El domingo 21 de septiembre se galardonó a los ganadores del cuarto concurso de poesía “El Suplemento”. Los premios consistieron en diplomas para los ganadores y libros con todas las poesías concursantes y premios de Grand Casino.
Este acto se llevó a cabo en las instalaciones de Gran Casino, prestadas gentilmente por su dueño Frank Lamanna y contó con el auspicio del Consulado Argentino de Los Angeles..
Los concursantes leyeron sus obras, muchas de ellas conmovedoras, otras sentimentales y no faltaron las nostálgicas de la tierra de uno.
Oscar I. Márquez fue el animador, con la solvencia de siempre, y se encargaron de la entrega de premios nuestro redactor Lucio Arce y nuestro director Pablo Garriga.
Los ganadores del concurso fueron: primer premio Miguel Orono y su obra Llora, segundo premio Saverio Mangione y su obra Buenos Aires; tercer premio Wendy Rocha y su obra Si he de morir y mención especial Juan Antonio Rodríguez y su obra Buenos Aires quiero con vos conversar.
Por último las palabras de nuestro Director en la introducción del libro con respecto al concurso: “El Suplemento intenta con este tipo de concursos, dar un espacio a todo aquel que gusta de las letras, apoyándolo para que siga ofreciendo un tiempo de su vida a la creación”
A todos los que participaron y colaboraron les decimos: “Gracias”
LLORA
de Miguel A. Orono
Quien nunca lloró no puede decir que ha amado.
porque el llanto es amor,
dolor, pasión, tristeza y alegría.
El llanto es la primera manifestación de vida
que expresamos al asomar nuestro cuerpo en esta tierra
y por ser la primera es la más pura;
más pura que la risa y la palabra,
más pura que la más pura mirada.
Por eso quien nunca lloró no puede decir que ha amado.
Porque en el amor se llora de alegría al encontrarlo
y se llora de tristeza al despedirlo.
Quien nunca lloró en la vida,
no lo estremeció un dolor ni una congoja,
no se emocionó ante nada ni ante nadie,
no vibró con una melodía ni ganó un amigo,
si no se conmovió al encontrarlo
ni lo apenó su lejanía; no puede decir que ha amado.
Quien nunca lloró no sabe
diferenciar lo vulgar de lo divino,
no sabe identificar sus sentimientos
porque ninguno estremece sus sentidos.
Llora el hombre "macho” sus fracasos
abrazando la copa del olvido;
como llora también la mujer sus frustraciones
deshilachando hilo por hilo su vestido.
Llora el niño el juego que ha destruido
y llora el viejo sus sueños no cumplidos.
Quien nunca lloró, no puede decir que ha amado...
no te avergüences..., llora!!!
que es el sentimiento más puro de esta vida.
BUENOS AIRES
por Saverio Manuel Mangione
Melancólica,
bohemia,
febril
anclada en el Río de la Plata,
tus noches porteñas
engendran vida
en el centro de tu seno materno,
tan conmovedor y arrabalero
como mis sueños de extranjero.
Apasionada tu gente se hamaca
en un vaivén de emociones alternas.
Profanan tus entrañas
ojos que te miran pintoresca y atrevida,
y se irradian de colores
con tus luces nocturnas.
Exquisitas son tus mujeres,
como tus comidas,
burbujeantes y excitantes son los deseos,
de quienes las miman
como el más fino y delicado champagne.
Buenos Aires,
tan sonata,
te pierdes en melodías,
como los amantes que se besan a escondidas.
Avenida Rivadavia,
Libertador,
Avenida Alvear,
reflejan a la distancia tu historia,
dando paso a la memoria
de los hombres, que te hicieron inmortal.
La Boca,
callejón,
riachuelo,
alma de tango,
padeces como el canto
de trovadores que evocan tu sentir,
y en el quejido de un bandoneón
nos vuelcas a vivir,
y desde el alma parir
ese orgullo de argentino hasta morir.
Sueñas a destiempo,
ilusionas a todo aquel
que por primera vez anda tus veredas,
eres aroma a pan fresco,
eres llanto,
eres gol
eres vino compartido,
eres vino amargo,
eres alegría,
aguantas dolor por la sangre
de tus hijos derramada,
eres diálogo,
eres joven, pese a tus años.
Mujeres de madrugada,
emborrachada de fiesta
resucitas nuevamente,
cuando la luna
regresa a brillar en lo más alto.
Te ensanchas como el horizonte,
para abrazar a todos tus amantes,
y te vuelves protectora
de los muchos ambulantes.
Boedo,
Puente Alsina,
árboles cansados,
pincelada de Quinquela,
mujeres de aquellos tiempos,
respiras con el alma fija en el pasado,
te evoco Buenos Aires,
sumergido en la tristeza,
gritando desde lejos,
¡A ti quiero volver!
Si he de morir
Por: Wendy Rocha
Me había entristecido por la idea de morir,
para pagar el precio decidí entonces ser feliz.
Buscar lo positivo, y lo que sea bueno,
más no sólo para mí…
Dar amor intensamente sin escatimar,
viviendo por completo sin prisas jamás.
Escuchar con atención a los demás,
sin apresurarme sólo por expresar.
Sonreír a quien se me cruce por la calle
ver el detalle positivo y no el desagradable
no sólo lamentarme por la suerte de los demás
sino aportar soluciones positivas que puedan ayudar.
Darle tiempo a los grandes
y grande tiempo a los chicos,
pedir perdón de corazón
a tantos que he ofendido.
Produciré en mi trabajo porque el dinero,
poco o mucho es recompensa,
es uno quien se pone distancia
o cercanía a todas sus metas,
Si he de morir un día,
quiero hacerlo contenta,
habiendo vivido el amor
entregándolo sin tregua.
Porque habré abrazado,
a tantos como sentí,
y en los pequeños detalles
habré sabido ser feliz.
No habré dejado días
inconclusos ni pendientes,
si estoy segura de no haber
sido a ellos indiferentes.
No creeré aunque me vaya,
que se termina la vida;
creer en la inexistencia
sería un tanto egoísta,
aquí se queda tanta gente
y más nacen cada día.
Buenos Aires... ...quiero con vos conversar...
Cacho Rodríguez
Nuevamente estoy de vuelta Buenos Aires,
mientras camino tus calles quiero con vos conversar.
No he llegado como en otras ocasiones
feliz por volver a verte y abrazarte una vez mas,
la tristeza y mi orgullo lastimado
me impulsaron esta vez a regresar.
Y aquí estoy mi Buenos Aires querido,
para que me cuentes todo de esta infame realidad.
Nuevamente estoy de vuelta Buenos Aires,
mientras camino tus calles quiero con vos conversar.
Y me contás que ya no sos la que ayer fuiste,
que te postraron como nunca antes jamás,
que tus hermanas se debaten tristemente,
y en el rostro de la gente se pinta la realidad.
Que te saquearon los traidores arteramente,
viles gusanos... engendros de Satanás,
y que mi hermano tango yace inerte
olvidado de la gente que lo ha dejado de amar.
Nuevamente estoy de vuelta Buenos Aires,
mientras camino las calles quiero con vos conversar.
Ha pasado mucho tiempo, eso es muy cierto,
desde nuestro último encuentro, ¿te acordás?
De mi vida te diré que sobrevuelo
duro precio es el que tengo que pagar,
las nostalgias.... Los recuerdos..... Truncos anhelos
me enseñaron que tu suelo jamás debí abandonar.
Nuevamente estoy de vuelta Buenos Aires,
y caminando tus calles, quiero en tu pecho llorar.
Ø