayores pasiones en la vida fueron ver y jugar al fútbol. Jugó al fútbol durante toda su vida, hasta pasados sus 70 años. Más tarde, en su vida, aprendió a bailar tango, y esta también se convirtió en otra pasión. Junto a Gladys, iban a bailar con amigos muchas veces a la semana. Esto los llenaba de gran alegría y los acercaba aún más en sus últimos años.
A medida que envejecía, enfrentó muchos desafíos de salud. Superó un cáncer de próstata y un derrame cerebral leve. Finalmente, luchó contra el Alzheimer/demencia. A pesar de esto, su espíritu siempre se mantuvo fuerte, y su resiliencia fue una inspiración para todos los que lo conocieron.
Deja un legado de compasión, el espíritu creativo, la resiliencia, un gran sentido del humor, y un amor por los amigos y la familia, que continuará inspirándolos.
Lo sobreviven su esposa Gladys, sus dos hijos Edward y Oscar, sus nietos Julianna, Vanessa, Alissabelle y Luciano Edward, su nuera Aleksandra, y su hermana, Amanda. Su humor, amor y pasión por la vida serán profundamente extrañados por todos los que lo conocieron.
Para aquellos que deseen celebrar su vida o rendir homenaje a su memoria, se llevará a cabo un memorial el 19 de enero de 2025 en la Asociación Argentina de Los Angeles, en Burbank, California, de 12 p.m. a 3:30 p.m.¤