Y así nomás, sin mayores aspavientos, se va otro año. No quisimos esta vez hacer un resumen del 2014; lo que pasó y quedó reflejado en la revista lo puede encontrar usted en nuestra página de internet, en donde se guardan todos los ejemplares de El Suplemento.
Desde esta editorial queremos hoy celebrar un nuevo año de encuentros y progreso para nuestra comunidad, aunque bien sabemos que no todo ha sido color de rosa para nadie. La verdad es que El Suplemento, como no podía ser de otra manera, no ha sido inmune a los cimbronazos con que los nuevos tiempos sacuden a la prensa escrita de todo el mundo. De hecho, muchos se preguntan cómo hace un medio gráfico para sobrevivir en tiempos de crisis, cuando la cultura pasa por la televisión y los nuevos aparatos electrónicos, y cuando la palabra escrita ya no produce el impacto de otrora en las nuevas generaciones. Cambia, todo cambia, para usar un lugar común. Las circunstancias obligan a ajustarse el cinturón y darle vuelo a la creatividad, y aun así hay que seguir remando. ¿No es más fácil tirar la toalla y encarar nuevos emprendimientos?, se preguntan otros, o los mismos. Y sí, sería más fácil, pero no es lo que queremos hacer ni lo que haremos.
En las páginas de esta revista el lector encontrará artículos sobre el general Güemes y su heroica resistencia frente al invasor y la enfermedad; sobre la sonda de la Agencia Espacial Europea que se aferra al cometa 67P para no perderse en el vacío y arrojar por la borda más de una década de trabajo e investigación; sobre el Papa Francisco que tocó fondo para tomar envión y volar alto, y hasta el busto del general San Martín, quien ha logrado sobrevivir al olvido y la erosión del tiempo en una plaza de la ciudad de Lakewood que hoy lo ve renacer. Gentes y cosas que la pelean y no aceptan el sometimiento de las circunstancias, un ejemplo para nosotros que, a pesar de las vicisitudes, aquí seguimos y seguiremos. La economía no ayuda, muchos de los anunciantes que con su aporte hacen posible este canal de comunicación van y vienen, la textura plástica y dura de las tablets y los i-phones seducen hoy más que la delicada porosidad y el delicioso olor a papel y tinta de la revista. Pero hay algo que hace las cosas mucho más simples, algo que nos impulsa a crecer y mirar con esperanza el futuro: nos encanta lo que hacemos. Y cuando las cosas se hacen con pasión no cuestan tanto.
Para todos los lectores y anunciantes, para todos los que de una manera u otra colaboraron con nosotros durante el año, para todos los que lo hicieron antes cuando El Suplemento daba sus primeros pasos y ya no están, y para todos los que sin ser parte de nuestro equipo trabajan para que la comunidad argentina y latinoamericana siga enlazada y pujante: un abrazo y
¡Feliz Año 2015! ¤