El equipo de los mellizos Barros Schelotto se consagró campeón del torneo 2016 -2017 del fútbol argentino.
Luego de la incertidumbre de las últimas fechas, se desató el festejo en el club de la Rivera.
Tras ser eliminado de la Copa Argentina 2016 y sin chance de participación de la Copa Libertadores, el torneo local se convirtió en el único objetivo para los xeneizes este semestre.
Guillermo y Gustavo Barros Schelotto contaban con un plantel armado con el objetivo de ganar la libertadores 2016, pero la dura caída en semifinal contra un equipo ecuatoriano, dejó un largo plantel con poco para disputar.
La mochila de esta derrota cargó sobre la espalda de su ídolo, capitán y figura, Carlos Tévez, pero fue un golpe que sintieron todos. Tal es así, que el torneo lo empiezan con el pie izquierdo, con la derrota como visitante en el Sur frente a Lanús. Desde la primera fecha, poco satisfactoria, los mellizos metieron mano en el equipo, y salieron a jugar el segundo partido con una formación diferente, muy ofensiva, como a ellos más les convence. Expulsiones, lesiones, y bajos rendimientos, hicieron que la dupla técnica no logre repetir nunca el equipo en el primer semestre, donde a pesar de todo se pusieron como objetivo principal la consagración en la Copa Argentina, que les daría un cupo para jugar la Libertadores del año siguiente.
Esta ilusión duro poco. Tras el pronto cruce contra un viejo conocido, Rosario Central, Boca pierde en Córdoba 2 a 1 en un partido con muchas polémicas, y con antecedentes cercanos, y pierde la posibilidad de jugar la máxima competencia del fútbol sudamericano.
Este golpe, sin embargo, le dio un envión a Boca, que a partir de allí no perdió más en el semestre.
Pero no todo era color de rosa para Boca. Al “Apache” Tévez se lo veía golpeado, sin la alegría que tanto lo caracterizaba al jugar, con la mente en su casamiento, y en la mano una oferta multimillonaria para jugar en la liga china.
Ya sin Tévez, Boca arrancó el segundo semestre como terminó el primero, con un ritmo arrollador, y se escapó aún más de los equipos que le querían pelear la punta. Parecía que el xeneize se llevaba el torneo de punta a punta. Pero las lesiones de Gago y Centurión, quienes venían siendo sus máximas figuras, hicieron que el equipo merme y que muchos futbolistas bajen su nivel.
La derrota como local contra River produjo un punto de quiebre en el cuerpo técnico. Lo que parecía un título asegurado, se convirtió en una duda que el equipo de Marcelo Gallardo aprovechó para colocarse a un punto del equipo de la Ribera, y hasta llego a depender de sí mismo para treparse a la punta.
El último tramo
La caída de River, los cambios, la recuperación de Centurión, el nivel de Gago, el pulmón que le dio al medio campo Barrios y a puro gol de Benedetto, llevaron a que Boca vuelva a recuperar la identidad que había logrado su dupla técnica, volvió a arrasar y en la recta final llegó al grito de campeón con un sabor muy especial para todo el plantel e hinchas, ya que consideraban que este torneo se lo ganaron a su máximo rival. Además, este título le dará a Boca la posibilidad de disputar la Copa Libertadores de 2018, su máxima ilusión, y una deuda que tiene esta dirigencia con el hincha.
Boca deberá pensar en la Libertadores del año próximo, mantener la base del plantel campeón y reforzar con jerarquía algunos puestos. Lo positivo es que afrontará el próximo semestre con la paz que le dio este título. ¤