Una satisfacción personal
En la cara de un político muy famoso aparece un eccema generalizado y muy molesto. El hombre prueba de todo y nada funciona. Finalmente, acude a un dermatólogo que le recomiendan. Este lo revisa detenidamente, le entrega unas píldoras y le dice:
-Esto es grave, pero tiene una cura secreta. Durante siete días, tómese una píldora blanca antes del desayuno, una amarilla al mediodía y una verde con la cena. Además, antes de acostarse embadúrnese la cara con una mascarilla de excrementos propios y duerma con ella. Dentro de ocho días vuelva y cuénteme el resultado.
El político sigue las instrucciones al pie de la letra. El séptimo día, la erupción desaparece y el paciente queda con el cutis más terso y suave que pueda imaginarse. Vuelve con el médico para agradecerle, le entrega una buena suma de dólares y de paso le pregunta por el secreto de la cura. La respuesta es:
-La píldora blanca calma los nervios, la amarilla es un depurativo natural hecho a base de ciertas hierbas, y la verde, que está hecha con ingredientes secretos, limpia y rejuvenece la piel. Es un tratamiento secreto que se está probando en casos extremos como el suyo.
-¿Y la mascarilla para qué es?
- Perdón… una pequeña satisfacción personal...
Dulce espera
-Abuelita, cierra los ojos.
- ¿Y por qué quieres que cierre los ojos?
-Porque papá ha dicho que, cuando tú cierres los ojos, seremos millonarios.
Al pie de la letra
Anoche, mi esposa y yo estábamos sentados en la sala conversando sobre las muchas cosas de la vida, y comenzamos a hablar de la idea de vivir o morir.
Entonces le dije:
-No te olvides: nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de una máquina y líquidos de una botella. Si me ves en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo.
Ella se levantó, desenchufó el celular, la televisión y me tiró la cerveza. ¡Casi me muero!
¿Venganza?
Se encuentran dos amigos y le dice uno al otro:
- No sabés lo que me pasó ayer. Llego a casa y encuentro a mi mujer en la cama con un fisicoculturista. El caso es, que para mi sorpresa, él va y me coge del cuello, me empuja a un rincón, me pinta una raya en el suelo y me dice: ¡Como pises esta raya, te mato! Y acto seguido se vuelve a la cama con mi mujer a continuar la faena.
- ¡Vaya situación! Y vos, ¿qué hiciste?
- ¿Yo?... ¡Qué se creería ese hijo de p***! ¡Cuando no miraba, pisaba la raya!
Cortitos y al pie
Había un lugar tan, pero tan seco, que las vacas daban leche en polvo.
Mejores amigas: seguiremos juntas… hasta que los chicos nos separen.
Tengo un amigo tan tonto que cuando va en un taxi viaja parado.
- ¿Cómo se dice pelo sucio en chino?
- Chin cham pu.
Son dos chinos hablando y le dice uno a otro:
- Pues me complé un coche, un alfa.
Y el otro chino le dice:
- ¿Lomeo?
- ¡Si lo meas te mato, cablón!
De Borrachos
Un niño le pregunta a su padre muy interesado.
- Papá, ¿cómo se sabe que una persona está borracha?
- Pues fácil hijo, ¿ves esos dos hombres que vienen por ahí?. ¡Si yo estuviera borracho vería cuatro!
- Papá, ¡si sólo viene uno!
-¿Cuál es la diferencia entre un árbol y un borracho?
-Que el árbol empieza en el suelo y termina en la copa. En cambio, el borracho comienza en la copa y acaba en el suelo.
Un borrachito regresaba a su casa después de pasar una noche a pura fiesta, y se topa con un policía en el camino, y le pregunta:
- Disculpe que lo moleste, pero me puede decir, ¿cuántos golpes tengo en la frente?
El policía responde:
- Tiene tres golpes.
Y el borrachito dice:
- Entonces, me faltan dos postes para llegar a mi casa.
Entra un borracho en una bodega y le dice al encargado:
-Quiero 10 litros de vino.
A lo que responde el encargado:
-Pero, traerá usted el envase, ¿no?
Y dice el borracho:
-Está usted hablando con él.
Un amigo le dice a otro:
-¿Sabés que Juan murió de alcoholismo?
-¿Tanto bebía?
-Ya ves... lo incineraron hace un mes y todavía está ardiendo...
Un borracho va por la calle con su botella de vino debajo del saco y cubriéndola con el brazo. De repente tropieza con algo, se cae al suelo, se rompe la botella y el vino se derrama empapando el saco y el suelo. El borracho desesperado grita:
-¡Que sea sangre! ¡Que sea sangre! ¤