Cartas y más Cartas • Abril 2014

Fútbol vs. Football

Sr. Director:
Mi señora, fiel fanática de Rosario Central, recientemente se hizo también de los New England Patriots, y por primera vez en décadas vi una temporada completa de football americano.
Es así que me dio mucha pena leer la nota tan infantil y anti-yanqui sobre este deporte y la violencia que engendra e inculca en un pueblo supuestamente tan inculto y retrógrado.  Pero a mi memoria, es el “fútbol soccer” en la Argentina que realmente arrastra violencia, corrupción, incompetencia y machismo.   
¿Cuál es el deporte que es famoso por tener hooligans?  ¿Cuál tiene barras bravas?  ¿En cuál se ve al jugador haciendo teatro, retorciéndose en el suelo al primer pequeño roce de su oponente, buscando penal? ¿Cuáles organizaciones son sinónimos de corrupción: FIFA y AFA o la NFL y NCAA?
Jamás en una cancha de fútbol americano vi ni zanjón ni alambrados ni 500 gendarmes, ni la forzosa separación de hinchadas.  Es más, los ricos y famosos suelen estar presentes en las primeras filas, sin protección.  Viene toda la familia, y sirven alcohol en las concesionarias sin mayor drama.
Sí, el juego requiere esfuerzo y contacto violento entre los jugadores.  Sería entendible que con tanta adrenalina se agarren a trompadas en cada jugada.  Sin embargo, no es común ver que se trenzan, y cuando lo hacen, son inmediatamente separados por los árbitros y sus propios compañeros, y rápidamente todo es tranquilizado y disculpas dadas.
Contrario al fútbol, el football americano requiere también un tremendo esfuerzo intelectual, ya que hay por lo menos cien veces más jugadas que aprender y memorizar. Comparar el nivel táctico y estratégico entre los dos deportes es como comparar el ajedrez y las damas.
Los árbitros son infinitamente superiores: son muchos, son respetados por los equipos, explican sus decisiones por altavoz a las tribunas, responden a protestas, revisan videos y corrigen errores inmediatamente, y en general, no son factor en el resultado final.  
Todo lo contrario al ejemplo del fútbol, con su único arbitro permanentemente discutiendo con los jugadores, quien tiene prohibido tomar en cuenta el instant replay y es totalmente capaz de cambiar el resultado final vía su típica incompetencia.
Esperando respuesta,
Ricardo Diamante
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ES: Estimado Ricardo, nuestro redactor se refería a la violencia del deporte mismo, a la fuerza bruta que, según su opinión, se emplea al ejecutar muchas jugadas, y no a lo que pasa en las tribunas o en las federaciones deportivas. De todas maneras, le pasamos tu respetable opinión a él y a todos los lectores para que se sumen al debate. Un abrazo, un codazo en el pómulo... y gracias por escribir.

Fe de erratas

Sr. Director:
No sé cuál es la fuente por Uds. consultada para desinformar en lo referente a la construcción de viviendas en  el pujante pueblo de Payador Ebrio, pero  es una vil mentira decir que las viviendas serán construidas con ayuda de la fundación “Sueños compartidos”. El ambicioso proyecto habitacional  es producto del esfuerzo del municipio que  desea brindarle a la clase media-alta mayor oportunidad de acceder a una vivienda digna. Serán 75 unidades de 6 X 3 (18 m2) para las familias numerosas y 75 unidades de 3 x 3 (9 mts2) para las familias tipo. Es verdad, se utilizarán chapas galvanizadas y cartón corrugado, todo material de primera calidad y estarán cerca del arroyo para satisfacer las necesidades sanitarias. En la zona alta se construirá la mansión estilo mediterráneo que Uds. mencionan, la que se levantará gracias a donaciones del pueblo a su intendente, por su sacrificada labor en pos de los más necesitados. Envío foto de la casa modelo, visitada por muchos gobernantes por ser sustentable y económica.
No solo doy la cara, sino que además puedo argumentar con verdades el buen trabajo realizado y la honestidad del mismo.
Roberto Alzola
Intendente de Payador Ebrio
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ES: Estimado Intendente. Sepa usted disculpar nuestro error; nos hemos dejado llevar por chismes y reportes amarillistas malintencionados. Lo único que nos queda por decir es que su figura es un orgullo para la clase política argentina toda, y Payador Ebrio se ha ganado definitivamente un puesto entre los pueblos más dichosos y prósperos del planeta. Agradecemos de paso su desinteresada y abultada colaboración, misma que confirmamos ha sido depositada en la cuenta bancaria de El Suplemento. Un abrazo y que sigan los éxitos.

¿Víctimas o victimarios?

Sr. Director:
En El Suplemento de marzo, en la página eventos, leí “Día Nacional de la Memoria por la verdad y Justicia”. Yo tengo buena memoria y recuerdo a la dictadura y los excesos cometidos. Los militares, en todo el mundo, nunca se destacaron por ser muy inteligentes; ellos no son educados para pensar y crear, si no para obedecer y destruir.
En el año 1974 las guerrillas no eran bien vistas por el pueblo. La violencia era pan de cada día y se vivía con terror. El Sr. Fantini, autor de la nota en cuestión, recordará, si tiene memoria, a la Triple A, Montoneros, ERP y los sindicalistas armados hasta los dientes. Era una guerra de todos contra todos. Recuerden la matanza de Ezeiza. Buenos Aires era un campo de batalla: bombas, secuestros, ejecuciones, un caos total. Fantini recordará que la orden de represión vino de un gobierno democrático. La presidenta, Isabel Perón, con más o menos estas palabras, dijo que ordenaba “la extinción total de las guerrillas” (diciembre 1974). El 90% del pueblo apoyó esta decisión. La violencia creció unida a la situación económica. Un día nos fuimos a dormir con $300 en los bolsillos y despertamos con $1. Los militares todavía se mantenían al margen de todo.
En 1976, a pedido de todo el pueblo, los militares tomaron control del país y comenzó lo que se llama La Dictadura y también la Represión, que para ser honestos, tenía el apoyo popular.
Toda guerra es sucia. No hay guerras limpias, el que así lo crea debe ser tarado. No quiero justificar a los militares, quienes siempre fueron buenos para nada, pero debemos ser honestos y usar la memoria imparcialmente. Debemos enseñarles a los jóvenes que no lo vivieron las atrocidades que cometieron también los amigos de Fantini (Montoneros, ERP...). Entre muchas cosas, robos a bancos, hospitales, empresas (dinero de la nómina), secuestros extorsivos donde se torturaba y en muchos casos se ejecutaba a las víctimas, asesinatos a policías de guardia (a sangre fría) para quitarles el arma, bombas colocadas en lugares públicos, ataques a cuarteles y comisarías con cientos o miles de muertos inocentes.
Me pregunto y le pregunto al Sr. Fantini si su memoria registra todo esto. Fantini: ustedes no eran víctimas inocentes, eran también victimarios. Y como los militares, deberían pagar con cárcel sus crímenes.
José Ruben
Woodland Hills, CA
ES:Estimado José, le pasamos tus consideraciones al Sr. Néstor Fantini y, al igual que en el caso de los deportes violentos, esperamos que los lectores recojan el guante y expresen sus opiniones. Gracias por escribir.

Sobrepoblación y holocaustos

Sr. Director:
El Sr. Norberto Pautassi, en su carta publicada en El Suplemento de marzo, se refirió en forma clara y erudita a mi carta anterior “Cataclismo de valores” (febrero 2014). El Sr. Pautassi sostiene que la “sobrepoblación” es la única razón que explica tales hechos de extremo salvajismo de un ser humano hacia otro ser humano. La sobrepoblación es un factor importante, pero no el causante de tal hecatombe. La evidencia histórica sugiere que otros son los factores intrínsecos de este fenómeno.
Hitler no inventó el holocausto. Ya en los tiempos de los faraones egipcios los esclavos eran exprimidos hasta la muerte en la construcción de templos y pirámides. Los romanos destruyeron totalmente a Cartago, con gente y todo. Allá por el año 453 Atila arrasa con todo lo viviente que cruce a su paso, los cruzados hacen de las suyas con los infieles, los turcos aniquilan armenios mientras Hitler pone en efecto su sistema de resolver el problema de judíos y gitanos. Lo curioso de esta propensión a la violencia extrema también acontece en lugares paradisíacos, como ocurrió hace unos años en las islas Salomón, del Pacífico Sur. En un cruento episodio que duró meses, los micronesios pasaron por el machete de los polinesios y estos se embarcaron en un frenesí de violencia que sólo terminó con la intervención militar australiana.
Hemos pasado episodios de máxima violencia ocurridos a través de los siglos, pero aun no está claro dónde reside esa tendencia a violencia. ¿Es una violencia intrínseca o adquirida? ¿Llegará el momento en que una radiografía, o un análisis de sangre, o un sofisticado MRI nos muestre donde reside la violencia? Creo que la genética ha logrado suficientes avances como para ofrecer una respuesta… en unos 70 años. Hasta entonces tratemos de ponernos en contacto con los poderosos (Reina Isabel, el Papa, los presidentes Obama, Kirchner, Putin, etc.) y sugerirles que usen su influencia para mejorar la situación en África.
William Antonio Alvarez, MD, FAPA
Long Beach, CA
ES: William, es verdad: no sabemos de dónde proviene la propensión humana a la violencia y el genocidio... pero ¿no tendrá algo que ver la mala influencia del football americano? Es una idea, nomás. Un abrazo.

Dos comentarios

Sr. Director:
Quiero hacer dos comentarios sobre sendas partes de la última revista. El primero es respecto a la carta del lector Norberto C. Pautassi, que dice: “Desafortunadamente, y descartando las muchas organizaciones caritativas lucrativas que se quedan con la mayoría del dinero donado, no incluyen en sus programas la disciplina que debe acompañar toda ayuda de caridad: Te voy a ayudar (como a un niño) a obtener tu sustento, pero si no te puedes alimentar a ti mismo no deberás traer más niños al mundo destinados a sufrir hambre. Y si lo haces, aquí termina mi ayuda. A partir de este punto es tu responsabilidad moral y no la mía”. Sí, eso ayudaría contra la sobrepoblación del mundo, con millones de chicos muertos de hambre porque sus padres los trajeron al mundo... Una solución bastante Hitleriana la de Norberto; quizás eficaz, pero que por favor no la postule como moral....
La otra es respecto a la nota “La otra América”. Creo que a la redactora Gladis Moreno se le mezclaron un poco los papeles. La lucha contra la pobreza no fue en 1969, ya que en ese año ya era presidente Nixon...  Johnson la declaró en palabras en el “State of the Union” de 1964 (su primero) y en presentación de leyes un año después. Y no fue un fracaso: la pobreza bajó a la mitad... pero luego la guerra de Vietnam se llevó más dinero de lo esperado en detrimento de estos programas (y no al revés como lo plantea la redactora).
Un abrazo,
Andrés G. Raab
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ES: Muchas gracias, Andrés, por tus comentarios. Retribuimos el abrazo. ¤