En el universo de los superhéroes asoman nuevos personajes: “Los argentinos”. Por simplicidad semántica, este término se aplica a mujeres, hombres y sexualidades no binarias.
Poseedores de superpoderes extraordinarios, estos nativos del gran país del fin del mundo, a fuerza de décadas de frustraciones, actualmente son capaces de sobrevivir a terremotos, inflación, tsunamis, inseguridad, epidemias, hambrunas, choque de planetas… y hasta a sus propios gobernantes.
No hay nada en la realidad o en el mundo de la fantasía que estos resilientes ciudadanos y ciudadanas no sean capaces de afrontar con valentía, estoicismo y fundamentalmente resignación. Mucha resignación.
“La argentina, conocida como el granero del mundo, produce alimentos para 400 millones de personas. No obstante, hay millones de argentinos que no tienen nada para comer”
¿Hambre? La argentina, conocida como el granero del mundo, produce alimentos para 400 millones de personas. No obstante, hay millones de argentinos que no tienen nada para comer, porque la mejor carne, trigo, maíz, aceite de oliva, frutas, verduras y otras exquisiteces son exportados para el disfrute de las clases acomodadas de los cinco continentes. Es evidente que no todos los alimentos que se producen se exportan. Claro que no. Pero lo que queda en el país es muy caro y, además, aumenta permanentemente, por lo que resulta inaccesible para casi el 70% de la población.
ONGs al rescate
Afortunadamente los millones de argentinos hambrientos pueden sobrevivir gracias a la caridad de comedores comunitarios, iglesias, sinagogas, mezquitas y ONGs, en donde les dan polenta, arroz y harinas, alimentos pobres en proteínas y nutrientes que producen obesidad y consecuentemente patologías relacionadas con el sobrepeso, como enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares), diabetes y trastornos del aparato locomotor. Lo asombroso es que, a pesar de estas carencias, los superhéroes vernáculos son plenamente conscientes de que la mejor carne del mundo es saboreada en el exterior o en la propia argentina por las clases privilegiadas… pero siempre lejos de las mesas de la mayoría de la población nacional.
¿Inflación? La inflación ya dejó de ser un problema en la argentina, como la viruela del mono, el Covid-19 y la peste bubónica medieval. Dado que la fuerza de los superhéroes argentinos es enorme, tan grande que les permiten resistir huracanes categoría 5 sin despeinarse, siempre piden más. Más penurias.
“Dado que la fuerza de los superhéroes argentinos es enorme, tan grande que les permiten resistir huracanes categoría 5 sin despeinarse, siempre piden más. Más penurias”
Una muestra de esto se refleja en el presupuesto enviado al Congreso Nacional por el ministro de Economía Martín Guzmán en septiembre de 2021. En el mismo se contemplaba una inflación del 33% interanual entre enero y diciembre del año en curso. Pero ese protopresupuesto, que no fue aprobado en el congreso nacional, debió evolucionar para satisfacer la veta masoquista nacional, y fue cambiando de metas con el tiempo. Por eso en el acuerdo con el FMI, el ministro Guzmán aseguró que la inflación iba a estar entre 38 y 48% (marzo del 2022).
Sin embargo, en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) publicado en el Boletín Oficial del 16 de junio pasado, se sugiere que el tope de inflación de este año va a rondar el 62%. Es decir que en pocos meses se duplicó el pronóstico de la inflación del 2022: de un 33% original a un 62% sugerido. Cifras disparatadas porque, según la mayoría de los economistas consultados, en la realidad no va a bajar del 70% o el 80%. En caso de cumplirse este pronóstico optimista, la argentina tendría la inflación más alta de los últimos treinta años.
Superhéroes voladores
Solo los superhéroes nacionales, es decir, los argentinos que aún viven en la Argentina, pueden sobrevivir a esta sociedad fuera de control, con una inflación galopante e incontenible que arroja a la pobreza miles de ciudadanos diariamente, y en donde ni la policía ni las fuerzas del orden controlan nada. En una sociedad en la cual casi todo funciona mal, cuando funciona.
A ese combo económico, de inseguridad, y de pobreza infinita, se le suma la parálisis política. Fácticamente, existe un gobierno dual, donde el presidente y la vicepresidenta no se hablan y se pelean a través de las redes sociales.
Los superhéroes argentinos pronto serán conocidos en todo el planeta... porque se irán volando del país. Como lo hacen actualmente muchos, que se van por Ezeiza.¤